Mestalla y Covid-19, principio y fin
El estadio del Valencia fue el primero de LaLiga en el que se jugó a puerta cerrada por el Covid-19 y el domingo será el primero de la máxima competición en abrir.
Mestalla volverá a tener público el próximo domingo a las 18:30 horas. El feudo che recibirá a 5000 espectadores para el duelo ante el Eibar y será el primer estadio de LaLiga Santander que acoja un partido de fútbol con gente en sus gradas. No ha sido un camino sencillo para ningún club, pero menos aún para el Valencia que ha dejado en su rastro varios casos de Covid-19 en su plantilla, algunos hasta lo cogieron dos veces, partidos calificados como "bombas biológicas" y el hecho de ser el primer club de LaLiga que jugó un partido a puerta cerrada antes de la suspensión temporal de las competiciones.
Porque el Covid-19 llegó o invadió la rutina del fútbol casi de una semana para otra, no obstante en los días previos a la suspensión algunos equipos tuvieron que jugar ya sin su gente y el único equipo de LaLiga que sufrió dicha medida fue el Valencia Club de Fútbol. Hace exactamente 431 días los aficionados del equipo che se aglutinaron en los aldeaños de Mestalla para recibir a los futbolistas y alentarles a remontar la eliminatoria frente a la Atalanta. El recibimiento fue para el recuerdo, pero quedó en eso, en un vago recuerdo ya que el equipo no tuvo dentro de Mestalla la fuerza de sus aficionados y se las tuvieron que ver a solas con los italianos...Y el resto es historia.
Aquel último partido en el que si bien no entró público, sí que lo hubo en los alrededores del estadio, fue el partido del pesimismo. Los presentes querían creer en la remontada de su amado Valencia y en que el duelo ante los italianos a puerta cerrada sería solo algo temporal, pero respecto a lo primero, Ilicic se encargó de matar toda esperanza a los 10 minutos y respecto a lo segundo, esa misma mañana de aquel fatífico 10 de marzo Ximo Puig había anunciado que las fallas no se celebrarían en Valencia, lo que daba a entender que la cosa iba para largo.
Y la realidad es que ese pesimismo generalizado no ha abandonado al valencianismo en estos más de 400 días. Valencia, el Valencia, los valencianos y los valencianistas llegaron a aquel 10 de marzo pensando en sus queridas Fallas y en que su equipo podía llegar a cuartos de Champions trece años después, pero a partir de ese día todo se desmoronó y por el camino se han esfumado clasificaciones europeas, futbolistas guardados en la memoria de la afición y por poco no llega un descenso.
Por ello, solo se puede tildar de justicia poética el hecho de que Mestalla vaya a ser el primer estadio en abrir. Cierto es que solo serán 5.000 de los 45.000 que caben en el estadio, también que el ambiente en el Turia está como está con la directiva y que probablemente la afición expresará sus quejas. Pero 442 días después de que la afición acudiera a aquel Valencia 2-1 Betis, los valencianistas podrán respirar el holor a hierba recién regada, elogiar a muchos de los jugadores que se han dejado el alma este año para evitar una debacle y, por fin, llevarse una alegría futbolística a la boca. Mestalla fue el principio del Covid-19 en el fútbol español y si bien no será el fin, sí que supondrá un punto y aparte de un epílogo pandémico que tarde o temprano acabará. Ya era hora.