La Europa League transforma a Pau Torres en un icono
Vila-real ya se conoce como el "pueblo de Pau", un canterano que ha demostrado con hechos y gestos su valía profesional y humana.
La charla motivadora de Unai Emery el día previo a la final fue una premonición: "Hay que representar con mucho orgullo al pueblo de Pau". Esa frase acompañará por siempre la final de Gdansk. La que ganó el equipo del pueblo de Pau, la que celebró en sus calles todos los vecinos del pueblo de Pau. Pau Francisco Torres (Vila-real 1997) se ha transformado en seis días de canterano a leyenda amarilla, de paisano a hijo pródigo de Vila-real.
Pau Torres es icono de la final de la Europa League por hechos en el césped y detalles personales. La UEFA le incluyó junto a seis compañeros en la plantilla de la Europa League (Rulli, Pedraza, Albiol, Parejo, Capoue, Gerard y Pau). Fue el colofón a una semana que comenzó con la llamada de Luis Enrique para la Eurocopa.
Pau Torres (82% de los minutos de competición) ha dado muestras de su humanidad, sentimiento de pertenencia y bondad desde que Rulli le paró el penalti a De Gea. "Presi, mira, esto es lo que tú has creado, presi", decía Pau a la cámara del Villarreal durante la celebración. Pau, como sus compañeros, se acordaron de Fernando Roig, ausente por protocolo covid. Pero Pau también tuvo palabras para a otros dos directivos enfermos.
La relación entre Roig y Pau es muy estrecha. De ahí que Roig no quiera venderle y a su vez lo hará el día que el jugador se lo pida. Pau lleva en la Academia del Villarreal desde los 6 años y Roig le ha visto crecer. Pau sabe de la importancia del presidente en su formación. De ahí su gesto en la fiesta de celebración en La Cerámica, cuando le entregó a Roig de forma simbólica su medalla de campeón.
"¿El fichaje de Palermo o el debut de Pau? Sin dudarlo, me quedo con ver debutar a Pau", decía José Manuel Llaneza a AS. El Villarreal es un club que presume de cantera y Pau es sin duda su referente. Por su valía y por haber nacido en Vila-real. La rua de los campeones, de hecho, tuvo un significado especial para Pau Torres. A fin de cuenta el recorrido, con la Europa League en sus brazos, transcurrió por las calles donde se crio y desde arriba veía la felicidad de vecinos a los que conoce desde hace años. Pau, en este sentido, vivió algo que pocos futbolistas campeones habrán vivido: el autobús frenó al paso por el domicilio de sus tíos, donde su abuelo se asomó al balcón para ver a su nieto con la copa de campeones de Europa.