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Juan Muñoz, una renacida bala en la recámara del Leganés

El delantero jugó de inicio en Liga por primera vez desde el 29 de noviembre. La titularidad de Eraso le cierra puertas. Cumplió con un buen partido y Garitano lo piropeó.

Juan Muñoz, una renacida bala en la recámara del Leganés
JUAN AGUADODIARIO AS

José Bermejo, el speaker de Butarque, respiró profundo, cogió aire y comenzó con su liturgia habitual de recitar con fuerza la alineación del Leganés pese que el eco de sus palabras resonaba en un templo vacío. Sin público en las gradas, ofreció el elenco pepinero en orden númerico. Y cuando llegó a la séptima posición, pronunció un nombre inédito en mucho tiempo entre los escogidos de inicio para un partido de Liga. Habían pasado 182 días desde la última vez que, en el estadio del Leganés, se escuchaba para comenzar la presencia del dorsal número 11, de Juan Muñoz.

El 15 de noviembre, ante el Alcorcón (uno de sus ex equipos) fue la última vez que este delantero sevillano de 25 años había jugado de inicio en casa en partido de Liga. Fuera lo hizo de nuevo frente a la Ponferradina en el Bierzo. Desde entonces, el 29 de noviembre de 2020, Juan no había sido titular con el Leganés salvo en las excepciones coperas de Socuéllamos y Sevilla.

La competencia con Eraso

Su presencia en el once para este partido contra el Logroñés se había convertido en una de las grandes incógnitas del Leganés. Sucede que, con Eraso convertido en pieza fundamental para Garitano, la posibilidad jugar de inicio en el espacio de la mediapunta es casi inviable. Es ahí donde el entrenador pepinero concibe a este futbolista que, en verdad, también puede jugar de ariete. Pero alejado de prototipo del ‘9’ al uso, y con solo un ariete en el 4-2-3-1 habitual del Lega, sus opciones de ejercer de inicio parecen reducidas sólo a ese puesto, al que ahora es (casi) propiedad de Eraso.

Que el navarro sea un currante empedernido y Juan Muñoz un futbolista de perfil mucho más atacante invitaba a pensar que Garitano podría inclinarse por un plan B, con un medio centro reconvertido en ‘10’ o incluso un cambio de sistema. No sucedió así. Garitano apostó por Juan. Y le salió bien.

Desgaste y asistencias

El sevillano ejerció con disciplina en un puesto nada sencillo, toda vez que, en el repliegue Garitano exige que sea casi un mediocampista más, pero en la presión alta, que se convierta en un delantero a la par del ariete que juega de inicio. Rol que exige un alto desgaste físico que suele mermar las ideas del que lo ocupa. Pero Juan Muñoz no dio muestras de problemas para desempeñarlo.

Cierto es que no se asomó al área tanto como era de esperar (sólo probó dos remates, apenas uno entre palos), pero sí se atrevió con un par de asistencias al hueco que generaron peligro. En una de ellas Miguel rondó el gol, pero sólo la intervención de Gorka evitó el peligro con, por cierto, desgraciadas consecuencias para el zaguero. Se le salió el hombro y tuvo que ser sustituido.

Con 21 pases intentados, quizá el único que no logró Juan Muñoz fue el más importante del partido. En un balón largo de Sergio González, el andaluz no llegó a peinar la bola, pero atrajo la atención de los defensas del Logroñés con suficiente fortuna como para favorecer el desmarque del propio Miguel. La acción terminó con el 0-1.

“Juan es fundamental”

Llegado el minuto 80, desfondado, Garitano lo retiró del césped para dar entrada a Rubén Pardo y se fusionó en un cachete cariñoso con el delantero para, después, en sala de prensa, felicitarle por el esfuerzo.

“Ha estado muy bien. La verdad es que no es fácil. Llevaba mucho tiempo sin iniciar. Conmigo es la primera vez. En el día a día ha ido mejorando. Cuando ha salido ha estado bien y ha hecho un partido completo. Tiene características diferentes a las de Javi Eraso. Pero es fundamental para nosotros. Ojalá nos permita jugar ese playoff”, comentó de un futbolista que ya no continúa en las sombras del banquillo. Juan Muñoz es una renacida bala en la recámara del Leganés.