Las razones para creer en el Villarreal frente al United
El hecho de medirse a un ogro crea dudas, pero nunca perdió contra él, tiene a Emery y Bacca, reyes de la Europa League, mucho experto, a Gerard y una necesidad.
¿El Villarreal es capaz de ganarle al United? Es la pregunta más repetida que lanzan estos días aquellos aficionados que ven al Submarino de vez en cuando, cuando se cruza antes sus equipos, y esos que tienen el placer de seguirle durante toda la temporada por trabajo, pasión o atraído por los cantos de sirena de Pau, Parejo y Gerard. El hecho de que el equipo de Emery no se haya clasificado para la Champions o la Europa League, por la vía de la Liga, pese a la gran plantilla que tiene, y que este miércoles se enfrenta a un trasatlántico como el United, hace que las posibilidades que se dan al conjunto español para alzarse con el título sean las justas. No hay más que mirar cómo marchan las apuestas. Sin embargo, hoy hace 23 años del primer ascenso a Primera y hay más porqués que nunca que invitan a la esperanza de vivir una noche de leyenda.
La fiabilidad de Emery
En Liga ha sacado un notable bajo y en Copa un bien alto, pero como estamos en Europa podemos centrarnos en una competición en la que es el rey. Emery ha dirigido 92 partidos en la Europa League, 32 más que cualquier otro entrenador. Esta es su quinta final y ha ganado tres veces el trono. Sólo Jorge Jesús (dos veces con el Benfica) y Simeone (dos veces con el Atlético) le siguen el paso. Unai ya se enfrentó a Solskjaer en dieciseisavos cuando dirigía al Sevilla y su rival, al Molde (3-1 en el global). En sus cinco enfrentamientos cara a cara en general, Emery y Solskjaer ganaron dos, empataron uno y perdieron dos. Además, Emery es el primer entrenador que llega a cinco finales en una misma competición de clubes de la UEFA: Ferguson, Ancelotti, Lippi y Miguel Muñoz llegaron a cuatro finales de la Copa de Europa.
Más allá de estos registros, el técnico ha logrado cumplir con la tarea que se le encomendó al llegar a La Cerámica: regalar a la afición del Villarreal alguna que otra noche histórica. El 6 de mayo, al alcanzar la final de Polonia tras eliminar al Arsenal, consiguió un hito para un club con 98 años de vida. Esta semana podría darle el más esperado, ganando su primer título. Y, ya de paso, podría garantizarle otro buen puñado de ellas. La victoria traería consigo un pasaporte a la Champions y a la final de la Supercopa de España (11 de agosto en Belfast). Unai ha logrado plantarse en Gdansk sin perder un solo partido y las eliminatorias ante el Salzburgo, Dinamo de Zagreb, Dinamo de Kiev y Arsenal, casi sin goles en contra, ha enseñado a competir a un buen grupo al que le falta justo eso. El bajón primaveral en Liga no esconde que, como entrenador, Emery ha mejorado individualmente a muchos jugadores. Su éxito es tenerlos tan enchufados.
La necesidad como motivación
En esta final entra en juego más que nunca la Psicología. Hay quien piensa que de haber conseguido el objetivo principal en Valdebebas el Villarreal jugaría con menos presión la final de la Europa League. Sin saber si eso es del todo bueno o del todo malo. Hay quienes, sin embargo, consideran que no hay mejor escenario que enfrentarse al United exigidos por el hecho de jugarse todo a una carta. La energía extra, el estrés y una alta activación estarían canalizados hacia una meta clara. Estar entre la soñada Champions y la desconocida Conference League, si se gana o se pierde, es una incertidumbre grande. Emery deberá trabajar la mente más que de costumbre para que los nervios y las exigencias no atenacen las piernas. El Villarreal es el decimosexto club diferente que ha llegado a la final de la UEFA Europa League, y sería el sexto en ganar la competición. Únicamente tres países, España (siete victorias), Inglaterra (tres) y Portugal (uno), han proporcionado ganadores anteriores. El Submarino tiene la mejor marca de puntos en la fase de grupos (106) y de goles (88) en la era de la Europa League y ha igualado el récord del Sevilla al ganar 24 partidos en las rondas eliminatorias. Si ganan la final establecerán un récord. Otro más. Es decir, el mundo entero hablaría de sus proezas.
Un novato, pero repleto de expertos
El Villarreal jamás había llegado a una final después de cuatro fallidas semifinales europeas y otra de Copa. Lo más parecido al éxito fueron aquellas peripecias por la Copa Intertoto. Sin embargo, esa inexperiencia como equipo no significa que individualmente se siga esa tendencia. No estamos ante un equipo que el miércoles vaya a tratar de usted a Pogba. Aquí, hasta que se demuestre lo contrario, juegan once futbolistas con dos piernas y no un escudo con sus estadísticas. Asenjo, Albiol, Pedraza, Parejo, Bacca, Alcácer, Funes Mori, Coquelin, Alberto Moreno, Iborra y Chukwueze ya saben lo que es jugar finales y ganar títulos, desde Mundiales y Ligas hasta Copas. Pero es que Yeremy y Fer Niño se van con la Sub-21 a jugar una fase final de la Eurocopa y Estupiñán, Foyh y Gerard son, como muchos de esta lista de expertos dentro de un novato, fijos con sus selecciones. Quien quiera menguar las opciones del Villarreal que compare otros registros como presupuestos, vitrinas o fichajes. A experiencia la cosa va pareja.
Máxima igualdad en los cuatro enfrentamientos previos
Villarreal y United se han enfrentado cuatro veces a lo largo de los años en la fase de grupos de la Champions League (2005-06 y 2008-09) y en todos se acabó 0-0. Un buen recordatorio para los que ven al Villarreal muy inferior. El 14 de septiembre de 2005, como refrescan la memoria los completísimos informes de la UEFA, “la expulsión de Wayne Rooney a mediados de laa segunda parte decantó la balanza a favor del Villarreal. Sin embargo, el Submarino no pudo encontrar la manera de marcar a pesar de contar con un lanzamiento de falta de Marcos Senna que rozó el larguero”. En la vuelta de Manchester (22 de noviembre de 2005) “el United no pudo evitar un resultado que dejó en dificultades su clasificación: la derrota ante el Benfica en el siguiente partido certificó su eliminación; el Villarreal ganó el grupo”. En 2008 volvieron a verse las caras, de nuevo en la fase de grupos. El 17 de septiembre se jugó en Old Trafford con empate. “El equipo visitante entrenado por Pellegrini se encontró con la madera a través de un disparo de Guille Franco y un cabezazo tardío de Jonny Evans también se encontró con el palo”, recuerda la UEFA. Por último, el 25 de noviembre de 2008, en El Madrigal (ahora La Cerámica), Cristiano no pudo con su adversario “pese a que disparó una volea al larguero”.
Gerard juega de amarillo
Uno de los jugadores más en forma en Europa, con permiso de Mbappé, Haaland y Lewandowski, milita en el Villarreal, está de dulce y llega a la final lanzado. El delantero, canterano que salió al Espanyol, no sé sabe a ciencia cierta bien por qué, y regresó afortunadamente, ha sidp el segundo máximo goleador de LaLiga (23) por detrás de Messi (30) e igualado con Benzema y, en estos momentos, el ariete titular de Luis Enrique para la próxima Eurocopa. Gerard suma 29 goles en todas las competiciones. Y su poderío no se queda ahí. Además, acumula 11 asistencias. Unos datos que demuestran que es un gran siete, un extraordinario diez y un decisivo nueve. Ahí, en su virtud para ser indetectable, al más puro estilo Raúl, es lo que le hace ser la gran baza del Villarreal. Esta vez, pese a que la posible ausencia del once de Chukwueze sea una mala noticia, el internacional español podría aprovecharse para poder partir de nuevo desde la derecha para trazar esa diagonal rumbo al área que tanto le gusta. Con Alcácer se entiende con la mirada y a Bacca le adora porque el colombiano se pega y va al espacio mientras él asiste, picotea y llega en segunda oleada. El United sabe que el siete de amarillo también será el siete de rojo en la Eurocopa. Y eso, intimida.
Bacca ya conquistó Polonia
Hay pocos jugadores que, con su edad, 34 años, tenga siempre el comportamiento de un juvenil. Para lo bueno, que es casi todo, y lo malo, que siendo importante es anecdótico y a veces hasta reconfortante. El amor propio y el hambre de Bacca no tiene fin. Por eso, con dos Europas League en el bolsillo, y el cartel de suplente durante toda la temporada, se presenta a esta cita con muchas opciones de ser titular. Jugar, jugará seguro. Porque, además, Emery duda de si sería más importante al inicio o al final. Viene de entrar en la alineación ante el Madrid y, unos días antes, de hacerle un hat-trick a su Sevilla. Precisamente con su exequipo se coronó en la final de esta competición en Varsovia. El Villarreal es la primera vez que juega un partido UEFA en Polonia, pero él ya conoce estos aires. Bacca marcó dos goles para el Sevilla cuando derrotó al Dnipro por 3-2 en la final de la Europa League 2015 en la capital polaca. También había ganado la final de 2014 con el Sevilla ante el Benfica, cuando Alberto Moreno era su compañero de equipo. En Varsovia no sólo alzó el título con un doblete decisivo suyo. Al acabar el partido y ver que la UEFA le dio el MVP a Banega se agitó. Como a veces, medio broma medio en serio, hace con mensajes subliminales o con recados cariñosos a través de terceros con alguno de esos periodistas que tienen que puntuar a los protagonistas, decidir el ‘dandy’ o nombrar al ‘crack’. Es un competidor y un ganador nato. Y eso esta vez lo puede sufrir Alcácer, ojalá, De Gea y quién sabe si Ceferin o algún cronista. Carlos tiene hambre.