NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

COPA AMÉRICA

Firmino en la necesidad de Brasil

El delantero de la canarinha, pese a partir desde el banquillo para Tite, es una solución en ataque para otorgar mayor orden y coherencia a los ataques.

Actualizado a
Soccer Football - Copa America 2021 - Group B - Brazil v Colombia - Estadio Nilton Santos, Rio de Janeiro, Brazil - June 23, 2021 Brazil's Roberto Firmino celebrates scoring their first goal REUTERS/Ricardo Moraes
RICARDO MORAESREUTERS

No es nada nuevo que Roberto Firmino, pese a jugar como delantero, tenga cosas en su fútbol que le alejan del área para incidir más en lo que hace su equipo para llegar a ella. Un jugador que luce más en otras zonas del campo. Visto en el Liverpool, para Brasil y Tite tenerle en plantilla es una gran noticia. Un organizador para los ataques, capaz de actuar en cualquier momento de un partido para ofrecer soluciones si las cosas están atascadas.

Firmino ingresó tras el descanso para jugar ante Colombia. En el intento de dar más claridad y orden a los ataques de la selección, su segunda parte tuvo un impacto positivo. Acostumbrado a ejercer más como un apoyo que como un finalizador, el del Liverpool consiguió repercutir en el juego de Brasil. Ocupando de una forma eficiente el carril central, su rol se amoldó al der ser un hilo con el que contactar en ataque para sus compañeros. A la espalda de los centrocampistas rivales y sacando a los defensas de zona, supo compenetrarse con Neymar para intervenir y hacer que los rivales sufrieran.

Repartiéndose el carril central con Neymar, el cual aparecía por el lado izquierdo mayormente (y Firmino por el derecho), Tito dotó a ambos jugadores de libertad total a la hora de avanzar o retrasar metros. Neymar intervino más, pero Firmino consiguió que los ataques de Brasil tuvieran una mejor organización. Ya no solo para llegar a la estrella de la selección, sino también para conseguir acercarse al área de Colombia.

Síntoma de esto no solo fueron las intervenciones con el esférico, sino que en los gestos se notó a un Firmino que entró al campo para que fluyera más el juego. Cuando pedía la pelota al encontrarse solo, señalando a sus compañeros dónde mandar los pases para encontrar a jugadores que estuvieran más liberados...Estuvo activo constantemente con el objetivo de agilizar ofensivamente a la verdeamarelha.

Hizo el gol del empate y dio la posibilidad a Brasil de dar la vuelta al marcador. Su taconazo para Neymar en la jugada que acabó con la pelota dando en el poste fue otra cosa que aporta Firmino en el terreno de juego: chispazos de genialidad para encontrar el peligro. Pero ante todo, Tite obtuvo un plan B de lujo. Un organizador que juega como delantero, que hace de puente entre sus compañeros, y que sirve como respuesta cuando el juego en campo rival está atascado.