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FÚTBOL INTERNACIONAL

El polémico Bendtner cuelga las botas y apunta a los banquillos

El danés, de 33 años, deja atrás una carrera jalonada de escándalos. Tras año y medio sin equipo dice adiós. Ahora amenaza con otra bomba: quiere ser entrenador.

Nicklas Bendtner.
MICHAELA REHLEREUTERS

Nicklas Bendtner cuelga las botas. Tras año y medio sin equipo, el delantero ha decidido poner punto y final a su carrera de futbolista. Una carrera que le ha dado para mucho. Fue en el Arsenal, en el Rosenborg y en el Wolfsburgo donde más brilló el internacional danés. También jugó en la Juventus, Birmingham, Sunderland. Pero han sido sus escándalos fuera de los terrenos de juego, lo que le ha aportado pimienta a su excelente trayectoria futbolística.

Sus andanzas nocturnas serán recordadas durante años, igual que sus 116 goles más los 30 que anotó con su selección a lo largo de su carrera. Noches en vela en los casinos; timbas de póker; líos en los vestuarios de Juventus y de la selección de Dinamarca; condena por agresión a un taxista con una tobillera eletrónica; problemas con el alcohol y con prostitutas; fotos en sus redes sociales casi desnudo; multa de la UEFA por enseñar sus calzoncillos en la celebración de un gol... No ha habido lío en el que Bredtner no tuviera algo que ver. La publicación de su biografía fue el momento del año en Dinamarca y en gran parte del Reino Unido. En ella confesó que tuvo que pagar "una operación de pechos para evitar el chantaje de una prostituta".

La última que contó el gigantón danés fueron sus más y sus menos con Arsene Wenger en el Arsenal: "Llamé gilipollas a Wenger para que me vendiese, pero no funcionó".

El nacido en Copenhague llevaba desde principios de 2020 sin encontrar un equipo. Año y medio sin disputar un partido y por eso a sus 33 años ha decidido que su tiempo como futbolista acabó. Pero ahora prepara una súper bomba, que viniendo de él seguro que dará mucho juego en el futuro. Quiere ser entrenador. Bendtner, que ha jugado a las órdenes de Wenger, Steve Bruce, Antonio Conte, Solbakken o Morten Olsen, quiere saltar a la caseta. "El fútbol es una gran parte de mi vida y no puedo dejarlo. Por eso que estoy en el proceso de aprendizaje para ser entrenador. Espero que me dé tanto o quizás más de lo que me dio como jugador. De esa manera, siempre seré parte del fútbol". Preparensen que hay Bendtner para rato.