Lucas y Parera esperan el veredicto de Romo
Al guardameta gallego le avala su rendimiento en la segunda parte de la temporada pasada mientras que el de Manacor ha sido un fichaje del entrenador
Uno de los duelos por la titularidad que no parece haber quedado por la pretemporada es el de la portería: Lucas Díaz o Miquel Parera. En la mayoría de los amistosos del verano, bien por la endeblez de los rivales, bien por la solidez del entramado defensivo racinguista, ninguno de los dos ha estado demasiado exigido y ambos han dejado para el recuerdo un par de manos interesantes y, uno cada uno, un par de días francamente mejorables. El día más flojo de Parera fue en el ensayo/partido frente al Rayo Cantabria, y el de Lucas sucedió ante el Bilbao Athletic. Ambos pudieron hacer más en los dos goles que encajó cada uno esos días. Nada grave, nada inapelable de cara a la elección de un titular para la liga.
A Lucas Díaz le avala la segunda fase de la temporada pasada. En enero desbancó de la titularidad a Iván Crespo, pero no fue hasta abril cuando demostró su auténtico nivel. Dejó incluso, un par de partidos para el recuerdo en los que sostuvo a su equipo. Su problema es que entonces el entrenador no era Romo. Miquel Parera, que ha jugado apenas 10 partidos de liga en sus tres campañas en el primer equipo del Mallorca, tiene a su favor el hecho de que su contratación ha contado con el visto bueno del entrenador. En cambio, hace tres años, en su efímero paso por la cantera racinguista, Romo prefirió fichar para el filial a Galnares antes que a Lucas Díaz, que salía entonces del Compostela.
El técnico verdiblanco, que ayer charló tranquilamente tras la sesión de entrenamiento con Lucas, Parera y Dorronsoro, el preparador de porteros, ha repartido exquisitamente los minutos entre ambos cancerberos: 315' cada uno, con un balance no demasiado diferente. Lucas encajó tres goles (uno del Amorebieta y dos del Bilbao Athletic), mientras que el mallorquín no pudo evitar cuatro (dos del Real Unión y dos del Numancia).
Algo más alto el gallego que Miquel, ninguno de los dos tiene en el juego aéreo su punto fuerte mientras que ambos destacan por sus reflejos bajo palos frente a los remates cercanos. En el juego con los pies, algo que parece más importante para otros entrenadores que para Romo, ambos están en el rango medio de cancerberos. Ni buenos, ni malos, sino todo lo contrario a la hora de iniciar el juego con el pie.
