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FINAL CHAMPIONS (F) | CHELSEA 0-4 BARÇA

El Barça es de leyenda

El equipo catalán asalta el Olimpo europeo tras darse un festín en la primera parte ante el Chelsea. Las azulgranas hacen historia con su primera Champions.

GOTHENBURG, SWEDEN - MAY 16: Vicky Losada of FC Barcelona lifts the UEFA Women's Champions League Trophy in celebration with team mates following the UEFA Women's Champions League Final match between Chelsea FC and Barcelona at Gamla Ullevi on M
GOTHENBURG, SWEDEN - MAY 16: Vicky Losada of FC Barcelona lifts the UEFA Women's Champions League Trophy in celebration with team mates following the UEFA Women's Champions League Final match between Chelsea FC and Barcelona at Gamla Ullevi on MDavid LidstromGetty Images

Esta vez sí, pensaron las jugadoras del Barça. Y esta vez sí dieron el gran salto para la historia, reivindicándose en todas sus líneas con un nivel imponente y más que destacable. El conjunto catalán llegó a la final de la Champions con cara de campeón y no se quitó la mascara al saltar al campo. Las jugadoras culés se lo creyeron, se gustaron y sumaron el primer e histórico título de la Champions femenina.

No hay quien pare a este increíble equipo, que crece a pasos agigantados alzando el ADN azulgrana en su máximo esplendor. Con él, las culés se permiten noches mágicas como la que se vivió en el Gamla Ullevi de Gotemburgo. El Barça brilló como los grandes y se desquitó de un peso que ha durado dos años. Se enterró el 4-1 de la primera final en 2019. Ahora, el rodillo fue el Barça, que firmó un inicio fulminante de partido y que tomó el papel de Lyon, al que releva en el palmarés europeo. Y estarán temerosas en Francia, puesto que su sustituto ha subido el listón.

El equipo de Lluís Cortés salió tan convencido de que esta era su oportunidad, su momento, que sólo hubo que esperar 34 segundos para que las azulgranas se adelantaran en el marcador. Fue este el tiempo que tardó el Barça en tumbar al Chelsea en la final europea. Martens avisó con un tiro al travesaño y su rechace fue para una Hansen cuyo centro al área se fue envenenando hasta acabar en la red tras golpear en Leupolz. Intentó demostrar el Chelsea su poderío, en un intento de justificar que no eran tan inferiores como se mostraban ante el juego tan vistoso y combinativo del Barça.

Sin embargo, la realidad pesa más que cualquier intención, por buena que sea. Harder la tuvo en sus botas poco después del 0-1, pero el equipo azulgrana se mantuvo más que firme. Y siguió como toro a su objetivo, donde tomó protagonismo Leupolz. Del infortunio al desacierto. La alemana dejó en bandeja el segundo para las culés tras derribar a Jenni Hermoso en el área y provocar un penalti. La madrileña, que esperaba de espaldas un balón abrillantado en una jugada de estilo de Graham Hansen y Martens, supo estar donde y cuando tenía que estar. Así es Jenni, que no marcó y ayudó a hacerlo. Sus botas son más que las de una goleadora que acaba de hacer historia al ser la primera pichichi española en la Champions.

El Chelsea, con reacción y sin propulsión

Su éxito se rodea de otras jugadoras franquicias del fútbol español como Alexia Putellas. La centrocampista forzó en medio de sus problemas físicos y estos no impidieron que fuera la maga que acostumbra a ser. Convirtió la capitana el segundo desde los 11 metros y dio el pase para que Aitana hiciera el tercero. Y de qué manera lo hizo la canterana culé. Golazo envuelto en un partido de exhibición personal que le llevó a ser MVP del partido.

Corría a todo esto el minuto 20 de partido. Y el Barça no sólo se multiplicó, sino que anuló a un Chelsea en el que las mínimas ilusiones murieron en los guantes de Paños. O en las carreras de Martens, que firmó una cabalgada de ensueño para asistir a Hansen y hacer el cuarto antes del descanso. 

El disfrute del Barça se palió ante un Chelsea que se chutó energía y quiso revolverse en sus últimos intentos de supervivencia. La final se igualó y eso añadió emoción pese al resultado momentáneo (0-4). Los dos equipos pusieron en escena un partido más que digno para una final de Champions. Una cita en la que ni la mayor dosis de entusiasmo pudo contra este Barça. El partido fue redondo en todas sus facetas.

El Barça siguió a lo suyo, con una presión envidiable y un toque de embrujo. Las de Lluís Cortés cumplieron con el plan en goles, con uno también anulado al filo del pitido final, y en escudo humano. Las dudas quedaron para otro día, evitadas con un físico azulgrana que aguantó hasta el último suspiro, con jugadoras como Mariona Caldentey, Vicky Losada o Melanie que entraron desde el banquillo para dar fortaleza y robustez al equipo. La Champions valía todo ello y más, con un título por valor doble. La competición europea ha sido la razón de todo. Su premio también lo fue, con la perseverancia de una plantilla digna de estudio. 

El Barça hace historia para sí mismo y para el fútbol femenino español. Su estela es la que muchas niñas seguirán en el futuro. Su primer paso, el de todas las que lucharon por esta categoría. El cuadro culé se corona por todas ellas, por Lluís Cortés y su capacidad de autocrítica, por un club que sufrió, soñó y deslumbró en la Champions. El título va camino de las vitrinas de un equipo que ya es leyenda.