El cuarto tren de Embarba
El extremo afronta su cuarto reto en Primera tras tres descensos y confiesa que, pese al ascenso, el Espanyol debe ser igual de "valiente" que siempre.
La historia de Adrián Embarba en Primera División es como la del mito de Sísifo. Por mucho que escalase la montaña siempre acababa de nuevo a los pies, repitiendo una campaña tras otra el esfuerzo. Para el extremo esta será su sexta campaña en Primera, su cuarta etapa, después de tres descensos (dos con el Rayo Vallecano y otro con el Espanyol). Y espera que sea la más fructífera, la de su consolidación. Ambicioso Embarba, que ante Osasuna solo le faltó acierto para estrenarse ya como goleador.
"Estoy contento con los números que hice el año pasado, quiero igualarlos o mejorarlos. Quiero sentirme de nuevo importante. Tengo ambición por esta temporada", comentó en su conferencia de prensa. Esos guarismos serían una heroicidad en Primera, con sus nueve goles y 14 asistencias, nunca antes ha completado un historial así en sus cursos anteriores. "Mis sensaciones son buenas, también las del equipo. Lo demostramos en Pamplona".
Embarba ha jugado en Primera 108 encuentros en los que ha anotado 12 goles y ha dado 17 asistencias, números más humanos que los que cosecha en Segunda, con 31 tantos y 42 pases de gol, una barbaridad. Un reto que el jugador afronta con valentía y sin miedo a la llegada de Aleix Vidal, que viene a disputarle el sitio: "Viene a sumar y la competencia es buena para el equipo y también para el club".
Entre la "ambición" y las ganas por jugar en Cornellà
Embarba no quiere hablar de objetivos iniciales. La salvación no es un reto para el jugador blanquiazul, que aboga por un Espanyol valiente como el del curso pasado y que salga siempre a por todas. "El Espanyol es de Primera, y debe ser valiente. Tenemos que pensar en nosotros y crecer desde la humildad pero siendo ambiciosos. Hay que asentarse en la categoría". Un ejemplo es la visita del Villarreal. Embarba lo tiene claro: "No tenemos nada que envidiarles".
El encuentro del sábado será especial. 538 días después vuelve a haber público en el RCDE Stadium. El ex jugador del Rayo, capitán del Espanyol, considera que "lo echaba de menos. Sentir el calor, el ambiente... Ya se vio que la gente pitaba en Pamplona, y eso motiva. Tengo ganas increíbles de que llegue. Los que vengan se harán notar. El Espanyol son ellos, me siento querido y espero que ese momento llegue".