La vuelta al Heliodoro, solo para abonados
Tras más de año y medio sin público, el sábado podrán acceder quienes se hayan sacado su localidad antes de este pasado viernes. La apertura de las puertas será a las 16:30 horas.
Después de 17 meses de silencio, el Heliodoro volverá a tener aficionados en sus gradas. Aunque con restricciones y con el aforo limitado, al menos, los jugadores del Tenerife y del Sporting de Gijón (rival del sábado), no estarán solos. Eso sí, el club ha anunciado que solamente podrán acudir quienes se hayan abonado antes del pasado viernes, día 13.
El procedimiento será sencillo: quien ya haya recibido su abono podrá acudir a la puerta correspondiente siempre con la mascarilla. Quienes aún no lo tengan en mano, deberán pasar a recogerlo por taquilla, pero pediendo cita previa por correo electrónico (a través de la web del club) con plazo hasta el viernes para solicitarlo. En cada una de las gradas del Estadio existirá la posibilidad de que un abonado se siente solo, y también de que los convivientes que deseen sentarse juntos puedan hacerlo (existiendo concentraciones de butacas disponibles para 2, 3 o 4 personas).
Las puertas del Heliodoro se abrirán a las 16:30 y el club ha ideado un sistema de acceso en el que tendrán preferencia para acudir con antelación aquellos abonados de mayor antigüedad. No es obligatorio seguir estas indicaciones, pero es lo más recomendable, según han informado desde el Tenerife. Una vez en la puerta, además, se les tomará la temperatura que no debe superar los 37,5º y estará prohibido entrar con comida ni bebida, a excepción de agua. La salida, al acabar el partido, se realizará por filas, de forma ordenada y sin prisas ni precipitaciones para evitar aglomeraciones.
El Frente Blanquiazul ya ha anunciado que debido a estas medidas no acudirá al partido como grupo de animación, pero invita a sus componentes a ver el encuentro de manera particular. Además, la Federación de Peñas del club ha promovido la idea de homenajear al ex capitán Suso Santana en el minuto diez con un sonoro aplauso.