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RACING | EL ALARGUE

Lo que la pretemporada venía anunciando

El primer partido de Liga ha confirmado lo que el equipo de Romo exhibió a lo largo del verano: solidez, esmero defensivo y dependencia de Pablo Torre

Santander
Lo que la pretemporada venía anunciando
Nacho CuberoDiario AS

Romo no engaña

Hay quien sostiene que lo que pasa en la pretemporada se queda en la pretemporada. Como en Las Vegas. Que la liga es otra cosa. Pues no. Al menos para el Racing de Guillermo Fernández Romo, y para Romo, eso no cuenta. El juego exhibido ante el Tudelano ha tenido las mismas virtudes y los mismos defectos que venía adelantando en los bolos veraniegos. Seriedad, orden, implicación defensiva y pocas ocasiones concedidas por un lado. Lentitud en la circulación del balón, previsibilidad, escaso dinamismo por dentro, demasiada distancia con los de fuera y dependencia total del talento de Pablo Torre para generar en campo contrario. También la punta de forma (buena) de Cédric la conocíamos ya. Como que a Romo le gusta más un cero en su portería que ciento volando.

Si le ve Benítez...

Cuenta la leyenda merengue que cuando Rafa Benítez llegó al banquillo del Bernabéu se empeñó en corregir a Luka Modric su costumbre de jugar de primeras con el exterior del pie. El croata, para el bien del fútbol, no le hizo ni caso y ha seguido dando recitales a base de tocar el balón como quien no quiere la cosa, con los dedos pequeños. Dice el manual que se pierde potencia y precisión en el pase. Ya. Si lo doy yo, o si lo da Benítez, probablemente. Pero no ha sido nunca el caso de Modric ni el de, como demostró ayer, Pablo Torre. El pase que hizo todavía mejor Cèdric con su banana a la red fue extraordinario: control orientado de primeras con el interior del pie izquierdo y pase (con un jugador tapándole) con el exterior del derecho a la espalda del central y a la carrera de Cedric, que la colocó en su sitio. Lo que pasa cuando se juntan dos con talento.
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Nacho CuberoAS

La España vaciada

Puede que en Teruel, la Alcarria y el Páramo de Masa haya poca densidad de población. Comparable a la de Laponia, dicen. Hong Kong me parecían ayer mientras veía el solar que era el centro del campo racinguista durante muchos minutos. Tienza y Sergio Marcos en paralelo y diez metros por delante de los centrales, Manu Justo arriba, a 35 metros, haciendo compañía a Cédric, mientras Soko y Camus pisaban permanentemente la raya de cal. Conclusión, mil metros cuadrados sin presencia verdiblanca. Los mil metros cuadrados en donde nace el fútbol. Si se vuelve a dar que Pablo Torre no puede jugar, Romo debe encontrar una solución..., si quiere mandar en el juego y no solo hacer daño con contras.

1+1 no siempre son dos

No se puede poner un solo pero a la trayectoria profesional de Fausto Tienza y Sergio Marcos, con cientos de partidos a sus espaldas, muchos de ellos en Segunda y alguno en Primera. Son fichajes tan defendibles como la temporada pasada los de Villapalos y Nana, titularísimos en buenos equipos y con buenos resultados. El problema es, en mi modesta opinión, que jueguen juntos. Algo ahí no empasta. Falta dinamismo, profundidad y presencia en campo contrario. Es verdad que Tienza, muy fuerte e intenso, compensa las carencias físicas de Sergio, que tiene mejor pie, según Pedro López, pero lo más probable es que cualquiera de ellos dos se complementaría mejor con Íñigo, con Bustillo o con Borja Domínguez, si coge el ritmo que se le supone. Son opiniones, aunque lo que si parece que Romo tiene cinco buenos centrocampistas. Aunque no hubiera venido mal haber repescado a Riki. Otra opinión.
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Nacho CuberoAS