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Las Palmas

Pepe Mel: “El debate interno sobre mí demuestra que la Unión Deportiva Las Palmas está viva”

El entrenador de la UD atiende a AS desde su casa, en Sevilla. Mantiene su apuesta por el factor humano: “A los futbolistas no se les puede mentir”.

Pepe Mel: “El debate interno sobre mí demuestra que la Unión Deportiva Las Palmas está viva”
Carlos Diaz-RecioDIARIO AS

En tiempos donde los clubes se empeñan en mantener una coraza informativa que los aleja todavía más de los aficionados, el responsable del primer equipo de la UD se exhibe como un particular mirlo blanco. Siempre servicial en su trato con la prensa que rodea a Las Palmas, al otro lado del teléfono se expresa un hombre relajado, tranquilo desde la acalorada paz que le transmite su casa de Sevilla. Atento, paciente, lo mismo da que sea en una de las casi 100 ruedas de prensa que dio la temporada pasada que en entrevistas como esta.

Relajado pero, en cualquier caso, siempre alerta a su oficio. “No estoy en Canarias pero sigo trabajando”, insiste Mel. Reconoce contacto diario con el médico o el delegado, “que lo tiene que tener todo perfecto cuando nos vayamos a La Manga”. También, por supuesto, con Luis Helguera, el director deportivo: “Altas, bajas, partidos amistosos, rivales…”. Vacaciones sin pleno descanso.

El 5 de julio comienza un nuevo periplo en el banquillo de la UD. Lejos de sentirse inquieto al saber que había más candidatos para el banquillo, se mostró confiado. “Me quedo con que al final, tras haberse reunido con 3, 4, 5 o 1.000 entrenadores, lo que deciden es quedarse con Pepe Mel. Me reafirma en muchas cosas, y no tengo por qué tener dudas de nada; todo lo contrario”, insiste el madrileño.

En una temporada mediatizada por una ingente cantidad de lesiones y los efectos de la COVID-19, especialmente tras regresar de Mallorca, le da a su equipo “un suficiente alto”. Y consciente de los problemas de su equipo, avisa: “Lo que pensamos, ya desde la pretemporada, es en construir el equipo a través de una buena defensa”.

Primera pregunta, obligada: ¿Qué nota le pondría, con su correspondiente justificación, a la temporada de la UD?

Obviamente, el equipo no ha estado ni de sobresaliente ni de notable. Hemos tenido muchos altibajos, pero el club nos puso un objetivo que había que cumplir sí o sí salvando todas las dificultades que encontráramos por el camino. Con la puntuación que han hecho los cuatro que han bajado, el grupo se salvó con mucha antelación. Un suficiente alto para mí sería lo correcto. Sobre todo, también, por todos los avatares del año como las bajas de COVID o las lesiones.

Un entrenador de fútbol profesional que durante su día a día tiene que gestionar a un grupo de tanta gente, mucho más amplio que los 25 futbolistas, ¿puede desconectar completamente en vacaciones?

Es imposible precisamente por lo que dices. Por ejemplo, estoy permanentemente en contacto con el médico porque tenemos que hacer grupos para las pruebas médicas; aunque el equipo empieza a entrenar el día 5 de julio, tenemos que tener grupos para las pruebas médicas, las de COVID, los de los fichajes, gente de la cantera que no tenemos controlada… Con el delegado del equipo también tengo que tener contacto directo porque nos vamos a La Manga, y por lo tanto lo tiene que tener todo perfecto y masticado para que el equipo llegue allí y no tengamos ningún problema. Con Luis Helguera, imagínate: fichajes, bajas, altas, partidos amistosos, el orden de los partidos que queremos David Gómez (preparador físico) y yo, contra qué rivales queremos enfrentarnos… Por tanto, no estoy en Canarias pero sigo trabajando.

Le pregunto por Las Palmas, pero el ejemplo puede ser extrapolable a cualquier equipo: ¿Qué mérito tiene conseguir tu objetivo tras una temporada con tantos condicionantes? Burbujas en los viajes, COVID…

Es mérito de todo el club. Qué te voy a explicar: tenemos la insularidad, algo que en estas cosas nos perjudica todavía más. Hacemos muchos miles de kilómetros más que cualquier equipo de la competición salvo el Tenerife, con el que estamos a la par. Eso, como hemos hablando muchas veces, tiene un coste. Para el cuerpo técnico y los jugadores es el entrenamiento previo al partido, que no tiene mucha calidad, lo mismo que ocurre con el post partido. Si a eso le añades la pandemia que nos ha azotado a todos, y que a nosotros nos ha castigado duro en el plantel de jugadores, creo que es mérito de todo el club haber sacado esto hacia adelante.

¿Tan complicada de llevar era esa burbuja de los partidos fuera de casa?

Por protocolo de la liga no podíamos ni salir a pasear. Piensa que con nosotros ha estado, todos los días de la semana y todas las horas que hemos pasado en Barranco Seco, un inspector de LaLiga. Estaba pegado a mí. Está viendo todo lo que estamos haciendo, nos dice lo que podíamos hacer y lo que no. Creo que todos hemos hecho un curso acelerado de este fútbol en pandemia. Es curioso que nosotros llegamos el último día a Logroño<. los futbolistas del Logroñés, al estar en su ciudad, se podían mover y salir pero nosotros, que estamos de visitantes, no podemos movernos del hotel. Para mí son incongruencias del protocolo marcado por LaLiga y que tenemos que aceptar.

En la temporada pasada hubo dos partidos clave. Para lo bueno, el de Mallorca: 0-1 y la sensación, expresada además por usted, de que el equipo podría hacer grandes cosas. Para lo malo, la visita al Espanyol: 4-0 y la evidencia de que Las Palmas había llegado a su límite.

En Mallorca estuvimos muy a gusto en el partido, creo que hicimos bien todas las facetas del juego. Encontramos el modelo de 11 que nosotros estábamos buscando, con una forma de jugar y una manera de plantarnos en el campo con un sistema definido. ¿Qué pasó? Tuvimos la mala suerte de que, en ese viaje de vuelta, tres futbolistas cayeron con el COVID-19 y estuvieron apartados casi tres meses, entre ellos Rober y Óscar Clemente. Solo pudimos hacerlo en ese partido porque ya, como dije, hay jugadores que estuvieron fuera. Y en Cornellá tuvimos un mal día contra el peor rival, que se jugaba el ascenso. Esta es otra de las cosas que tiene esta liga: nosotros nos enfrentábamos al Espanyol, que estaba midiéndose por el ascenso. Y no es lo mismo ir a Cornellá con este equipo ascendido que jugándoselo todo. Pero sí es cierto que tuvimos un mal día, todo lo interpretamos muy mal. Encima estuvimos 60 minutos con 10, y fuimos muy castigados. Es lo que lleva a ser nuestra campaña: no hemos encontrado ese paso que nos hiciera estar más arriba. Si lo piensas, hemos sigo novenos estado cerca de los equipos de arriba, pero nos faltó ser más regulares.

Creer que se pudo hacer algo más parece un buen punto de partida de cara a lo que viene.

Cuando termina una temporada lo que primero que hago, y que también hemos hecho aquí, es sentarnos todo el cuerpo técnico y hablar entre nosotros porque tenemos que buscar nuestros propios fallos. Hemos tenido que cometer errores, que hacer las cosas mal y que influir en que algunas cosas no hayan salido bien. Luego están los goles en contra, que es una vía de escape que tenemos que tapar como sea. Eso ya lo hemos hecho: nos hemos reunido y pensado en las cosas que tenemos que hacer. No solo en incorporación de jugadores para fortalecer esas zonas, sino en nuestro propio trabajo, en darle prioridad a ciertos aspectos que en esta liga se demuestra que son importantes. Por ahí va la forma de entender el futuro.

¿Se llegaron a sentir frustrados por semejante cantidad de goles encajados?

Hay un dato que para nosotros es crucial. Creo que tenemos diez porterías a cero a lo largo del campeonato, pero en 5-6 partidos hemos encajado muchos goles. En Castellón y Cornellá recibimos cuatro, el Sabadell nos hizo tres, el Cartagena también… En 4-5-6 partidos hemos acumulado muchos goles en contra. Luego, hablábamos de las decisiones individuales que a veces nos han afectado como grupo. Pero lo único que puedes hacer con esto es dar confianza y seguir trabajándolo. Lo que pensamos, ya desde la pretemporada, es en construir el equipo a través de una buena defensa. Es lo que vamos a hacer. Este año nos ha servido para ver que, como grupo, somos capaces de tener un buen ataque, de generar muchos goles. Nos han metido 53, pero nosotros hemos hecho casi los mismos (46). El equipo genera cosas para hacer goles, pero tenemos que intentar no encajar tanto.

Con respecto a la temporada pasada, ¿qué futbolista le sorprendió más y cuál le dejó con ganas de sacarle algo más?

Te voy a hablar sobre todo de la gente nueva, que fue apuesta de la Secretaría Técnica y que nos llevamos una agradable sorpresa como Loiodice, Pejiño o el propio Sergio Ruiz, al que conocíamos muy bien pero venía de una temporada nefasta: había descendido con el Racing de Santander y su participación no había sido muy boyante. Sin embargo, esos tres jugadores han hecho una buena temporada con sus diferentes problemas. Enzo se lastimó muy pronto y estuvo inédito casi toda la segunda vuelta y Pejiño no volvió a ser el mismo tras su lesión, por lo que esperamos que ambos nos ayuden mucho tras el verano, y Sergio ha sido un futbolista excepcional en todo lo que ha hecho. Creo que ellos tres marcan el futuro de lo que tiene que ser el club: gente joven con ganas de hacer bien las cosas y que el cuerpo técnico le saque el 100%.

Entre esa gente de futuro estaban Veiga y Ferigra, a quien el club oficializó esta mañana. ¿Ha podido hablar con ellos? ¿Qué espera?

El ecuatoriano ya llevaba tiempo de firmado. De hecho, Luis Helguera me habló de él en el mercado invernal. Es un futbolista al que la secretaría técnica le tenía echado el ojo desde hace tiempo. Ha estado ya en España, por lo que ya conoce el fútbol español. Además, no va a tener ningún problema con el idioma. Esperamos que el chico esté con nosotros ‘a full’ desde el primer momento. Creo que es importante que, desde el principio de la pretemporada, los jugadores estén con nosotros para adaptarse a muchas cosas. Yo, que he estado en el extranjero varias veces, puedo decir que parece una tontería, pero es una aclimatación que cuesta si no la coges pronto. Es algo fundamental para mí.

Se intuían las bajas de Cardona o Jonathan Silva, pero sorprendieron las de los hermanos Castellano y Aythami. MÁR dijo que habían contado con su aprobación.

El fútbol actual, y creo que eso no se le escapa a nadie en una época tan difícil como esta en la que los presupuestos se afinan al máximo, lo económico es tan importante, y muchas veces más, que lo deportivo. Hay que entenderlo bajo ese prisma. Como entrenador, lo único que te puedo decir es que le doy las gracias a Aythami. Siempre que pudo jugar conmigo, jugó. Ha sido un futbolista que me ha ayudado mucho, y cuando no estuvo disponible en el vestuario adoptó un comportamiento excepcional. Solo puedo tener palabras de agradecimiento hacia él, lo mismo que con Javi y Dani Castellano. Fueron un ejemplo para la gente joven, para los canarios jóvenes que subían al primer equipo. Gente que, cuando jugaba, aportaba lo que tenían; y cuando no lo hacían aportaban en el entrenamiento y no levantaban la voz. Su comportamiento ha sido muy profesional. Desde el cuerpo técnico, lo que te puedo decir es que les deseamos toda la suerte del mundo. No puede ser de otra forma.

Llamó la atención cómo Jesé le agradeció su ayuda y no con usted fuera del equipo, como suele ser habitual. ¿Cómo vio a este futbolista?

Jesé reconoció en su día lo mucho que habla con usted. Por usted supimos de sus largas conversaciones con Kirian. ¿Qué importancia le da al factor humano de un entrenador, más allá de ser quien alinea o llama la atención?

Para mí es fundamental. Cuando uno ha sido jugador, y yo lo fui durante muchos años con magníficos entrenadores, desde Luis Molowny a Vicente del Bosque, o incluso Di Stéfano, te das cuenta de que la comunicación jugador-entrenador es fundamental sobre todo cuando vas con la verdad por delante. Lo que no puedes hacerle nunca a un futbolista es mentirle. Pero lo que sí tienes que hacer es acercarte a él e intentar que en ti vea un apoyo. Para mí, el mejor ejemplo de toda la plantilla es el de Maikel Mesa. Esta temporada ha entrenado como un animal. Le veía entrenar y luego competir, y tomé la decisión de llamarle a mi despacho. Hablamos y la hice ver una cosa que se impregnó a rajatabla, la llevó a fuego y no dejó de jugar. Si jugaba como entrenaba conmigo iba a jugar siempre, pero hasta el momento no lo estaba consiguiendo. Entrenaba muy bien pero se diluía en los partidos. Recogió el guante, lo entendió, y desde entonces ha hecho unos partidos magníficos. Esa es una de las formas en las que creo para la gestión de grupos. Al final, un entrenador es un gestor de grupos. Son personas que tienen sus problemas, que cuando salen de entrenar tienen sus familias y los problemas que tiene cada uno. Hay que entenderlo así.

Si todo va bien, en diciembre es más que factible que regrese Jonathan Viera, y ya se trabaja para ampliar el contrato de Sergio Ruiz, que ahí se acaba. ¿Queda lejos pensar en el momento de juntar a esos dos futbolistas?

En primero lugar, quiero expresar mi confianza en el trabajo y la sabiduría en este tipo de cosas de Miguel Ángel Ramírez. Estoy convencido de que va mover Roma con Santiago porque Sergio Ruiz continúe en la UD Las Palmas mínimo hasta final de temporada. Doy fe, se que lo va a hacer. Creo en él. Por desgracia, cuando uno es entrenador de fútbol hablando en el mes de junio no puedes pensar en el mes de diciembre; te pilla muy lejos. Ojalá pueda vivir estar con los dos juntos, pero ahora tengo que pensar en Sergio, que es el que tengo conmigo, y que diciembre nos pille con muchos puntos, la Unión Deportiva muy bien clasificada y que, por tanto, todos estemos muy contentos. El beneficiado será el entrenador.

El 5 de julio tendrá a tres porteros. Bendito debate.

El debate es el de siempre cuando uno tiene a buenos futbolistas en la misma demarcación. Los que despejan la incógnita son ellos. Al final, lo que hace el entrenador es poner al que cree que está mejor. Esperemos que Raúl Fernández llegue a pleno rendimiento. De momento va muy bien, pero no ha llegado al 100%. Álvaro (Valles), que se lesionó para los últimos partidos, también esperamos que llegue igual. Álex Domínguez es quien terminó jugando. Son diferentes, tienen aptitudes diferentes, por lo que tendremos la posibilidad de elegir.

Tiene citados a 8 canteranos para la pretemporada. ¿Cómo valora saber que puede contar con ellos? Sergi Cardona parte con muchas posibilidades de quedarse por la ausencia de efectivos en el lateral izquierdo.

Para mí es muy positivo. Además, es una de las premisas que hablamos Luis Helguera y yo. Está claro que este equipo tiende a bajar la edad de los futbolistas, a primar la cantera. Si encima tenemos la suerte de que esa cantera sea canaria, mucho mejor. Simplemente por el hecho de estar en la cantera ya es un jugador nuestro. Tampoco miramos el DNI. No lo hicimos en el pasado, creo que nos fue bien, y tampoco lo vamos a mirar ahora. Creo que hay futbolistas de diferentes edades: Las Palmas Atlético, Las Palmas C y el juvenil. El que lo merezca sabe que conmigo no tiene ningún problema.

Hubo debate interno sobre su continuidad. ¿Llegó a sentirse preocupación por su futuro?

Entiendo mi trabajo y el negocio en el que estoy metido. Cuando estoy fuera sin trabajo y los equipos me llaman, pues obviamente pienso que el club hace su trabajo. Ahora, lo mismo. Soy un entrenador que termina contrato el 30 de junio y, por tanto, el club busca soluciones, alternativas. Lo que hace es demostrar que está vivo. No me lo tengo que tomar mal. Me quedo conque al final, tras haberse reunido con 3, 4, 5 o 1.000 entrenadores, lo que deciden es quedarse con Pepe Mel. Me reafirma en muchas cosas, y no tengo por qué tener dudas de nada, todo lo contrario. El club ha decidido apostar por mí sobre todo por el trabajo que llevo haciendo los dos últimos años.