La formación 5-3-2 genera problemas al Pucela
La entrada de San Emeterio y el cambio de formación (5-4-1) del Real Valladolid 'cortocircuitaron' el ataque aragonés en la segunda parte en la victoria el viernes.
La victoria del Real Valladolid ante el Real Zaragoza el viernes dejó buenas sensaciones, las que se derivan del hecho de que sin jugar un partido brillante el equipo se hizo con los tres puntos. Sin embargo, como reconoció el técnico en rueda de prensa, la formación ha de ajustarse todavía, en la presión, porque en la primera parte el once pucelano pasó muchos problemas al punto de que los aragoneses se hicieron acreedores, al menos, al empate en esos primeros 45 minutos.
El problema llegó por el hecho de que la formación con tres centrales, más dos laterales, con tres interiores (5-3-2), no tuvo respuesta a las propuestas del Real Zaragoza en la primera parte. Para empezar por la banda derecha visitante entraban Gámez y Bermejo haciendo un dos contra uno a Olaza que estaba demasiado solo ya que ni el interior de ese lado, Toni, que estaba muy centrado, ni Sekou, que no perseguía al lateral contrario, le ayudaban. Por ese lado llegó el gran caudal ofensivo zaragozano en los primeros 45 minutos y el uruguayo lo pasó mal.
También por el centro el equipo de JIM llegó con facilidad. Los centrales del Real Valladolid se aculaban demasiado y Roque Mesa no llegaba a parar a los interiores visitantes, especialmente Eguaras, que durante 20 minutos fue el dueño y señor del partido creando varias ocasiones. Además, los interiores no presionaban a los pasadores aragoneses, por lo que los centrales muchas veces no sabían si salir o seguir al delantero. Así se generó la ocasión de la cesión de Eguaras a Iván que éste estrelló en el palo. Esas oportunidades provocaron los pitos del respetable y los cambios de Pacheta en el descanso. El técnico blanquivioleta reaccionó metiendo a San Emeterio, por Sekou, junto a Roque Mesa, desplazando a Toni a la izquierda y pasando a hacer un dibujo 5-4-1, con lo que los blanquivioletas reforzaron la zona central y la zurda cortando de raíz todos los problemas.
La cuestión es si, como dijo Pacheta, es una cuestión de ajustar la presión o si ese dibujo inicial va a someter al riesgo del dos contra uno a los laterales durante toda la temporada. En cualquier caso, seguro que el técnico ha tomado nota y trabajara esta cuestión para que el Lugo no cree tantos problemas como el Zaragoza por el costado derecho y el centro.