Velocidad exótica para el Leganés
Con el descenso a Segunda, el Leganés ha buscado en mercados extranjeros extremos con desborde. Primero fue Kevin Bua. Ahora le toca el turno al serbio Randjelovic.
Dos fueron las prioridades del Leganés en el cierre del mercado de esta temporada: fichar un extremo y un delantero centro. La del ariete se fue al traste cuando un grande de Europa como el Feyenoord se interpuso en la llegada del internacional nigeriano Dessers, del Genk. La del extremo, sin embargo, sí se pudo satisfacer. En verdad era la que preocupaba a un Garitano que no tenía entre sus necesidades tanto incorporar otro ‘9’, como “equilibrar la plantilla”, con alguien más por banda. El escogido, como sucedió la temporada pasada con Kevin Bua, estaba fuera del radar de LaLiga. El serbio Lazar Randjelovic, del Olympiacos fue el escogido en un movimiento tan exótico y llamativo (o inesperado) como lo fue hace un año la llegada del hispano suizo.
Ambos futbolistas representan un modelo similar. Los dos proceden de equipos con pedigrí europeo y representan alternativas, a priori, ambiciosas para la Segunda División española. En el caso de Bua, su incorporación se produjo después de haber disputado con el Basilea las tres últimas temporadas. Justo la campaña previa a su aterrizaje en Butarque había competido en la Europa League, entre otros, frente al Getafe. En el Coliseum Alfonso Pérez, Txema Indias, director deportivo del Lega, lo vio en directo y se convenció de que podía ser una incorporación interesante.
Así lo creyó también un José Luis Martí que se comprometió en el fichaje. El técnico llamó personalmente a Bua para convencerlo de su llegada a Leganés, pero después apenas lo utilizó al sur de la capital. Garitano repitió modelo, pero a la inversa. El de Bergara tampoco lo utilizó con frecuencia en Liga (y eso que fue el jugador con mejor ratio minutos / goles de la temporada), pero más adelante pidió su renovación con los pepineros. Una opción que en Butarque casi se dio como imposible desde el minuto uno, precisamente por esa falta de oportunidades. Bua finalmente escogió retornar a Suiza, donde ya ejerce como intocable del Sion: tres partidos de titular y un gol ya en su haber.
Randjelovic, velocidad "egoísta" para el costado
Ahora el caso de Bua se repite en el serbio Lazar Randjelovic, que comparte con el hispano-suizo ser un desconocido para el mercado español, aunque no para el griego, donde se convirtió en un habitual del Olympiacos (66 partidos en dos temporadas), tanto en la competición helena, como en la Liga de Campeones. De hecho, este curso este extremo derecho de 24 años compitió sus dos únicos partidos con los atenienses en la segunda ronda previa de la Champions.
“Se trata de un jugador rápido, un extremo de los que gusta driblar, pedir la pelota, pero también ir al espacio con peligro. Pisa área sin problemas, aunque le cuesta tener gol. Es algo que debe cambiar porque de vez en cuando se la juega demasiado pese a esa carencia. Es algo egoísta en ese sentido. Le cuesta tratar de asistir a compañeros”, explica el periodista griego George Tsanakas, periodista de la radio griega Sport FM.
“A mí me parece una incorporación interesante porque es un jugador diferente: le gusta ser imprevisible. De hecho, Pedro Martins, el entrenador de Olympiacos, solía usarlo como revulsivo e incluso ha jugado a veces como carrilero. Le gustan los retos y jugar en Segunda será uno grande para él. Si Garitano sabe exprimir esa motivación, puede ser un gran fichaje”, añade Tsanakas.
Con apenas un entrenamiento en las piernas, lo normal es que el técnico de Bergara lo lleve a la lista frente al Eibar, pero no lo use de inicio. “Tiene que adaptarse al idioma y a los compañeros, a la competición y al país, pero es el perfil de jugador que queríamos”, vaticinó un Garitano que por fin tiene el extremo que necesitaba para “equilibrar su plantilla”.