Por qué Barella hace soñar a Italia
El jugador del Inter es el mejor mediocampista italiano con diferencia. Con Conte ha crecido mucho y Mancini espera grandes cosas de él en la Eurocopa.
Hay muchos nombres propios detrás del scudetto del Inter. La preparación táctica de Conte, los goles de Lukaku y Lautaro, las llegadas de Achraf, el renacimiento de Eriksen… Y, sin ninguna duda, las carreras y la calidad Nicoló Barella. El ex del Cagliari ha tenido una impresionante constancia en su rendimiento, que le ha convertido en el mejor mediocampista italiano con diferencia. El técnico le pide hacer prácticamente de todo, y él cumple. Sin parar nunca.
Barella aparece en el lado derecho del mediocampo, pero durante las jugadas puede convertirse en enganche, en mediocentro posicional, hasta en lateral. Para conseguirlo, hace falta un dinamismo descomunal y una fuerza física para que le han definido un alter ego de Antonio Conte. Marco Materazzi, otro que de garra entiende mucho, dijo de él a ‘La Gazzetta dello Sport’: “Es el jugador más emocionante y decisivo. Me enorgullece que vista mi dorsal, el 23: juega cada balón como si fuera el último y un tifoso, mirándole, no puede desear más”.
Hay que tener cuidado, sin embargo, y no confundir su intensidad con falta de técnica. Barella es buenísimo también con el balón entre los pies. En este curso ha sumado hasta 12 asistencias, muchas de las cuales en partidos clave (ante Real Madrid, Juventus o Milan). Al italiano no le tiemblan las piernas en las grandes citas. Ante la Vecchia Signora, por ejemplo, el pasado 17 de enero fue decisivo con el centro que propició el gol de Vidal y una gran carrera que terminó con el latigazo del 2-0. Su conducción de balón es excelente y una de las armas en las rápidas transiciones del Inter.
El nerazzurro, además, ha mejorado muchísimo el que era uno de sus pocos defectos: ver demasiadas amarillas. En su primera temporada en el Inter las tarjetas fueron 11, y hoy, a falta de dos jornadas, solo vio cinco en 35 presencias. Ha aprendido a gestionar su ímpetu.
Con 24 años todavía tiene un enorme margen de mejora y Roberto Mancini lo sabe de sobra. El seleccionador le ha puesto en el centro de su proyecto con la Nazionale y se espera grandes cosas de él: “Barella me recuerda a Tardelli, tienen muchas cosas en común. Nicoló nunca se rinde. Debe solo marcar algún gol más". Tiene razón: en esta temporada solo firmó tres tantos. La esperanza de los italianos es que se los haya guardado para la Eurocopa.