En busca de la afición perdida
A dos semanas para iniciar la temporada, Las Palmas cuenta con 5.013 abonados. Quienes quieren el dinero ‘perdido’ por el COVID-19 no pueden renovar.
En tiempos de incertidumbre por el COVID-19, con la pandemia marcando los tiempos de todo cuanto acontece en el Mundo, por supuesto también en el fútbol español, los clubes del balompié patrio se afanan en sus respectivas campañas de abonados, del todo telemática en el caso de la UD, trufadas por la incertidumbre propia que emana de la evolución del virus.
Justo un mes antes de que empiece la liga, el 15 de julio, Las Palmas presentó su campaña de abonados para la temporada que el equipo grancanario empezará el 15 de agosto, cuando le toca recibir al Real Valladolid en el Estadio Gran Canaria (20.00 hora insular). De momento, en el ecuador entre tan distinguidas fechas, la Unión Deportiva cuenta con 5.103 abonados confirmados para el curso que empieza. Precisamente, el primer rival amarillo tiene ya 6.000 socios.
En otros clubes de Segunda cunde una moderada satisfacción en cuanto a sus afiliados confirmados para esta temporada. En el Almería la cifra actual ronda los 5.000 abonados, cifra sensiblemente inferior en el CD Lugo: 1.000. El Ibiza continúa acoplándose con éxito al fútbol profesional, y ya tiene en torno a 2.300 socios. Hay otros equipos que optan por el mutismo absoluto, como son el Oviedo, la Ponferradina y el Tenerife. Disparado va el Sporting de Gijón, que ya ha superado los 15.000, mientras que el Málaga se mantiene a la expectativa. Viene de tener 14.000 socios, pero de momento la Junta de Andalucía solo permite el acceso de 7.500 espectadores, que suponen el 25% del aforo de La Rosaleda.
Tampoco le puede ir mejor a la SD Huesca, que ha batido su propio récord, con 8.000 abonados, y tiene a otros 1.000 en lista de espera para acceder a El Alcoraz.
Con un creciente número de contagios en Canarias, especialmente en Gran Canaria y Tenerife, no es que existan plenas garantías de que el EGC pueda abrir sus puertas dentro de dos semanas. Tampoco es que Las Palmas condicionara el acceso a ningún tipo de porcentaje de espectadores permitidos, por lo que la próxima semana podría ser decisiva en este sentido y no se descartan nuevos perjuicios para los socios amarillos.
Lejos
Sea como fuere, la cifra de 5.103 abonados con los que actualmente cuenta la UD están todavía muy lejos de los 12.383 con los que concluyó la Campaña de la temporada 2019/20, la última que pudo jugarse con público, aunque no entera. El club amenazó en su día con que aquellos socios que quisieran la devolución del dinero correspondiente a los partidos que no pudieron disfrutar no podrían renovar su carnet (Girona, Lugo, Elche, Ponferradina, Mirandés y Extremadura). Finalmente no hubo Campaña de Abonados el curso pasado, pero en esta se mantuvo tal condición. Así, aquellos aficionados que quisieran dicho importe tendrán que esperar al finalizar la misma, perdiendo de paso su condición de abonado antiguo, teniendo que empezar de cero si quisieran renovar su asiento en el Estadio de Gran Canaria.
El último partido con público en el recinto de Siete Palmas se jugó el 28 de febrero de 2020 contra el Málaga (1-1), todavía con Pedri en la propia Unión Deportiva Las Palmas.