Un ogro en casa
El Barcelona inaugura la Champions ante el Bayern. Ante la falta de atacantes (Memphis y el recién llegado Luuk de Jong son los únicos sanos), Koeman volverá al 3-5-2.
El Barça regresa a la Champions League esta noche en el Camp Nou (21:00h. Movistar Liga de Campeones) con un test ante el Bayern de Múnich que va a poner a prueba todos sus complejos en una competición que en las últimas temporadas se ha convertido en un trauma para los barcelonistas.
El equipo alemán, hace poco más de un año descubrió en noventa minutos vergonzosos para el Barcelona todas las carencias de un equipo en demolición. Si hay que marcar un momento en el que el colapso del Barça ya no podía esconderse más, ese es el día del 2-8 en Lisboa. A partir de ahí se han ido desencadenando una serie de acontecimientos en el Barça que trata de reencontrarse en un proceso que ha conllevado pérdidas dolorosas e ir superando pruebas cada vez más complicadas a nivel social, institucional económico y deportivo.
La visita del Bayern para inaugurar el nuevo camino en la máxima competición continental supone un test deportivo, pero también anímico. La herida del 2-8 vuelve a doler como aquella fractura mal curada en cuanto se acerca el mal tiempo y además, recuerda al equipo de Koeman que no es favorito ni para esta competición ni para este partido. La prueba más dura llega al inicio y está por ver cómo gestiona el Barça este desafío.
Por si fuera poco, el Barcelona no dispone de todas sus armas para afrontar este duelo. La nómina de delanteros está por completo en la enfermería a excepción de Memphis y el recién llegado Luuk de Jong, por lo que un cambio de dibujo y la idea de jugar con tres centrales aparece como la alternativa más probable por mucho que esta táctica le provoque urticaria al presidente, cuya relación con Koeman está bajo el microscopio.
Nada se decide esta noche, es el primer partido de una liguilla, pero lo que se está en juego es ver la capacidad del Barça para enfrentarse a un ogro cuando lo tiene en casa.