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Carrascosa cuida la mente de los leones en Lezama

Se ha incorporado al cuerpo técnico de Marcelino como psicólogo para descargar de esa responsabilidad que atenazó a los jugadores en las dos finales de Copa perdidas.

Carrascosa, en Lezama estos días
AIOLDIARIO AS

Los jugadores del Athletic se han encontrado estos días, desde el inicio de la pretemporada, con un nuevo rostro en Lezama, al margen de Petxarroman. Otro compañero de fatigas, un profesional que engrosa las filas del cuerpo técnico. Se trata de José Carrascosa, un psicólogo y pedagogo catedrático de Enseñanza Secundaria (Orientación) que ya coincidió con Marcelino en el Valencia. No son el club ché y el Athletic los únicos en los que ha trabajado. También ha estado en el Sevilla, Levante, Real Valladolid, Rayo Vallecano, Nàstic de Tarragona, Real Oviedo, Castellón, Sabadell y Alicante. Y ha tenido una incursión en la primera categoría femenina del baloncesto español, en el histórico Ros Casares-Godella. También ha trabajado con deportistas y entrenadores de deportes individuales como el tenis, natación, automovilismo, kárate, atletismo, bolos y ciclismo.

Carrascosa forma parte del plan establecido por Marcelino de cuidar hasta el más mínimo detalle del físico y la mente. Ya hay 21 integrantes en el cuerpo técnico, con las bajas que está registrando estos días son más que los jugadores. Encabeza un grupo en el que están Rubén Uría (segundo), Aitor Iru (porteros), Ismael Fernández (preparador físico), Sergio García (ayudante del preparador físico), Bruno Uría y Pablo Manzanet (analistas), Alberto Iglesias (técnico), Josean Lekue (jefe del servicio médico), Paco Angulo (médico del primer equipo), Juan Manuel Ipiña (enfermero), Álvaro Campa e Isusko Ortuzar (fisioterapeutas), Xabier Clemente e Imanol Martín (readaptadores), Alberto Torres (readaptador físico), Sendoa Agirre (delegado), Jon Escalza, Iker López y Josu Arambarri (encargados del material).

El técnico asturiano está especialmente obsesionado con tener a la gente en plenitud física, porque su estilo de juego requiere mucho desgaste. Y el aspecto psicológico cada vez cobra más importancia entre los futbolistas de élite. Iñigo Martínez renunció a la Eurocopa por saturación. "Desde hace un tiempo no me encuentro al cien por cien ni física ni mentalmente para competir al nivel de exigencia máxima que requieren las camisetas del Athletic y de la Selección. Tras meditarlo profundamente junto a mi entorno, he llegado a la conclusión de que por honestidad con estas camisetas y conmigo mismo, debo parar. Dar un paso al lado para desconectar, recargar las pilas y recuperar prontamente la fortaleza que siempre me ha acompañado", justificó. La cabeza también pesó mucho en las finales de Copa de La Cartuja. El exceso de responsabilidad agotó a los jugadores antes de salir al campo y bloqueó su talento, un aspecto en el que incide mucho Carrascosa. Se propone como lema de vida que las obligaciones "se conviertan en desafíos, retos, y desaten lo mejor de cada uno". 

Y ahí es donde entra en escena el nuevo psicólogo rojiblanco, en aligerar la carga psicológica de los leones. Se trata de un profesional que ha colaborado en logros deportivos de equipos y deportistas en la Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Europa League, Supercopa de Europa... y ha impulsado a la conquista de medallas olímpicas, marcas europeas y Mundiales. El colaborador de Marcelino se considera un “artesano de la educación y el desarrollo emocional".

Carrascosa está al frente de la empresa Saber Competir, que surgió a partir de su trabajo profesional desarrollado durante 28 años. Formó un equipo de trabajo de psicología del deporte y a partir de ahí, está aplicando sus conceptos en Lezama, donde se le ve estos días en contacto directo con la plantilla a pie de campo en las sesiones. Con cada uno va repitiendo pautas sobre cómo solucionar los conflictos del vestuario, la relación con la prensa y la creación de un clima emocional positivo en el equipo.También ha trabajado con Juande Ramos y Michel. "Cuando nos vemos invadidos por la ilusión, el rendimiento es mayor que cuando nos sentimos atenazados -sostiene-. El rendimiento es un estado de ánimo, un aspecto sobre el que el deportista debe trabajar, porque le hace mejorar. Hace años me sentía un poco 'brujo' y ahora es un trabajo más aceptado. Un psicólogo no trabaja con deportistas que tienen problemas, es un aspecto más de la preparación".