REAL MADRID
Florentino ya pudo con otros duros negociadores
El presidente del Real Madrid ha tenido que sentarse a negociar con clubes a los que es difícil quitarles un jugador, pero generalmente lo ha conseguido.
Florentino Pérez sabía desde el principio que no iba a ser fácil sacar a Mbappé del Paris Saint-Germain. De hecho, el club ha demostrado que tenía un plan perfecto para hacerlo, pero ni con esas: había cierto escepticismo de que fuese a funcionar. Por el momento, la situación es claramente favorable para los blancos, con un PSG que parece haberse ablandado una vez el Madrid se ha puesto en serio. Y es que el presidente ha demostrado que, cuando tiene que enfrentarse a duros negociadores, suele salir triunfador.
"La postura del club es clara; no la cambiaremos ni lo repetiremos", dijo Al-Khelaïfi tras el sorteo de la fase de grupos de la Champions en Estambul. Un mensaje que dejaba fríos a los aficionados madridistas. Sin embargo, horas después y gracias a la oferta de 180 millones que ha llegado a las oficinas del Parque de los Principes. Era el paso final para que empezasen las negociaciones, que no se alargarán ya que el Madrid está dispuesto a todo por ficharlo y el PSG ha entendido que no puede retener a su estrella.
Es una situación similar a la que vivió Florentino con el fichaje de Bale en 2013. Días antes de hacerse oficial, Daniel Levy, presidente del Tottenham, aseguraba ante la prensa que no había opciones de que Gareth dejase el club. Pronunció el ya mítico "never, never, never" (nunca, nunca, nunca) cuando le preguntaron por la marcha del zurdo. Sin embargo, el club blanco apuró sus opciones hasta el final y consiguió el objetivo. Supero a uno de los más duros negociadores del mercado para acabar firmando a Bale por 100 millones de euros. Un año antes ya lo había conseguido con Modric, aunque el croata tuvo que ponerse en rebeldía para convencer a Levy.
Años antes, Florentino ya había que tenido que luchar con Juventus, Inter y Manchester United por el fichaje de Zidane, Ronaldo y Beckham. En todos estos casos, así como en el de Bale, Modric o Mbappé, fueron claves las ganas de todos ellos de vestir de blanco. El más recordado de todos fue el traspaso de Ronaldo en 2002. Tras un verano de coqueteos, el máximo dirigente blanco aceleró para cerrar al brasileño 45 minutos antes del cierre de mercado de fichajes.
Recientemente, uno de los clubes con los que más ha tenido que verse en los despachos ha sido con el Chelsea, personificado en Marina Gorovskaia. La directora general del equipo londinense es una de las ejecutivas más respetadas del fútbol europeo por su capacidad para negociar. Sin embargo, también ha tenido que ceder ante el Madrid. Primero con Courtois y más tarde con Hazard. A ambos quisieron mantenerlos, pero acababan contrato un año más tarde y la directiva del Madrid trazó una estrategia perfecta para sacarlos del conjunto blue.
Son horas claves para conocer el futuro de Mbappé. Suceden al final del mercado de fichajes, cuando mejor se desenvuelve el club de Concha Espina. Todo parece encarrilado para que Kylian sea el nuevo ídolo del Santiago Bernabéu y, entonces, Florentino habrá ganado de nuevo.