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LEGANÉS

La triple conjura del Leganés

El Leganés confía en una triple mejoría para espantar la crisis: mejora deportiva (resultado y juegos), social (elevar el ánimo al equipo) e institucional (blindaje de un mensaje positivo).

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La triple conjura del Leganés
AFP7Europa Press

La derrota del Leganés este sábado ante el Ibiza (1-2) ha dejado a los pepineros al borde del estado de crisis. El club se ha zambullido en la reflexión para encontrar respuestas y, sobre todo, soluciones con las que enderezar el rumbo en esta temporada de resultados irregulares, con sólo un punto de nueve posibles. El cuerpo técnico, liderado por Asier Garitano, es consciente de lo delicado de la situación que necesita, insisten en Butarque, una triple conjura: deportiva, institucional y social para hacer piña y relanzar al equipo antes de que la deriva se enquiste en un problema crónico que vaya más allá de lo competitivo.

“Hay que solucionar muchos conflictos. El ambiente desde el principio me ha dado esa sensación”, comentaba ayer en sala de prensa el propio Garitano. El entrenador se refería a los múltiples frentes de tensión que se han abierto en los últimos meses y que dibujan un panorama complejo y excesivamente crítico incluso cuando los resultados acompañaban, como ocurrió en el tramo final de la pasada temporada. Con el equipo lanzado en la tercera plaza, la insatisfacción vivía instalada en Leganés. Ahora, con tres partidos sin vencer, la tendencia es incluso mayor.

Lo primero, los resultados

En el seno del banquillo y el vestuario son conscientes de que lo primero que debe cambiar (he aquí la primera conjura) son los resultados y el juego, por ahora alejados de lo deseado. Aquí surge esperanzas de mejoría relativamente inmediata. Primero, porque con el cierre de mercado se evaporarán las incertidumbres que afectan a bastantes jugadores, insatisfechos con su rol actual y expectantes ante la opción de su salida, aunque en Butarque no esperan muchos movimientos.

También los hay pendientes de posibles llegadas que puedan afectar a su papel actual. “Cuando un mercado acaba después de empezar LaLiga suele distraer… suele distraer mucho. Estoy deseando que llegue el martes-miércoles. Saber con quién vamos a contar. Eso ya será un paso adelante”, repitió ayer Garitano en sala de prensa.

Además, el paso de tiempo permitirá ir acondicionando físicamente a jugadores que están llamados a ser clave en este equipo, caso de Borja Garcés, que ayer debutó después de haber hecho sólo un entreno con el equipo. Algo similar sucede con Fede Vico, aún a medio gas por su ausencia de trabajo colectivo antes de fichar por el Leganés o con Jon Bautista, recién incorporado y necesitado de adaptación a la idea que pretende Garitano. Avilés o Recio (lesionados y recién recuperados) también mejorarán conforme pase el tiempo.

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Espantar el nerviosismo

Con la plantilla cerrada y rodada, lo normal es que mejore notablemente su rendimiento, salvo que los nervios hagan metástasis en el ánimo de unos jugadores con muestras de ansiedad precisamente por el ambiente enrarecido que rodea al equipo.

“No acabamos de conseguir la victoria. Eso genera un ambiente que no es bueno para nadie. Somos los primeros conscientes de que las cosas hay que hacerlas mejor. La gente hace el esfuerzo de venir [al estadio]. Parece que le defraudas… cuando eres el primer interesado en que vaya bien. Se crea un ambiente que no es positivo. Todos venimos haciendo un gran esfuerzo: el que viene para vernos, y nosotros con mucho trabajo detrás. Es frustrante”, comentó ayer el capitán Unai Bustinza en los medios del club, señalando uno de los aspectos que se espera mejorar para los próximos partidos.

La tensión alrededor del equipo ha crecido y, ahora con el retorno del público a Butarque, ha cristalizado en críticas y silbidos que ayer ante el Ibiza emergieron apenas llegado al primer cuarto de hora de partido. Sensación de crítica elevada que ha provocado reacciones en redes sociales de aficionados que piden que se apoye al equipo más allá de resultados.

A ese mensaje se ha adherido alguna leyenda, como Luis Ángel Duque, ex entrenador de los blanquiazules que ha reclamado que “arropar al equipo, porque lo contrario es dar ventaja al adversario. El Lega es lo que es gracias a su afición. Que no se nos olvide”, ha escrito en Twitter, pidiendo un cambio de tendencia (he aquí la segunda conjura) en la crítica alrededor de los pepineros.

Fortaleza institucional

“La gente, creo que ante la dificultad, va a estar con el equipo. Gente enchufada. Es parte fundamental para nosotros. Eso espero, que mejoremos”, confesaba también Garitano en sala de prensa, en la misma línea de un mensaje que, seguramente, se potencie desde el club en las próximas semanas.

Lo institucional es, precisamente, el espacio en el que se espera una tercera conjura para relajar los ánimos, inyectar calma alrededor del equipo y esperar que la mezcla del resto de factores ayude a recuperar la imagen y los resultados de cara a dos partidos complicados (salidas a Eibar y Gijón), pero también motivantes para cambiar los resultados y alejar cualquier amago de crisis.