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RAYO VALLECANO

Trejo, el señor de los ascensos

El capitán ha subido a Primera tres veces con el Rayo, las mismas que Míchel y sólo una menos que Cota, quien ostenta el récord. Además, como ya hiciera ante el Xerez, marcó en Montilivi.

Actualizado a
Trejo celebra el 0-2.
Eddy KeleleDIARIO AS

Trejo se ha convertido en el señor de los ascensos. El capitán fue el autor del definitivo 0-2 en Montilivi, que confirmaba la remontada y el regreso del Rayo a Primera dos temporadas después. Y así vivió el tercer ascenso de su carrera, el tercero vistiendo la Franja (10-11, 17-18 y 20-21), algo que le mete de lleno en el Olimpo rayista, puesto que sólo una leyenda ha llevado al equipo más veces a la élite que él: Cota  (cuatro: 88-89, 91-92, 94-95 y 98-99). De momento, el argentino ya ha conseguido igualar a Míchel (tres: 94-95, 98-99 y 10-11).

Además, como ocurrió en su primer año por Vallecas, hace ya una década, el Chocota tuvo un papel protagonista en el partido decisivo. En la 10-11 fue el encargado de abrir la lata contra el Xerez, rematando un centro de Aganzo fruto de una contra del Rayo. Un gol especial en un momento difícil, por eso aún conserva ese vídeo en el móvil. "Cuando tengo un bajón lo miro", confesaba tiempo atrás a AS.

Este tanto de Girona también se fraguó en un contragolpe, nacido en un robo de Andrés y comandado por el otro héroe del duelo, Álvaro, que divisó a Trejo y se la puso en el punto de penalti. Fueron instantes de intriga y emoción. El argentino intentó controlar y tocó Franquesa, aunque finalmente logró rematar para confirmar el sueño justo antes del descanso.

Nada más terminar el choque, el Chocota se deshizo en un emotivo llanto. "Creíamos mucho. Se lo dedicamos a nuestra gente. Este es el regalo del equipo por haber confiado en nosotros", explicó en Movistar, antes de tener un recuerdo a su familia: "Era el día del padre en Argentina y aprovecho para dedicarle la victoria al mío. Hace dos años lo perdimos y estaba seguro de que hoy me acompañaría. No me ha defraudado".

El capitán ha sido fundamental en este ascenso. Un líder silencioso, como le definió Míchel. La atalaya a la que aferrarse en los peores momentos, aunque él se sacude los halagos para centrarlos en el bloque, en el vestuario: "El compañerismo ha sido la clave. No era fácil, hemos llegado, nos pegaron en el bus, nos decían de todo, pero eso nos da mucha fuerza y este grupo, cuando ha tenido que poner los huevos sobre la mesa, los ha puesto".