Butarque mira a la izquierda
El Leganés busca enmendar la ausencia de atacantes zurdos la pasada campaña, cuando sólo tenía cinco entre 27 futbolistas y ninguno extremo. Quintillà, primer refuerzo, es zurdo.
Butarque es nación de derechas. De piernas derechas, se entiende. Jugó la pasada temporada el Leganés sin apenas zurdos en su plantel. El asunto se hacía especialmente llamativo de tres cuartos de cancha para arriba, donde los hombres que manejaran la izquierda con más soltura que la diestra eran excepción, por no decir que ausencia. Por eso ahora, entre las prioridades a la hora de potenciar la plantilla se encuentra la de hallar futbolistas que, efectivamente, sean zurdos y ataquen en su hábitat natural cuando pisen ese costado.
El primer refuerzo blanquiazul ha sido zurdo. Xavi Quintillà es lateral zocato. Primera aportación empezar a rellenar las vacantes en esa banda. Porque el equipo que dirigió Martí primero y luego Garitano sólo contaba con cuatro zocatos en su plantilla: Ignasi Miquel, Jonathan Silva, Lasure y Javi Hernández. El quinto era portero. Cuéllar usaba la zurda, pero lo suyo era más detener balones en su meta propia que atacar porterías ajenas.
Y pese a semejante sequía de zurdos, el Leganés fue el 9º equipo de Segunda que más goles hizo con la izquierda. En total, 14, de los que la mitad se repartieron entre un ambidiestro (Arnáiz, cuatro dianas) y un defensa, éste sí, de pierna izquierda (Javi Hernández, tres dianas).
Demanda de zurdos
El asunto pudiera parecer anecdótico, pero no lo es tanto para un cuerpo técnico que, de cara a la próxima temporada, le gustaría contar con más jugadores que en ese costado zurdo puedan jugar a pierna natural para ejercer la habitual función de un extremo: regatear, correr, apurar línea de fondo y ponerla. Tarea (relativamente) sencilla sin candidatos el curso anterior. Literal.
De los muchos hombres que podían jugar como extremos, ninguno de los que se volcó a la izquierda era en verdad zurdo. Arnáiz, Bua, Sabin Merino, Róber Ibáñez o Brandon Thomas, todos eran diestros con habilidades a pierna cambiada, pero entre ellas no estaba la de poner balones en largo con el pie que se correspondía con la banda en la que jugaban.
Un vergel de zurdos
Tanto es así que a lo largo de la temporada las asistencias que llegaron desde el costado izquierdo llevaron la firma de un defensa. Jonathan Silva regaló dos pases de gol. Fin de la aportación zurda a esta estadística buena para el argentino, pero escasa para el resto de sus compañeros y, sobre todo, para Asier Garitano, al que le gustaría contar con más recursos en ese costado.
Cabe recordar que bajo su pizarra, el ascenso se consiguió con un extremo zurdo reinando como máximo goleador y asistente (Szymanowski, 13 goles, 8 pases de gol) que después repitió en Primera como máximo artillero (ocho dianas).
Es más, con Garitano al frente, el Leganés llegó a ser un vergel de zurdos: Siovas, Diego Rico, Raúl García, Gabriel, Gumbau, Szymanowski y Omar Ramos. Todos menos el primero, menos Siovas, con vocación ofensiva. De ahí que no resulte raro el deseo del Leganés de repoblar con zurdos su plantilla.