Bebé hace soñar a Vallecas
Los dos goles del portugués y el de Álvaro acercan al Rayo a la siguiente ronda. Los franjirrojos derrocharon pegada y el Leganés encajó más tantos que en las ocho últimas jornadas.
El playoff es otra historia. Nada es lo que parece y los prejuicios se quedan en papel mojado. El Rayo llegaba como actor secundario, mientras el Leganés se sabía protagonista. Poco a poco, los roles se invirtieron a base de valentía, coraje y nobleza. Veinte minutos bastaron a los franjirrojos para mutar en un torbellino y exhibir la pegada que les había dado la espalda en anteriores ocasiones. El héroe Bebé (por dos veces) y un brillante Álvaro levantaron a Vallecas de su asiento y encarrilaron la eliminatoria. No todo está escrito, pero el esbozo es prometedor para los de Iraola...
El partido comenzó eléctrico, con el Rayo merodeando el área enemiga y el Leganés pisándola a la contra. Sin embargo, la primera descarga llegó cuando Sergio cabeceó un córner botado por Juan Muñoz y obligó a volar a Luca para atajarlo en dos tiempos. Ambos contendientes presionaban y querían quitarle el balón al otro, repartiéndose la posesión y las imprecisiones. Pasado el tiempo, fueron cayendo las pulsaciones, lo capital era no errar y eso se traducía en el más absoluto mediocampismo. Sin ocasiones, sin picante, sin nada.
Hasta que aparecieron Comesaña, con un disparo desde la frontal que se perdió desviado, e Isi, que se sacó de la chistera una volea que murió en las manoplas de Riesgo, para desperezar ligeramente el choque. Y en esas, se animó Saveljich, con un cabezazo demasiado alto. En lo enmarañado de la madeja, el Rayo se movía mejor que un Leganés que había ido de más a menos. Eso sí, suya fue la última intentona de la primera mitad, en la que Luca dejó una buena parada a un centro lateral de Silva.
Tras el descanso, Luca volvió a acaparar el foco, desbaratando un tiro de Silva que impactó en Saveljich y cambió su trayectoria, envenenándose. Eso no hizo más que confirmar la mejoría de los blanquiazules, más activos y peleones. Isi brujuleó a Comesaña y le sirvió la pelota directa a su testa, pero no consiguió dirigirla entre los tres palos. Los vallecanos se iban espabilando, aunque Iraola tiró de Bebé para tocar diana.
Quedaban veinte minutos y eso en Vallecas —con su gente— es molto longo. Los García habían avisado por su banda, Trejo acababa de reclamar penalti... y entonces, Álvaro hizo que volviera a tronar The Final Countdown. Y eso para la parroquia franjirroja es sinónimo de gol. Isi dibujó un centro espléndido que Álvaro cazó, cuando entraba desde la segunda línea, para abrir el marcador. El Rayo encontró las costuras del Leganés para descoserle en apenas tres minutos. Bebé cogió el esférico, sentó a dos rivales y desde la frontal fusiló a Riesgo para éxtasis de la grada y desgracia de un guardameta que no tuvo su noche.
Los pepineros buscaban un gol con el que aferrarse a la vida y, en esas, volvió a aparecer Bebé —con el hombro dolorido— para lanzar un misilazo de falta, marca de la casa, y cerrar así una victoria redonda. Al Leganés sólo le queda digerir que, en veinte minutos, encajó más que en las ocho últimas jornadas de Liga y resarcirse en busca de un milagro. Mientras el Rayo se aferra al suyo, a Bebé, el mismo al que dijeron que no podría volver a jugar por una grave lesión y hoy deja el sueño un poco más cerca. El playoff es otra historia y Bebé, también.