La espina clavada de los diez supervivientes del Girona
Juan Carlos, Valery, Calavera, Aday, Bueno, Juanpe, Gumbau, Samu Saiz, Kebe y Stuani son los únicos de la plantilla actual que vivieron la final del playoff del curso pasado.
El Girona ha ido, sin duda, esta temporada de menos a más. A principios de curso creer que el conjunto rojiblanco podía volver a luchar por el ascenso a Primera parecía una utopía, pero a base de esfuerzo, sacrificio, paciencia y aciertos ha alcanzado, por segundo año seguido la final del playoff. Los buenos números con los que han llegado los gerundenses al final de temporada permiten ser optimista al más pesimista, aunque es inevitable lanzar la vista atrás y comprobar el mal fario que arrastran en las promociones de ascenso. Acumulan cinco (cuatro veces alcanzaron la final y sólo una se quedaron en semifinales) y en ninguna se logró subir. La última fue la temporada pasada y desde entonces hay una espina clavada.
El Elche fue el verdugo del Girona en la final del curso pasado y hay diez jugadores de la actual plantilla, los supervivientes, que tienen desde entonces una cuenta pendiente. Se trata de Juan Carlos, Valery, Calavera, Aday, Bueno, Juanpe, Gumbau, Samu Saiz, Kebe y Stuani. Y quieren saldarla. "Espero que nuestros aficionados estén muy ilusionados para lo que viene. Tenemos una semana larga para preparar la final y sabemos que no será nada fácil. Iremos a por todas, tenemos muchas ganas de quitarnos la espina. Estamos a un paso de estar dónde deberíamos y esperamos lograrlo", comentó Juanpe tras eliminar al Almería. Lo cierto es que la ilusión impera en el vestuario rojiblanco y las sensaciones con las que se ha llegado a la final son altísimas. Pero paso a paso.
Mantener la humildad es una de las claves de este Girona y, además, todo el grupo está comprometido y rema en una misma dirección. Enric Franquesa no sufrió el varapalo del curso pasado por la derrota ante el Elche, pero sabe que la oportunidad que se les presenta para subir a Primera no pueden dejarla escapar: "Somos conscientes de la responsabilidad que tiene jugar la final y que la gente no dude que lo daremos todo. El equipo sabe la oportunidad que tiene y estoy convencido que llegamos en un buen momento", explicó. El Girona está ahora a sólo dos partidos de poder regresar, dos temporadas después, a Primera y vivir el segundo ascenso de su historia a la categoría de oro del fútbol español.