Gallar espera al nuevo técnico para esclarecer su futuro
El extremo regresa al Girona, con el que tiene contrato hasta 2023, tras su cesión en el Cartagena. Firmó hace tres cursos y busca asentarse en el club rojiblanco.
Sin entrenador, poco, o nada, se puede avanzar en la planificación de una plantilla, pero lo que es seguro es que Álex Gallar está ante una nueva oportunidad de demostrar, en Girona, que tiene mucho fútbol que ofrecer. El extremo llegó al club rojiblanco la temporada 2019-20 procedente del Huesca tras abonar más de un millón y medio de euros y aún se espera que sea un jugador determinante. La pasada campaña se marchó cedido al Cartagena con el objetivo de reivindicarse y sumar minutos y ahora ha regresado a Girona con la intención de convencer al nuevo técnico y comprobar si tiene sitio o no.
Gallar cuenta con contrato hasta 2023 con el Girona y quiere volver a ser un jugador que marca diferencias. Como mínimo, buscará quitarse la espina de la temporada de su llegada a la entidad gerundense, la 2019-20, porque estuvo repleta de expectativas y pudo cumplir pocas. Es cierto que participó en 39 encuentros aquel curso (32 de Liga, cuatro del playoff y tres de Copa del Rey), aunque nunca fue un fijo para ninguno de los cuatro entrenadores de aquel año (Unzué, Juan Carlos Moreno, Martí y Francisco). Es más, finalizó la temporada con sólo cuatro asistencias, ningún gol. Vivió un año complicado e irregular porque únicamente logró disputar tres partidos de Liga completos y cuando llegó Francisco, en las últimas seis jornadas, su rol fue muy secundario. Es más, en el playoff de ascenso estuvo en los cuatro duelos que disputó el Girona, ante Almería y Elche, pero en el que más participó fue en el de ida de la final contra el Elche y no pasó de los cuatro minutos de juego. Dado que Francisco siguió en el banquillo rojiblanco, Gallar no quiso vivir una campaña con pocas oportunidades y por ello, en verano le transmitió su deseo de salir. Encontró acomodo en el Cartagena, como cedido, y allí, la pasada temporada, disputó 27 partidos (26 de Liga y uno de Copa) y firmó dos goles y seis asistencias.
Ahora, finalizada su cesión, Gallar vuelve a ser jugador de pleno derecho del Girona y en la entidad rojiblanca confían en él. Consideran que es un futbolista muy aprovechable y que puede llegar a marcar diferencias en Segunda porque además de sumar 96 encuentros en la categoría, jugó 25 en Primera con el Huesca. Tres cursos después de su fichaje espera encontrar acomodo en el primer equipo gerundense y de ahí que también esté a la expectativa de ver quién es el nuevo entrenador. Convencerle, vital.