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OSASUNA-ESPANYOL | LA CONTRACRÓNICA

Una génesis con Matusalén

El Espanyol vuelve a ser competitivo en su regreso a Primera y Diego López supera a Di Stéfano: ya es el perico más longevo a sus 39 años y 284 días.

Diego López, récord de edad.
AFP7 vía Europa Press

Como el incunable ‘Regreso al futuro’ o la reciente ‘Tenet’, de David Nolan, el Espanyol regresó a Primera en El Sadar, con público, curiosamente su último partido antes de la pandemia 524 días atrás, cuando un 1-0 ante Osasuna le dejó abocado a la Segunda División. Hubo momentos en los que se mezclaron el pasado con el presente y el futuro. Tanto salto en el tiempo que Vicente Moreno tuvo que apostillar en sala de prensa: “No miremos más atrás”.

Y, en aquel encuentro, el del pasado, el prepandemia, Diego López acabó expulsado para acabar de redondear la tarde de marzo. Y Abelardo Fernández, que decidió no jugar con Calleri de segundo delantero, se arrepintió luego de su estrategia. En el presente (aunque ayer ya sea pasado), Vicente Moreno sorprendió con Wu Lei, que llegó a cien partidos oficiales, y Diego López hizo historia. El gallego, solvente, seguro, no recibió goles (0-0) en un tributo a uno de los mejores guardametas españoles de las dos últimas décadas. Se retiró Sergio García con 38 años y ahora el de Lugo, capitán perico, se convierte en el Matusalén del Espanyol: 39 años y 284 días. Y lo que le queda para establecer un récord casi eterno.

Más allá del pasado y del presente, la génesis del Espanyol en LaLiga adivina también el futuro. El Espanyol compitió de tú a tú ante Osasuna, ese El Sadar siempre temido, y pudo llevarse la victoria porque a diferencia de hace dos años este equipo es de huesos anchos, quizás sin brillantez salvo las ráfagas de sus atacantes, pero duro y áspero como el acero. Supo corregir el equipo blanquiazul la asfixiante presión rojilla, los centros al segundo palo en busca de Kike García y sus deficiencias para sacar el balón limpio. Y fue a más, mejorado por los cambios, con más pegada y espacios en el segundo tiempo.

La isla de RdT y la prudencia con Gori

Más allá de las reflexiones colectivas de un Espanyol admirado por Arrasate en sala de prensa, también a través del comportamiento de los jugadores se atisban virtudes y defectos, tendencias a corregir en el mercado o durante el curso. Sergi Gómez dio empaque y Cabrera sigue dudando con el balón, mientras que Pedrosa fue un cañón y el olímpico Óscar Gil se mantuvo en la misma línea del curso pasado. David y Mérida aportaron esa lucha que requería el partido, Melamed fue demasiado impetuoso y pudo acabar expulsado en la primera mitad y Embarba tuvo la mira desviada. Dimata mejoró a Wu Lei y RdT es una isla abandonada a la que apenas llegan barcos.

Raúl de Tomás.
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Raúl de Tomás.Angel Martinez

Instalados ya en el futuro que quiere Moreno, también se produjo el debut de Gregorio Gracia, Gori, que no se arrugó y demostró criterio con el balón en los pies en los pocos minutos que jugó. El estreno de un canterano siempre es la mejor noticia pese a la prudencia del técnico. No le falta razón. También generaron ruido Pol Lozano, Víctor Gómez o Lluís López y ahora, y sin viajar aún en la máquina del tiempo, su futuro pinta lejos del RCDE Stadium o de las alineaciones. Nadie lo adivinaba al comienzo, por eso Vicente Moreno, el director de este Espanyol, sabe que las temporadas dan para infinitos saltos en el tiempo.