Y la bella durmiente despertó de su sueño
El Eibar se despide de Primera tras 7 años en los que ha ilusionado a una afición que se ha erigido como la gran protagonista por su ausencia.
Cien años permaneció dormida “La Bella Durmiente” del famoso cuento. No han sido tantos, por desgracia, para el Eibar, pero los armeros no querían ningún beso que les despertase de ése plácido sueño. Siete años que ayer se apagaron para un Eibar que ya se había acostumbrado a vivir con los más grandes. Mantenerse cada año era un verdadero milagro, y cual gato, ha llegado a las 7 vidas, pero no ha podido seguir.
Analizar el porqué del descenso no es tarea sencilla. La planificación de la plantilla, el rendimiento de los jugadores… pero hay un factor clave en todo esto. Y es que Ipurua sin su gente, deja de infundir respeto a sus rivales. Y no se trata sólo de esta temporada. Los armeros fueron los primeros en jugar un partido a puerta cerrada, antes de que llegase la pandemia, por el derrumbe del vertedero de Zaldibar, sin saber aún que sería el presagio de una pesadilla que ha durado más de un año.
Tras el regreso de la competición después del confinamiento, ya se notó que a los armeros les faltaba su principal arma, las gargantas de sus seguidores, y pese a todo lograron salvarse en otra temporada cuasi milagrosa.
Pero ésta vez no ha podido ser. Y a los números nos remitimos. A falta de jugar en casa frente al Barcelona, el Eibar sólo ha sido capaz de ganar dos partidos en Ipurua, en enero contra el Granada y la reciente victoria frente al Alavés, con “hat trick” de Kike García. Con esos números, la salvación es francamente imposible. Y eso que una veintena de aficionados se han encargado de animar sin parar desde fuera del campo en los últimos partidos, una actitud verdaderamente elogiable, pero que no es igual que tener a un Ipurua entregado cuando el equipo más .lo necesita.
El equipo ha hecho una mala temporada, y hay que asumirlo. Dmitrovic, Kike García y Bryan Gil son los que han mantenido viva la llama hasta el último instante. En el caso de Bryan suma un dato que seguro que no desearía a su curriculum. Y es que ha descendido a Segunda dos años consecutivos con dos equipos diferentes, Leganés y Eibar.
La marcha de Fran Garagarza antes de acabar la temporada también da pistas sobre el ambiente que ha existido de puertas para dentro en el seno del club eibarrés. Quien venga a sustituirle tendrá una ardua tarea por delante, ya que los cedidos se marcharán, y hombres como Dmitrovic o Kike no seguirán en el EIbar. El de Montilla del Palancar se ha ganado con creces una oferta de algún equipo de Primera.
Pero claro, el trabajo deberá empezar cuando se sepa si Mendilibar va a seguir en su puesto en Segunda, ya que lo lógico sería que los fichajes fueran consensuados entre el entrenador y el Director Deportivo. A día de hoy no se sabe si el de Zaldibar querrá seguir, o si el propio club querrá que siga.
Sea como fuere, tampoco debe haber mucho tiempo para las lamentaciones. Los 7 años en Primera han permitido al Eibar tener un fuerte colchón económico para confeccionar una plantilla con aspiraciones de volver a la élite. Además, para los futbolistas, aterrizar en Eibar será ahora más fácil, por el buen nombre que se ha ganado en el fútbol español.