Lágrimas de despedida en Ipurua
El Eibar deja la Primera después de siete años y Koeman puede decir adiós al banquillo. Los locales intentarán despedirse con una buena tarde. El once del holandés será experimental.
Ipurua, el estadio que fue testigo del primer partido a puerta cerrada por culpa de la pandemia (Eibar-Real Sociedad), como si fuera una señal macabra del futuro que esperaba, se despide hoy de Primera en silencio después de siete años maravillosos de fútbol. Seguramente, no merezca el Eibar de Mendilibar este adiós anónimo, porque lo que ha hecho es de un mérito incalculable. Este curso, sin embargo, perdió puntales y no le ha alcanzado para sobrevivir, pero el proyecto es sólido y tal vez lo veamos pronto de vuelta en la máxima élite (sigue el partido en directo en As.com).
Dice adiós el Eibar entre lágrimas (Mendilibar mantiene con su naturalidad que aún no se lo cree) ante un grande, el Barça, al que también se le sospechan despedidas. La principal, la de su entrenador. A Laporta no le ha gustado nada el tramo final de un equipo que se ha estrellado consecutivamente contra Granada, Levante y Celta; y ha decidido abandonar a Ronald Koeman, que entre otros méritos ha levantado una Copa que el tiempo pondrá en valor; ha hecho de De Jong un jugador más completo; y se ha inventado a Araújo, Mingueza o Pedri. Eso, entre otros valores del otro fútbol, como recuperar la profesionalidad en un vestuario maleado. Parece que no será suficiente, aunque en el adiós del holandés, que ya advirtió tras la eliminación ante el PSG que estaban "a mitad de camino", también subyace que fuera el entrenador escogido por Bartomeu. Laporta quiere ponerle su legítimo sello al proyecto. Otra cosa están siendo las formas que está demostrando en el fútbol y el resto de secciones con despidos desairados como los de Nacho Rodríguez (baloncesto) y Barrufet (balonmano).
Para el último día, posiblemente también para su último partido, Mendilibar pondrá a lo mejor que tiene. Nombres tan importantes como Dmitrovic dirán adiós en el césped. Es incierto el futuro del Eibar, como de algunos veteranos del Barça. Messi adelantó sus vacaciones. Tampoco viajarán Ter Stegen, operado; Lenglet, sancionado, y Pedri, que ha terminado el curso agotado, con 52 partidos y 3.500 minutos en las piernas, sólo con el Barça.
Es curioso que el partido, en términos clasificatorios, sólo pueda afectar a terceros. Si el Eibar gana, y se da el improbable caso de que Huesca y Elche pierdan sus partidos (y que no gane el Valladolid), los armeros sacarían a los ilicitanos del descanso. Demasiadas carambolas y diversión para un partido que sólo dejará lágrimas. Los finales de temporada nunca son sencillos. La emotividad está a flor de piel y eso pasará hoy en Ipurua.