Luis Milla: "Entono el mea culpa por los Juegos de Londres"
Nueve años después el seleccionador de entonces echa la vista atrás y analiza lo sucedido con la perspectiva del tiempo. España no pasó de la primera fase.
Con los Juegos Olímpicos de Tokio en el horizonte inmediato y con la selección de fútbol, reforzada por seis de los jugadores que acaban de formar parte de la absoluta de Luis Enrique en la Eurocopa, como firme candidata al oro, los recuerdos viajan hasta la última vez que el fútbol patrio estuvo representado, Londres 2012. También entonces las expectativas se elevaban a la máxima potencia y la desilusión fue histórica.
La selección, dirigida por Luis Milla (Teruel, 55 años), venía de ganar los Juegos del Mediterráneo (2009), ser plata en el Europeo Sub-19 y ganar el Sub-21 de Dinamarca que, precisamente, le dio la clasificación para los Juegos. Un equipazo reforzado por tres jugadores que acababan de ganar la Eurocopa 2012: Javi Martínez, Juan Mata y Jordi Alba, sin olvidar que los dos primeros ya habían ganado el Mundial de Sudáfrica.
Nueve años después el seleccionador de entonces echa la vista atrás y analiza lo sucedido con la perspectiva del tiempo. España no pasó de la primera fase. Perdió con Japón (0-1) y Honduras (0-1) y empató contra Marruecos (0-0) ya con el equipo eliminado.
¿Con el paso del tiempo ha encontrado alguna explicación medianamente lógica para explicar lo que sucedió en Londres?
Como experiencia fue maravillosa, aunque fuera muy mal en lo deportivo. Para cualquier deportista o ex, como era mi caso, poder vivir unos Juegos desde dentro, estando en la Villa Olímpica y formando parte del desfile inaugural es algo que nunca puedes olvidar. Intenté por todos los medios que los futbolistas pudieran vivir ese momento. En la Federación había quien pensaba que no era conveniente porque estábamos ya en la competición, pero al final lo logramos. Sabía que a los jugadores era lo que más ilusión le hacía. Antes de Londres, me reuní con los futbolistas y también con otros que habían ya vivido unos Juegos, como Guardiola, Kiko, Amavisca, Santi Denia… y todos me dijeron que ese era el momento álgido. Luego las cosas no salieron como pensábamos.
¿Por qué? Esa selección venía lanzada y era un auténtico equipazo.
¿Qué quiere que le diga? Lo primero, que entono el mea culpa porque tuve mi parte de responsabilidad. Como entrenador no lo hice bien, podría haberlo hecho mejor. Vamos, tenía que haberlo hecho mejor. Insistí mucho en contar con los tres jugadores mayores: Javi Martínez, Mata y Alba. Creía que nos iban a dar un plus de competitividad. No busco excusas, pero pasaron una serie de circunstancias que no nos dejaron rendir como yo esperaba. Intenté hacer una preparación más corta de lo normal para que los jugadores llegaran más descansados y puede que luego nos quedáramos cortos. Por ejemplo, los tres jugadores del Athletic, que habían trabajado esa temporada con Bielsa, llegaron con un gran desgaste físico. No pudimos recuperarles como pensaba. Muniain se pasó todos los Juegos lesionado. Con Ander sólo podíamos contar para unos minutos. Antes se nos había lesionado Thiago… Son pequeños detalles que no quiero que suenen a excusas. Por no entrar ya en los partidos en sí…
No se ganó ni a Marruecos cuando ya estábamos eliminados.
Sí, sí. Para las selecciones europeas fue todo muy complicado. Todos, menos el Reino Unido, que era local, se quedaron fuera en la fase de grupos. Eran fechas malas para nosotros. Aun así, el segundo partido, ante Honduras, de repetirse, de diez hubiéramos ganado diez. Tres postes, un par de penaltis que no nos pitaron. Contra Japón nos costó en entrar… y ese primer partido nos marcó.
Reconoce que se equivocó, ¿en qué exactamente?
En lo que he comentado… Quizás no tomé una serie de decisiones que en la Federación no se vieron bien y no las saqué adelante, pero ahora no es el momento de ponernos a decir cuáles fueron. Se creó una armonía dentro del grupo, allí en Londres, que no ayudaba demasiado. Pero lo más importante, repito, fue la preparación. Nos equivocamos. Teníamos que haberle dado más entrenamientos y menos descanso. Japón llegaba de estar dos meses juntos. Los sudamericanos y asiáticos llegaron mejor. Pero no quiero utilizarlo como excusa porque teníamos grandes jugadores. Eran muy buenos y lo han demostrado después. Se entró en una dinámica negativa y no supimos salir de ella. Hasta entonces habíamos tenido una dinámica positiva que nos llevó allí. Pero repito, tantos años después, entono el mea culpa y no olvido los tres años anteriores.
Por sus palabras noto que aquella eliminación tampoco le dejó muy estigmatizado.
Siempre duele. ¡Claro que duele! Eran unos Juegos, pero cuando en las selecciones inferiores trabajas con gente joven, además de los resultados, siempre es importante el proceso. Por eso no olvido los tres años anteriores. Fuimos campeones de Europa Sub-21, en Dinamarca, jugando muy bien al fútbol. Con un estilo propio. Los jugadores que tuve esos cuatro años fueron progresando juntos y después se mantuvieron en la absoluta. Al Mundial 2014 fueron seis; a la Eurocopa 2016, cuatro; al Mundial 2018, cinco y a la reciente Eurocopa, De Gea, Azpilicueta, Alba, Koke… más Thiago que hubiera estado en Londres de no haberse lesionado. Creo que cara a la Federación hice mi pequeño trabajo, además de afianzar una idea de juego que existía entonces y sigue existiendo ahora. Esos jugadores han tenido su camino en la absoluta.
Pero su carrera pudo quedar marcada por aquello.
Puede ser. No digo que no. Al final cada uno hace su carrera. Yo salí de la Federación, me fui a los Emiratos Árabes, a un club de Primera división. Después en España entrené en Segunda dos años. Me fui a Indonesia… Ahora he podido volver, pero no creo que sea el momento. Posiblemente me hubiera podido ir mejor si no se hubiera dado aquello, pero el fútbol es así. Me he pegado dos pequeños trompazos, aquel y el de Zaragoza, que fueron seis meses malos. Incluso creo que el segundo fue peor que el primero y ahora tengo la sensación de que no estoy en el mercado.
Esa es la sensación que tiene como entrenador…
Un poco sí. La profesión se ha puesto muy cara. Cada vez hay más entrenadores. Sale gente joven, gente preparada. Me siento entrenador, pero por lo menos me siento dentro del fútbol como comentarista. Lo que sí creo es que cada vez se nos penaliza más a los técnicos cuando no se consiguen unos objetivos, sin tener en cuenta las circunstancias que se dan en cada caso.
Un último detalle. ¿Cómo ve que a Tokio vayan seis jugadores de los que han estado en la Eurocopa a los Juegos?
Bien. Son jóvenes, tienen esa ilusión. Seguro que les preguntaron y dijeron que querían estar. Se lo han ganado. Ellos trabajaron con ese grupo, con ese técnico y lo más importantes es que han ayudado mucho a Luis Enrique estando todavía en edad de sub-23. Nosotros lo hicimos con Javi Martínez, Mata, Adrián… Puede que sea mucho ‘tute’ para la cabeza, pero son muy jóvenes. Los técnicos saben dosificar los trabajos. Pero estamos hablando de la Selección y de unos Juegos Olímpicos y eso te vuelve loco.
"España es una selección reconocible"
Luis Milla se ha empapado la Eurocopa del primer al último partido. Hasta tomando notas como buen entrenador que se precie.
¿Qué le ha dejado futbolísticamente el torneo que acaba de finalizar?
La impresión de que el fútbol está cada día más igualado. La confirmación de la tendencia de que cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Se ha igualado todo en lo físico y en el táctico y el apartado técnico ya no tiene tanta prioridad porque cada día se trabaja mejor, los equipos son más compactos y los que son superiores en lo físico hacen partido a los que son superiores técnicamente. De la igualdad ha surgido la emoción. Las prórrogas, las tandas de penalti han sido producto de esa igualdad. Y eso es bueno para el fútbol. Los grandes tienen que dar una vuelta de tuerca y ya no les vale con tener mejores jugadores. Austria, Suiza, Republica checa… eran auténticas rocas.
Ha sido la Eurocopa del equipo por encima del jugador.
Ya lo decía Di Stéfano, no hay mejor jugador que el equipo entero. Y ahora se prioriza más. Para contrarrestar a los que tienen mejores jugadores solo puedes trabajar como un equipo.
¿Y España qué le pareció?
Bien. Empezó mal. Fue de menos a más, pero esto es normal en estas competiciones cortas. Cuando eres un equipo como España con creatividad, con buenos futbolistas, juegas con miedo a no perder el primer partido y luego te vas soltando. El punto de inflexión fue el partido contra Eslovaquia. A partir de ahí siguió creciendo. Lo más importante de España es que es una selección reconocible. Ganar es lo más complicado. Tenemos que olvidarnos de la generación que lo ganó todo, pero hay que intentar estar ahí. Hay material para ello. Siguen saliendo jugadores de ese perfil y por ahí nos tenemos que mover. En esa idea y en ese estilo y si pierdes en semifinales por penaltis pues eso es el fútbol.