Marcelo tiene la puerta abierta
Ante la ausencia de Mendy, al brasileño se le abre una nueva ocasión de volver a ser titular en el lateral izquierdo en el próximo comienzo de Liga. Alaba y Miguel Gutiérrez, sus rivales.
Sucedió en la primera sesión de entrenamiento. Un grupo de jugadores, con Marcelo a la cabeza, recorre a un ritmno alto los campos de entrenamiento donde suele entrenar el Real Madrid. En un momento dado, Antonio Pintus, el nuevo preparador físico de los blancos, y uno de los grandes fichajes del conjunto blanco en esta campaña, le conmina a disminuir la cadencia de los pasos. El brasileño se ha venido ejercitando con el preparador físico de Marcos Llorente desde comienzos de año y nio ha dejado de entrenar durante sus vacaciones veraniegas. A Marcelo se le ve alegre, contento, a la vez que preocupado: con la marcha de Sergio Ramos se ha convertido en el primer capitán del conjunto blanco. Le resta un año de contrato y quiere igualar (seguramente superar) a Paco Gento, el jugador madridista con más títulos ganados en la historia del conjunto blanco.
La suerte, esquiva con el brasileño las dos últimas campañas, parece haber dado un giro de guión a mejor para sus intereses: Ferland Mendy, el lateral francés que fichó Zidane hace ahora dos años, está aún lesionado: no se ha recuperado de una periostitis tibial que le impidió acabar la temporada y acudir a la Eurocopa recientemente finalizada. El lateral no se ha podido entrenar al mismo ritmo que sus compañeros en las casi tres semanas que llevan los de Ancelotti trabajando. Ese problema es una puerta abierta a Marcelo para poder empezar la campaña defendiendo el lateral zurdo blanco. La pasada campaña sólo participó en 19 encuentros entre todas las competiciones (de 52 posibles, el 36,52%). Pero de esos 19 choques, sólo completó ocho (el 42,10%). Unas cifras muy alejadas de lo que venía disputando. Cierto es que desde 2018, el brasileño parece haber dado un paso atrás en su rendimiento, pero quiere dejarlo atrás. Lo más rápido posible.
Pese a todo, el brasileño no ha perdido la sonrisa. Es más, el regreso de Ancelotti le favorece: su relación es estrecha y cercana, mejor que buena. El técnico italiano supo sacar la mejor versión de Marcelo en su primera etapa (2013-2015). Sumado a la llegada de Pintus y su trabajo extra en su domicilio hace que todo empiece tomar otro color. Ante el Glasgow Rangers volverá a liderar a sus compañeros al terreno de juego. Sabe que ni puede ni debe distraerse: la competencia acecha. Primero con Alaba, recién llegado a la Casa Blanca. El futbolista austriaco sabe lo que es jugar en dicha posición: lo hizo durante más de una década en las filas del Bayern de Múnich. Alaba prefiere jugar como central zurdo, algo que relaja cualquier tensión con el brasileño, pero en un momento dado puede actuar ahí sin problema.
La segunda amenaza la protagoniza Miguel Gutiérrez, un canterano que viene pisando no fuerte, sino atropellando a todo el que se le pone por delante: como siempre hicieron los canteranos que tiraron la puerta del primer equipo. Miguel Gutiérrez, una de las piezas clave del Madrid juvenil que levantó la primera Youth League para el Museo madridista, debutó la pasada campaña de la mano de Zidane y ya ha dejado perlas de su extraordinario talento: dio una asistencia antológica a Modric en Granada para que el croata abriera el marcador. Ese día, Marcelo no viajó a Granada. Zidane le defendió: "Si no ha venido es por sus molestias". Otras fuentes indicaban que había habido una discusión entre entrenador y jugador... Ahora se aviene una nueva campaña. Y de repente, se le vuelve a abrir otra puerta a Marcelo. Y el brasileño no quiere que se le cierre antes de tiempo...