El Atlético en el Metropolitano: del férreo fortín a los empates
El equipo del Cholo sumó el tercero ante el Athletic, el segundo en Liga, el tercero seguido. Hasta el 21-22 sólo 23 desde 2017. Ahora ya son 26.
El Atlético se ganó la placa para el Metropolitano en esta 2021-22. Primer partido ante el Elche, la vuelta del público a la grada después de este año y medio tan difícil y raro, el número 100. 100 partidos y un saldo: 71 victorias, 23 empates y tan sólo seis derrotas. Le costó aquel día de agosto los del Cholo ganar, enredados muchos minutos en la tela de araña tejida por los hombres de Fran Escribá, defendiendo lo que era antes de que la pandemia lo apagara, cerrara todo, un fortín. En cien partidos números de Champions, de rejas y jaula: esas 71 victorias, 23 empates y tan sólo seis derrotas. Desde aquel día, los del Cholo no pierden, pero tampoco han ganado en casa.
Y eso que Simeone ha puesto en práctica eso que nunca falla: sus brazos en molinillo. Pero todo lo que se ha jugado entre los muros grises del campo rojiblanco, adornados desde esta temporada con lonas sobre el Cholo y sus grandes capitanes, son tablas. Llegó Griezmann como guinda a una plantilla ya campeona y el equipo rojiblanco, con la mejor delantera de todas las que Simeone ha tenido. Suárez más el último Correa. Más Griezmann. Y Lemar. Y Llorente. Y Cunha. Y Carrasco... Y que no es capaz de encontrarle resquicios a los rivales. Sus partidos se cuentan por tablas en casa. Ante el Villarreal. Ante el Athletic. Ante el Oporto. Los dos últimos seguidos.
Oporto y Athletic
Comenzaron los hombres del Cholo su maratón particular, el primero de la temporada, siete partidos en 21 días, con una victoria en Cornellá que llenaba de grises el redebut de Griezmann. Pero para cambiarlo estuvo en pie de Lemar, uno de los hombres lesionados ante el Oporto. Desde su caída, en la primera parte de la primera jornada de la fase de grupos de esta Champions, no han dejado de sumarse rojiblancos. En ese partido, aunque lo terminaría, Koke. En el duelo de ayer, Kondogbia y Trippier. Además de João, por la roja de ese árbitro reincidente, Gil Manzano. Ese partido ante el Oporto acabaría en empate. Los hombres de Simeone sin encontrar pasillos entre tanta pierna. Ante el Athletic, un espejo.
Partido de pizarras, enfrente Marcelino, que de doce duelos anteriores con el Cholo había empatado cuatro. Ya son cinco. Desde ayer que cegó con hormigón todas sus líneas por dentro. El balón que se movía hasta los últimos metros, que no avanzaba, que no corría, que no encontraba. Los delanteros secos, la imaginación apagada. Acabó el partido en otro empate. El Metropolitano, con casi 40.000 fieles empujando, se fue masticando el barro y la desesperación que salió de ese bolsillo del árbitro, Gil Manzano, reincidente, con la expulsión de João. Y con el cerocerismo sobre su cabeza. Pesando como nunca lo hizo el unocerismo. Jamás tuvo el Cholo tantos delanteros tan buenos para celebrar y hacer goles. Y, sin embargo, no llegan. Aún.