"En las dos Ligas del Atlético se reconoce la justicia del campeón"
El Cholo repasó el título rojiblanco en La Nación e indicó que si no se hubiese logrado, "conociendo el mundo del fútbol, sabía que me iban a apuntar".
Diego Pablo Simeone atendió al medio argentino La Nación tras la consecución del título de Liga del Atlético, su octavo trofeo en el banquillo rojiblanco y su segundo campeonato liguero. El técnico cuenta como después del empate frente al Betis buscó la motivación a los futbolistas desde todos los frentes.
“Hablé con los fisios, con los podólogos, con los utileros, con los que estacionan los coches… Fui uno por uno, uno por uno, y les dije: ‘De ahora en adelante, a los jugadores no se les dice más buen día. Se les dice: Vamos a salir campeón’. Y les agregaba: ‘Mostradme cómo se lo vas a decir’. Entonces me decían, ‘vamos a salir campeón’. Y yo explotaba: ‘Noooooooooooooooo. Es vamos-a-salir-campeón, arriba, fuerte, y después sí, buen día’ (…) No ganamos por eso. Como siempre digo: nada es determinante, pero todo es importante. Así, entre todos, en equipo, creamos ese hábitat en el que solamente pueden estar los campeones”.
El Atlético lideró LaLiga casi de inicio a fin, pero tuvo que ganar en la última jornada para hacerse con el título. Su ventaja se redujo y Simeone era consciente de que llegarían las críticas de no ganarla. “Cuando haces 50 puntos en la primera vuelta, una cosecha estratosférica, entras en una calle sin salida. Desde ese momento, y sabiendo que Real Madrid y Barcelona te iban a perseguir hasta las últimas consecuencias, el desafío pasaba a ser enorme (…) Si empatábamos contra el Valladolid, iban a hablar del ‘Pupas’, y ese maleficio de perdedor alrededor del club, que a mí nunca me tocó vivir. Como jugador y como entrenador me tocó vivir momentos extraordinarios, muchísimos más buenos que malos, y los pequeños malos fueron haber perdido una final de Champions, en el minuto 93 y otra final de Champions por penaltis. Conociendo el mundo del fútbol, sabía que se trataría de un pasaje muy duro en caso de derrota. Me iban a apuntar”.
De no remontar ese encuentro en Valladolid, el campeón hubiese sido el Real Madrid. “Como siempre digo, el mejor es el campeón, pero creo en ese caso la justicia se hubiese hecho la distraída. Lo más grande que logramos en el Atlético de Madrid en las dos ligas que ganamos fue el consenso del medio español: en ambos casos se reconoció la justicia del campeón, y eso, para mí, no tiene precio. Me han llamado entrenadores de la Liga para felicitarme por los méritos del título, y ese es el mejor regalo que te pueden hacer como entrenador (…). En 2014 no me llamó nadie, y ahora pasó. Creo que habla de una valoración a la instancia, a resistir, a competir, a atreverse a los cambios, a reinventarse… En una temporada marcada por las dificultades en el mundo, salen campeón el Lille, el Inter, el Sporting Lisboa, el Atlético de Madrid… Las cosas pasan por algo. Muestra que se puede. Con trabajo, con organización, con gestión, con paciencia, con voluntad, con saber ceder, se puede”.
Una Liga que refuerza a Simeone y el proyecto que lleva desarrollando desde diciembre de 2011. “El mayor orgullo que me provocó este título fue convalidar un proyecto que se viene realizado desde hace muchísimo tiempo. En el recorrido de estos siete años, desde la Liga que ganamos en 2014, siempre estuvimos ahí, segundos o terceros. Pero nos faltaba ese empujón definitivo que te lo termina dando la jerarquía. De un Suárez, por ejemplo. Porque el jugador diferente es el que termina resolviendo partidos, como lo hizo Ronaldo en el Madrid, como lo ha hecho siempre Messi en el Barcelona. Pero a esto se llega a partir de un legado; yo se los decía a Juanfran, a Godín, a Gabi, a Filipe, a Costa… ellos marcaron un poco la historia que está atravesando el club. Ellos les marcaron el camino a los que hoy salieron campeones: el club iba a competir partido a partido, partido a partido, con la finalidad de ganar”.
“El mayor orgullo que me provocó este título fue convalidar un proyecto que se viene realizado desde hace muchísimo tiempo"
Algo que ha quedado patente este curso ha sido la capacidad del Cholo para reinventarse y buscar un nuevo estilo de juego que favoreciese a sus futbolistas. “lo que a mí más me agrada es advertir las diferencias entre el campeón del 2014 y este. Son totalmente diferentes. Uno tenía más experiencia, gente que sabía jugar un 4-4-2 férreo, organizado, contragolpeador, defensivamente insuperable. Y fue maravilloso. Y ahora logramos ganar con otro sistema, cambiando a la fecha siete.
Para los críticos, para aquellos que se empecinan con etiquetarme como defensivo, que eligieron estigmatizarme, yo les digo: nosotros jugamos con Koke, que es mediocampista ofensivo desde chiquito; jugamos con Llorente, que hizo 13 goles de centrocampista; con Lemar, que es un mediapunta o enganche, reconvertido en medio centro interno; con Carrasco de carrilero, y es delantero; con Trippier, que con el pie es un genio técnicamente; con Hermoso, que es un central con una salida extraordinaria… La gestión de este equipo es totalmente diferente al de aquel que ganó en 2014, en Barcelona. Y eso habla de creatividad, habla de un afán por reinventarse. De eso se trata al fin: reinventarse continuamente”.
Simeone también se refirió a dos nombres propios. Sobre Suárez, explicando que “este año tuvimos un delantero extraordinario como Suárez y la media de goles subió. Como sucedió con Costa antes o con un goleador fabuloso como Griezmann. Y la media sube, no en función de la idea del entrenador, sino de acuerdo con la ejecución de los jugadores en base a la idea del entrenador”. De Oblak no tiene dudas. “Desde hace años es el mejor de todos. Fue creciendo en todos los sentidos: en personalidad, en gestión de vestuario como capitán, en ser un portero determinante para momentos importantes. Como siempre sucede, el que gana es el más mirado. Y probablemente, al no haber ganado ni una liga ni una Champions en estos últimos años, ganar la Europa League y la Supercopa europea no alcanzaba para formalizar lo que yo ya sé: incuestionablemente es el mejor”.
"Oblak desde hace años es el mejor de todos"
Sobre la etiqueta de defensivo, Simeone vuelve a hablar de respeto hacia todos los estilos. “Estamos expuestos y hay que aceptarlo. Ahora, lo que no comparto es la falta de respeto. De un equipo que gana 5 a 4 se habla maravillas, y del que gana 1 a 0 se habla mal. ¿Y por qué? Entonces pregunto: ¿cuál es mejor, el equipo que gana 1 a 0 o el que gana 5 a 4? Los dos están bien, y los dos están mal. En el 5-4 fuiste fenomenal, pero nadie atiende las descompensaciones por las que te hicieron cuatro goles, ahora yo gano 1-0 y soy avaro (…) La crítica despiadada va siempre sólo sobre un modelo de juego”.
Este nuevo Atlético mucho más ofensivo, tuvo problemas para cerrar los partidos cuando la ventaja era corta. “Perdimos cinco puntos contra el Levante en febrero, en dos partidos seguidos, mereciendo ganar los dos y haciendo figura al portero, pero empatamos y perdimos porque no tuvimos contundencia. Contra Alavés, por dar otro ejemplo, ganábamos 1-0 y tuvimos un montón de ocasiones, pero no convertimos. Pasa el tiempo, y cuando entras en los últimos 15 minutos, los rivales juegan, crecen, se sienten vivos porque no los mataste, y buscan jugar con tus miedos. Y también juega la experiencia en momentos cruciales que tengas en la cancha: nosotros sólo teníamos a dos campeones, Suárez y Koke. El Madrid tenía 12 y el Barcelona ocho. A mí que me tocó jugar, yo sé lo que les pasa. Y lo sé hasta el punto de que, como entrenador, percibo que no están para el 2-0 y sí para sostener el 1-0. Porque el fútbol tiene, como colofón, el resultado. ¿Te imaginas una conferencia, donde un periodista me diga: ‘Quiero felicitarlo míster pese el 1-1 porque celebro su audacia para ir a buscar el segundo gol’? ¡No, vamos! Imposible”.
Para finalizar, Simeone analizó la próxima Copa América, su situación familiar, con su padre visitando Madrid para el final de Liga, su cumpleaños y la boda de su hijo Giovanni, aunque sin llegar a viajar a Valladolid por su estado físico y teniendo que dejar la celebración para su vuelta a casa. Y acaba hablando sobre la celebración en Champions contra la Juventus (llevándose la mano a los genitales), donde el Cholo explica que “me lo reprocho absolutamente. Espero haber aprendido”.