Lingard, el 'supersuplente' de Ole
El centrocampista se marchó cedido al West Ham, en verano apuntó a salir para hacer caja, pero ahora es el jugador número 12 de Solskjaer. Lleva dos goles en 45 minutos.
En Inglaterra suele llamarse 'super-sub' al suplente ideal, a ese jugador número 12 que cuando salta al terreno de juego tiene aires de titular. En el Manchester United, ese es Jesse Lingard. Así le identifican ya en The Athletic. Jesse salió por la puerta de atrás el curso pasado, cedido al West Ham y como descarte para el United del futuro. Como hammer, fue un martillo. No solo recuperó la sonrisa, sino que adquirió un olfato goleador desconocido hasta entonces. Nueve goles y cinco asistencias en la segunda vuelta.
Así volvió a Old Trafford. Los refuerzos veraniegos, Jadon Sancho y Cristiano Ronaldo principalmente, además del esperado crecimiento de Greenwood, le ponían el cartel de prescindible. Pero en solamente 45 minutos en la Premier, ante el Newcastle en la anterior jornada también mojó, ha demostrado que no necesita mucho tiempo para ser indispensable. Ante el Young Boys, un error grotesco se convirtió en debacle para los Diablos Rojos sobre la bocina (perdieron 2-1), pero no tardó en resarcirse.
El destino, caprichoso como nadie en el fútbol, le colocó a su West Ham delante. Y se redimió con un soberano golazo. Saliendo desde el banquillo, decidió el choque. Entró en el 73', junto a un Sancho que, por caché, debía haber revolucionado el choque. Pero Lingard siempre sale con el corazón acelerado. Listo para la guerra. Eso es lo que hace un 'supersuplente'. Y Lingard lo es.
Cristiano, su ídolo de infancia, había empatado el tanto inicial de Benrahma. El reloj se quedaba sin arena y Lingardinho, apodo que se ganó el curso pasado, agarró el esférico. Se perfiló desde el perfil izquierdo del área hacia su pierna derecha, pequeña conducción... y a la escuadra contraria. Sus compañeros estallaron, pero él no. El respeto al equipo que le hizo resucitar fue por delante. Sonrió, eso sí, y apretó tímidamente el puño, porque sabía que ese tanto valía el perdón de su afición, porque un gol es la mejor de las disculpas.
Renovar o no renovar
Lingard ha adelantado en la rotación a un Martial que era titularísimo hace no tanto. Él ha pasado de suplentísimo a indiscutible. La garra que siempre tuvo, esa que encandiló a Mourinho cuando le dio la alternativa real entre los profesionales y le hace tener la pila siempre cargada, ahora está acompañada de verticalidad y puntería. Un cóctel muy apetecible y Lingard lo sabe. En el United ha pasado toda su vida, pero con su contrato expirando en junio de 2022, le toca decidir. Los Diablos Rojos quieren quedarse con su 'supersuplente', pero Jesse, que cumplirá 29 años en diciembre, parece tener otros planes (ha rechazado el primer acercamiento). De momento, podrá seguir celebrando goles junto a su ídolo de infancia mientras deshoja la margarita. Me quedo, no me quedo. Me quedo...