El Leganés cumple 93 años apoyado en cinco pilares para crecer
Tal día como hoy, en 1928, se fundó el Leganés. Hoy la entidad basa su expansión en claves como el retorno a Primera, la consolidación de su masa social o la digitalización.
Aquel 23 de junio de 1928, cuando se fundó el Club Deportivo Leganés, no sabían sus padres creadores que 93 años más tarde, ese modesto equipo heredero del Club Deportivo Once Leones evolucionaría a una institución deportiva capaz de haber jugado cuatro años en Primera División y ser, por méritos propios, equipo grande en Segunda. Abandonar la categoría de plata es uno de los objetivos básicos que se marca el club en el corto plazo. Pero hay más. Son cinco los pilares hacia los que se proyecta una entidad que hoy está de cumpleaños y que tiene en la palabra ‘crecimiento’ el eje de su existencia.
Crecimiento entendido en esa media decena de campos fundamentales. El primordial (obvio) es el deportivo. Tras el descenso a Segunda, el Leganés quiere retornar a la élite. Un objetivo natural consecuencia de cuatro años entre los mejores que, sin embargo, se torna más complejo una vez se ha desaprovechado el posible rebote del primer año tras perder la categoría. Sin las ayudas al descenso, y aunque el club se mantiene saneado, el potencial deportivo de la plantilla no podrá ser el mismo que el curso pasado.
Aún así, en el seno del club reconocen que la ambición seguirá latente sin convertirlo en una obsesión. “Queremos estar entre los mejores, estar entre los ocho primeros”, argumentó Garitano en AS. Meses antes ya había dejado claro que “para el Leganés estar en Segunda jamás puede ser un problema”, en un mensaje que mezcla la ambición de querer dar el salto con la presión justa para evitar que el anhelo arrastre al equipo al pozo como sucedió con otros equipos crecidos en su deseo por volver a Primera.
El retorno tras la Pandemia
En la estela del pilar deportivo se desarrollan los otros tres en los que basa el Leganés sus anhelos de ser más grande. Mejor. Fundamental es la consolidación de una masa social que, con los últimos éxitos (ascenso a Segunda, ascenso a Primera) ha crecido notablemente, pero al que la pandemia y la pérdida de categoría ha mantenido en estado latente.
Es éste asunto fundamental de un club que, a lo largo de la temporada, ha tratado de desarrollar iniciativas que desde la distancia mantuviera el nexo entre su gente y el equipo. La nueva campaña de abonados se basará en esta idea. Quiere el Leganés que ver camisetas por la ciudad no vuelva a ser rara avis, sino costumbre como en el último lustro.
Digitalización y la marca Leganés
Para ello (tercer pilar) el club se ha sumergido en un plan de digitalización con el que modernizar la institución y hacer más accesible todos sus servicios, no sólo a la masa social (que también) sino a sus empleados e incluso jugadores y cuerpo técnico. Modernidad acelerada que ya pasó un test importante cuando al final del último curso, a la carrera, tuvo que lanzar un servicio telemático de venta de entradas selectivo para los 1.500 afortunados que pudieron vivir in situ el duelo ante el Rayo en los playoff. En apenas un par de días la entidad desarrolló un sistema eficaz más allá de fallos puntuales que, por ejemplo, en el caso del Rayo se convirtieron en un problema serio.
Esa imagen de club del siglo XXI es otro de los pilares clave hacia el que quiere crecer un Leganés que, desde hace tiempo, viene tratando de impulsar su marca institucional como una seña propia y distintiva del resto de clubes con los que compite. La cercanía, el humor, la proyección de los valores trabajadores de la ciudad y la complicidad con sus aficionados son algunos de los elementos que conforman la marca Leganés.
Crecimiento internacional
El último pilar del Leganés traspasa las fronteras de España. Desde 2019 el club puso en funcionamiento un plan de internacionalización que la pandemia y el descenso han ralentizado, pero que con la reapertura de fronteras volverá a tener protagonismo. La apertura de escuelas y relaciones internacionales con entidades extranjeras o la presencia en mercados como el japonés (aprovechando el fichaje de Gaku Shibasaki) son algunos de los hitos en este campo, otro de esos hitos que hace 93 años parecían imposibles de imaginar cuando se fundó el Club Deportivo Leganés.