Granada, el otro trauma
La victoria nazarí en el Camp Nou del pasado 29 de abril apartó al equipo azulgrana de LaLiga y propició que algo se rompiera entre Joan Laporta y Ronald Koeman.
El pasado 29 de abril algo se rompió entre Laporta y Ronald Koeman. Ese día, el equipo de Diego Martínez enterró las opciones del Barcelona de aspirar a LaLiga y el presidente frunció el ceño. Los blaugrana venían de ganar la Copa, pero después entraron en un declive en LaLiga. Si ganaban en casa ante el Granada podían depender de si mismos para disputar el campeonato, pero tras adelantarse con gol de Messi en el minuto 23, vieron como en la segunda parte el equipo nazarí le daba la vuelta al marcador con tantos de Darwin y Jorge Molina. En esa segunda parte el Barça no tiró ni una vez a puerta. Esta noche (21:00 horas Camp Nou por Movistar LaLiga) después de fracasar ante el Bayern, llega el Granada, otro trauma para el holandés (sigue el partido en directo en As.com).
Está claro que el equipo que ahora prepara Robert Moreno no es el conjunto bávaro, pero no es menos cierto que la posición del técnico holandés es a día de hoy más complicada que la semana pasada antes de perder antes con los alemanes. De hablar de renovaciones condicionadas se ha pasado a hablar de destitución. El último mensaje del presidente fue que estaba "indignado".
Más bajas. Koeman dispone ante el Granada de menos efectivos aún que contra el Bayern, porque en la Champions cayeron Pedri y Jordi Alba, pero eso no le va a servir de excusa. La victoria es obligada y la mejora del juego, también.
Para ello, el Barcelona regresará al dibujo clásico del 4-3-3 donde Dest puede salir como lateral derecho y el jovencísimo Alejandro Balde (17 años) como lateral izquierdo. Eso llevaría a que Sergi Roberto, que fue el que incomprensiblemente pagó los platos rotos del 0-3 en el debut europeo, pueda situarse en la media con Busquets y De Jong, dejando la punta de ataque para el otro De Jong, Memphis y Coutinho, que regresa como solución desesperada ante el rival que sembró la duda en Laporta respecto a si Koeman era el mejor inquilino de ese banquillo.