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EUROCOPA | MACEDONIA DEL NORTE

Pandev, pasillo al héroe nacional que devoraba seleccionadores

Hasta 14 distintos ha tenido –el último, Angelovski, también se va– durante sus 20 años en Macedonia del Norte, a la que deja por tercera y definitiva vez y en lo más alto.

AMSTERDAM, NETHERLANDS - JUNE 21: Goran Pandev of North Macedonia is given a guard of honour from team mates as he is substituted during the UEFA Euro 2020 Championship Group C match between North Macedonia and The Netherlands at Johan Cruijff Arena on Ju
Peter Dejong - PoolGetty Images

Un desagradable litigio con la Lazio acabó por llevarlo, en enero de 2010, al Inter de Milán, con el que cuatro meses después disputaba y conquistaba en el Bernabéu la final de la Champions contra el Bayern de Múnich (2-0). Un golpe de suerte tras una muesca de la vida. Así ha sido la trayectoria de Goran Pandev también en la selección de Macedonia del Norte, con la que ha conseguido disputar un gran torneo, la Eurocopa, a los 37 años. Y, en general, así ha sido su recorrido vital: seguramente el único internacional de su país que albergue recuerdos previos a la independencia, en 1991.

Por todo lo alto, con el regalo de una camiseta Oranje por parte de sus rivales y con el pasillo que le brindaron sus compañeros durante el partido ante Países Bajos en el Johan Cruyff Arena, deja la selección Pandev, aunque para no colgar las botas tras vencer su contrato con el Genoa espera un giro inesperado, como aquel que le llevó a iniciar un idilio con Jose Mourinho. Admiración mutua. Por él votó, o eso denunció, como capitán macedonio para el Balón de Oro a mejor entrenador de 2012, pese a que la FIFA se lo había contabilizado a Vicente del Bosque.

Porque, si la cosa va de técnicos, en los 20 años y dos semanas que el macedonio ha sido internacional absoluto, ha sobrevivido a hasta 14 seleccionadores distintos: de Srecko Katanec pasando por John Toshack y hasta Igor Angelovski, el actual, que también deja el combinado y que fue crucial para que Pandev pudiera llegar al primer gran torneo del país.

No en vano, en dos ocasiones había abandonado la selección el atacante, con carácter a priori definitivo. La primera, en 2010, se debió a la frustración por haber empatado ante Armenia en los clasificatorios para la Eurocopa de 2012, aunque a los dos partidos regresó. Mucho más consistente fue la segunda, en 2013, cuando Macedonia había terminado última en su fase de acceso al Mundial de Brasil-2014 y Pandev dedicó una extensa carta a razonar su marcha.

“El entorno espera un éxito que no tiene fundamento, por eso jugamos cada partido en casa como si fuera el extranjero”, lamentaba. “Me podéis culpar a mí de todos los males de la selección y del fútbol macedonio”, afirmaba también, a la vez que arremetía contra las condiciones semiprofesionales que debían soportar los jugadores.

Fue precisamente la llega de Angelovski, en 2015, quien acabó por convencerle para regresar. Y, aunque tenía previsto de nuevo retirarse en 2020, la aparición de la pandemia, el atraso de la Eurocopa y la clasificación de Macedonia del Norte –de la que él, como no podía ser de otra manera, fue protagonista con el decisivo gol en la eliminatoria frente a Georgia– postergaron ese momento, inevitable ahora después de 122 partidos jugados desde 2001 y 38 goles, el último, en su debut en esta Eurocopa frente a Austria. El gran héroe de su nación, que trasciende al fútbol.

Goran Pandev, batiéndose el cobre con Frenkie de Jong en sus últimos minutos como internacional.
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Goran Pandev, batiéndose el cobre con Frenkie de Jong en sus últimos minutos como internacional.Olaf Kraak - PoolGetty Images

La finalización de su contrato con el Genoa, en el que esta temporada había anotado siete goles y repartido siete asistencias –cifras más que correctas, en la Serie A, e impropias de un veterano que no descarta la retirada– puede precipitar su carrera profesional sobre el césped, pero solo como futbolista.

Jugador de entrenadores, como Mourinho o Angelovski, y con esa vocación de mejorar el balompié en su tierra, en 2010 Pandev abrió su propia academia, comandada por su hermano, que ha crecido hasta el punto de que ha llegado a participar en las fases previas de la Europa League y que uno de los internacionales macedonios de esta Eurocopa, Marjan Radeski, milita en ella. Así que, ahora o a medio plazo, el exjugador de Ancona, Nápoles o Galatasaray regresará a Strumica, su ciudad natal. Donde todo comenzó hace ya casi 38 años.