El Racing se lleva un susto, pero reacciona a tiempo
Tras un inicio de partido desastroso, los de Romo igualaron el choque y en la segunda mitad Pablo Torre, Soko y Bustillo acabaron de dar la vuelta al choque
Aviso para navegantes en Lezama. El primer cuarto del choque, con una mayoría de supuestos titulares, resultó lo peor del Racing en todo el verano. En inferioridad manifiesta, especialmente en cuanto a energía y dinamismo de juego, otros dos cuartos más o menos igualados, pero con más ocasiones verdiblancas, y un cuarto claramente para el Racing, que agradeció, mucho, la entrada de Soko, de Pablo Torre y, por fin, de Marcos Bustillo. El que llegó del Tropezón este verano sin hacer ruido ha dado en Lezama una patada en la puerta. El partido sirvió también para el estreno de Borja Domínguez, Manu Justo y Mantilla.
El arranque del partido fue demoledor para el Racing. Sencillamente, el Bilbao Athletic le pasó por encima. Por intensidad, por velocidad, por intención y por posesión solo había un equipo sobre el terreno de juego. Mas allá de los dos goles encajados en el primer cuarto de hora, que también, la puesta en acción del Racing fue muy preocupante. Incapaz de superar la presión alta de los cachorros, no pasaba del centro del campo y defensivamente era un coladero, especialmente en el perfil derecho con Bustos, Unai Medina y Bobadilla superados, y con la inestimable colaboración de Lucas Díaz en los dos goles.
Romo decidió empezar con Domínguez e Íñigo de pivotes, con Sergio Marcos por delante de ellos. Cero al cociente. Bustos, por cierto, volvió a demostrar una vez más que en la derecha es el 50% de Bustos. A partir de los veinte minutos, ya con 2-0 en contra, el Racing pasó a jugar con Íñigo solo por delante de los centrales y Domínguez a la altura de Marcos, ambos como volantes. Cambió a los extremos de banda y el partido se empezó a igualar. Marco Camus, más decidido en el uno contra uno estas últimas semanas que nunca desde que debutó en el Racing, generó una ocasión muy clara y metió miedo a Kortazar. Le fijó atrás y el Bilbao Athletic dejó de percutir por la izquierda. Aunque en el 43' Artola perdonó una ocasión, solo, dentro del área pequeña, al menos la segunda mitad del periodo ya no fue tan sonrojante como el inicio.
Romo optó en el descanso por dar entrada a Pol Moreno, Pablo Torre y Soko por Bobadilla, Domínguez y Bustos. Santo remedio. Todos mejoraron a los titulares que sustituían y el partido pasó a apuntar a una remontada. Pablo revolvió el cotarro por dentro y Soko se convirtió en una pesadilla para la defensa rojiblanca. Hasta cuatro paradones hizo Ander Iru, además de tres balones a los palos enviados por el Racing, evitaron que el Racing culminara la remontada.
El partido, que deja motivos para la meditación en el caso de Lucas Díaz, Bobadilla o Unai Miranda, por ejemplo, reivindicó la importancia de tener en el campo jugadores don calidad y velocidad. Pablo Torre es, en el peor de sus días, imprescindible. Hace que el fútbol fluya y mejora a todos sus acompañantes, así como Soko, al que le faltó embocar un par de ellas, volvió a exhibir la potencia y verticalidad que le pueden hacer diferencial en la categoría a poco que sepa elegir cuando arrancar y cuando parar. O que lo haga por lo menos cuando lo esperen los de la sala de máquinas.