"Soy mucho mejor entrenador después de mi paso por Tenerife"
Fran Fernández considera que en las Islas falta "tranquilidad" para desarrollar un proyecto ilusionante. "Ha sido la decisión más difícil de mi carrera", asevera sobre no continuar en el Almería.
"Sin esfuerzo no hay recompensa", es una de las frases preferidas de Fran Fernández (1980, Almería), la excepción de ese refrán bíblico que reza que nadie es profeta en su tierra. En esfuerzo le pueden igualar, pero no ganar a este currante que empezó a dirigir con apenas 19 años al alevín del Polideportivo Aguadulce en 1999 y que en estas dos décadas le ha dado tiempo a formar una familia, sacarse dos carreras universitarias (Educación Primaria y CAFD) y escalar hasta la cúspide del fútbol. En este deporte ha hecho de todo: coordinador, analista, entrenador... Desde los inframundos del fútbol ha ido subiendo escalón a escalón, pasando por todas las categorías, desde bebés hasta sénior, desde provincial hasta Segunda División. Cuando cerca de la media noche, al final de terminar el entrenamiento, pasaba el colchón en el campo de albero del vestusto El Pillico, de Aguadulce, ese fútbol profesional lo veía más que lejano. Quince años después espera un proyecto ganador que le lleve hasta la única categoría en la que no ha entrenado: Primera División. Mientras, continúa formándose, viendo partidos y analizándolos junto a su cuerpo técnico. Y, sobre todo, disfrutando de su familia. Porque al final llevar a las pequeñas Diana y Carolina al cole es uno de los placeres de la vida.
- ¿Cómo se encuentra?
Bien, estamos ya en un momento de incertidumbre porque se va acabando la temporada. Hemos estado unos meses tranquilos, recuperando energía, que era necesario, viendo fútbol y preparándonos para el siguiente proyecto. Llega el momento de cierre de temporada y estamos esperando un proyecto que nos convenza.
- ¿Le han llegado ofertas en este tiempo?
De fuera. Por normativa los entrenadores españoles no podemos entrenar ahora mismo en esta categoría [por haber dirigido a otro equipo de la competición este mismo curso]. Han llegado muchísimas de fuera, casi todas las semanas una. Hemos decidido tanto mi cuerpo técnico como yo esperar. Creemos que nos ha costado mucho encontrar banquillo y hacernos con uno nombre en Segunda División en España. Podemos seguir creciendo en esta categoría.
- Los jugadores sí pueden estar en dos clubs diferentes la misma temporada en Segunda, incluso enfrentarse al equipo con el que comenzaron el curso, pero los entrenadores no. ¿Debería cambiar la norma?
Sí, en otros países sí se puede entrenar a dos equipos de la misma categoría y aquí de momento no se ha contemplado. Es un poco injusto a nivel profesional. Así damos pie a que otros compañeros tengan más oportunidades de trabajar, pero, por otro lado, se cierra la libertad de mercado. Tanto los futbolistas como otros profesionales sí pueden ir a otro equipo si sufren un despido y los entrenadores ahora mismo estamos desprotegidos.
- ¿Contempla Segunda B?
Nosotros estamos abiertos a todo, pero sí es cierto que son más de 100 partidos en Segunda División. Tenemos experiencia y nuestra forma de trabajar, la metodología, es bastante consecuente con la categoría. Podemos hacerlo bien en un nuevo proyecto aquí.
- ¿Cómo es el día a día de un entrenador sin equipo?
Es complicado. Para mí ha sido algo nuevo, es la primera vez que no trabajo. Han sido unos meses difíciles. En el día a día intento seguir la dinámica que tenía, ver todos los partidos. Veo todos los de Segunda División, incluso algunos los cortamos el analista, el segundo entrenador y yo, teniendo reuniones. Al tener más tiempo también nos sirve para formarnos. Estamos haciendo cursos, viendo otro fútbol que no daba tiempo cuando estábamos entrenando, como partidos de Primera División, Segunda B y fútbol extranjero. También leo. Y, sobre todo, una cosa que echaba muchísimo de menos y que es muy importante: estar con la familia. Durante los últimos dos-tres años no he tenido tiempo de estar con la familia y ahora he podido recuperarlo.
- ¿Qué se aprende viendo el fútbol desde fuera?
Se ven los partidos desde otra perspectiva. Cuando tú estás como entrenador y estás analizando rivales, basas mucho en desgranar las fases del juego, en qué te puedes encontrar según tu equipo y cómo lo hace el contrario, el contexto... Sin embargo, ahora lo veo con un rasgo de visión más amplio. Puedo detenerme en ver detalles que en el día a día no te da tiempo. A veces es bueno salirse de esa dinámica que tenemos, que nos absorbe como entrenadores, y verlo todo de una manera más global.
- Dicen que un entrenador no lo es hasta que no lo expulsan y lo destituyen. ¿Cómo vivió lo segundo?
No la viví bien, no sólo por el despido, sino incluso por las semanas anteriores. Veía que se era injusto con el proceso. Sabemos en el mundo que estamos, en el que muchas veces prima el resultado a cómo se trabaja. El proceso que se estaba llevando a cabo hubiese tenido resultados diferentes con un poco más de acierto en las áreas. Pasando la rabia y decepción se hace autocrítica una vez, intentando ser menos subjetivos. La experiencia me ha servido de muchísimo porque me he encontrado con situaciones desconocidas hasta el momento. Eso me dota de experiencia.
- ¿Qué situaciones?
Situaciones complicadas. No me gustaría entrar en muchos detalles. El contexto no era todo lo favorable que yo pensaba y al final los resultados pesan. En otros equipos en otros momentos hubo más tranquilidad y confianza en nuestro trabajo; en este último año no. Pero son situaciones que tenemos que pasar, todo aprendizaje es experiencial. Ahora me siento muchísimo mejor entrenador después de mi paso por Tenerife.
- En la presentación de cualquier entrenador la dirección deportiva suele decir está encantada con sus cualidades, incluso en ocasiones firma por muchos años. Después se valora el resultado y no el proceso.
Es ley de fútbol, pero eso no deja de ser anecdótico. Cuando te fichan se supone que saben lo que firman. El proyecto pensamos que es a medio plazo y a lo mejor algunas decisiones que yo tomé en su momento, si sé que es a tan corto plazo y que me la estoy jugando desde la jornada 3, no hubiese tomado esas decisiones. Eran para ayudar a medio-largo plazo y ahora tomaría otro tipo de decisiones a corto plazo.
- No me refiero a Tenerife, sino en el mundo del fútbol en general: ¿los que mandan saben suficiente de fútbol?
Imagino que habrá diferentes contextos, pero nosotros no nos podemos centrar sólo en el proceso. Sabemos que dependemos de los resultados. Entonces sí focalizamos sólo en el resultado, también nos alejamos del proceso. De ahí esa disyuntiva. Al final como entrenadores tenemos que llevar el proceso lo mejor posible, dotando al equipo de los mejores recursos que podemos darle. Los resultados llegarán o no llegarán, pero en las diferentes etapas he estado contento con mi trabajo, ahora también. Tan importante es tener éxito como estar contento con lo que uno hace.
- Volviendo de nuevo al Tenerife. ¿Qué le falta para hacer proyectos ilusionantes?
Al Club Deportivo Tenerife, como se está viendo en las últimas temporadas, le falta tranquilidad, confiar por fin en un proyecto sea el que sea. Ahora mismo estar en Liga de Fútbol Profesional es un éxito y a partir de ahí se pueden conseguir resultados. Lo estamos viviendo ahora mismo aquí con la Unión Deportiva Almería. Hace tres años estábamos peleando por no descender en la última jornada y ahora parece que es un fracaso quedar tercero. Es todo a corto plazo y hay que tener más confianza y tranquilidad en los profesionales. A partir de ahí cada club decide su camino, pero sabiendo también que hay rivales y que puedes perder por cualquiera por la igualdad y dureza de la categoría, sobre todo en la última fase de la temporada, donde los equipos de abajo ganan más partidos que en el resto de curso, sumando más puntos que equipos que están luchando por el ascenso. Eso pasa todas las temporadas, no sólo en esta.
- Estamos en las últimas jornadas y siempre se ven resultados extraños. Pero nadie ve maletines.
En eso el fútbol ha dado una vuelta. La Liga de Fútbol Profesional en ese sentido trabaja muy bien, hace un control bastante exhaustivo de todo lo que rodea al fútbol, el futbolista, los entrenadores... Cada vez se controla más. El orgullo de cada jugador, cuerpo técnico y club prima por encima de cualquier incentivo.
- La temporada pasada dirigió al Alcorcón. Esta campaña está siendo dura para ellos.
Estamos sufriendo un poco. Tenemos muchísimo cariño a la Agrupación Deportiva Alcorcón, hemos pasado por allí, nos trataron genial y estamos sufriendo. Estamos viendo que le va a costar, pero confiamos en que pueda conseguir el objetivo. Está realizando un buen final de temporada y deseo con toda mi fe que consiga esa salvación. Le mando todo mi ánimo para ello.
- Antes de ir a Alcorcón, Almería.
Es mi club. Estuve seis temporadas, tres en el primer equipo: una completa y dos previas con nueve partidos en diferentes fases. Siempre va a ser mi primer club. Es el que me ha hecho crecer no sólo profesional, sino también personalmente. Tengo familia y amigos que son abonados. Le tengo el máximo cariño. Está pasando por un tramo complicado, los dos últimos meses no ha entrado en una buena dinámica. Espero que con el cambio de cuerpo técnico y la victoria del último día se revierta la situación para llegar bien a esa promoción en la que uno se juega todo en dos partidos. La final es un poco lotería.
- Después de seis temporadas, se va de 'su equipo' en 2019. ¿Cómo gestionó la marcha?
Hasta el momento ha sido la situación y decisión más difícil que he tomado en mi carrera deportiva. El club quería contar conmigo, había algunas situaciones que me gustaban y otras que no, pero, sobre todo, quería dejar mi club con un sabor de boca dulce. Acabar bien siendo de la tierra no está al alcance de todo el mundo. Tuve la suerte, creo, de hacer una buena temporada y terminar de la mejor forma posible. Para crecer como entrenador necesitaba salir fuera y probarme en otros sitios. Creo que tomé la decisión acertada. Fue muy difícil, pero a día de hoy estoy contento con lo que decidí.
- Excepto la de 'El Padrino', segundas partes no son buenas. ¿Le gustaría regresar o mejor quedarse con esa sensación dulce?
Ahora mismo estamos en momentos diferentes. La Unión Deportiva Almería, con la nueva propiedad, está en otro mundo a nivel futbolístico. Además, ha firmado un entrenador a largo plazo. En un futuro a medio-largo plazo claro que me encantaría volver al club de mi tierra para ayudarle en lo que sea posible.
- ¿Cómo valora el cambio de Rubi por Gomes?
Es pronto todavía para analizar el cambio. En los dos últimos partidos ha seguido con el modelo de juego de Gomes, pero con unas variantes en el juego. Aunque eso no quiere decir nada. El cuerpo técnico anterior hizo un trabajo extraordinario durante muchos meses, torciéndose al final. Ahora con Rubi vamos a ver lo que ocurre. Lo que está claro es que es un entrenador y un cuerpo técnico con muchísima experiencia, ya contrastados. Esperemos que lleven al Almería donde merecen.
- En su temporada completa con el Almería, 18-19, el equipo estuvo arriba, pero no se terminó de meter en la promoción. No había esa exigencia actual. ¿Existe una presión excesiva?
Al final los números, desde el presupuesto, marcan un poco la presión. Si tienes una presión por ascender es porque tienes plantilla para ello. Los futbolistas que firmes deben saberlo. Hay que jugar con esa presión. Nosotros nos encontramos un contexto diferente: tres temporadas seguidas consiguiendo la permanencia en la última jornada y todo lo que lográsemos a partir de ahí era bueno. Íbamos quitándonos peso de esa mochila de presión. Nos faltó poco para llegar, un poquito más de todos. Quizás el equipo encontró su techo. A todos nos hubiese gustado acabar más arriba, pero un noveno puesto, estando más cerca de arriba que de abajo durante toda la temporada, y una permanencia con bastantes jornadas de antelación en ese momento era un éxito.
- De esa campaña apenas quedan Fernando, De la Hoz y Corpas. El último parece otro, sobre todo, en el aspecto goleador...
Es el que más está jugando, pero los tres son de perfil muy parecido: chavales extraordinarios, inteligentísimos, buenos compañeros... Cuando les toca jugar compiten como el que más; y cuando no lo hacen, apoyan. Hablo con ellos y sienten los colores como si fuesen de la casa. Corpas ha dado un nivel muy bueno. Ahora va a ser un futbolista importante, es un jugador determinante para conseguir los objetivos que se marquen.
- Uno de los nombres propios es el de Umar Sadiq.
Es un futbolista que no conocíamos demasiado, lo habíamos visto poco, y nos ha sorprendido a todos, sobre todo, por su capacidad goleadora. Es un jugador que tenía mucha proyección y coincidencia en el juego, con ese juego de espaldas y aéreo. Pero es que está destacando también por su olfato goleador. Y luego lo que aporta por esa altura, velocidad y potencia. No hay muchos en el mercado como él. Está claro que tarde o temprano jugará en equipos grandes.
- Supongo que le hubiese gustado entrenar a un Almería con Cuenca Samu, Morlanes, Corpas, Sadiq...
Esa es la meta de todo entrenador: poder dirigir proyectos ambiciosos, plantillas que te exijan a ti también como entrenador. Me hubiese encantado entrenador a un equipo como la actual Unión Deportiva Almería, pero, bueno, todo puede pasar también con otros clubs importantes a nivel nacional. Me siento muchísimo más preparado que cuando debuté en el primer equipo. Ahora soy mejor entrenador que en ese momento.
- ¿Qué ha cambiado? No sólo respecto al Fran Fernández de hace dos temporadas, sino el que se batía el cobre en los campos de tierra.
Vas cambiado porque el aprendizaje es experiencial. La misma experiencia del día a día a nivel profesional te cambia mucho. Tú llegas al fútbol profesional con ideas muy renovadas y piensas que lo puedes cambiar todo. Poco a poco te vas dando cuenta de que algunas se deben mantener. También va cambiando tu forma de ver esto y tu metodología, que la vas introduciendo poco a poco. La categoría también hay que conocerla. La Segunda División en España es muy diferente a la de otro país, incluso a la Primera de aquí. Es muy especial y hay que conocerla. Ahora creo que sé mucho más de ella, de los futbolistas que compiten en ella, los clubs y los contextos que te puedes encontrar. Eso te hace mejor entrenador.
- Usted se forjó desde abajo. ¿Comparte la opinión de que existe menos nivel a pesar de existir mejores infraestructuras y profesionales mejor formados?
No creo que las categorías tengan menos nivel. Lo que ocurre es que cada más jugadores y entrenadores salen fuera. Al final el número se reduce para llegar a las categorías. En este mundillo tan globalizado es lo normal. Además, estoy completamente seguro de que los jugadores que llegan a los primeros equipos están cada vez más preparados técnicamente, también tácticamente al tener mejores entrenadores en las inferiores, y físicamente por el paso tan grande que se ha dado en los últimos años. Ya se trabaja muy bien de forma integrada en esas categorías. No estoy de acuerdo en que tengan menos nivel.
- Me refería a que los más viejos del lugar dicen que una Tercera o Preferente de hace 20 años no tiene nada que ver con la actual.
Siempre se dice que lo que uno ha vivido es lo mejor, pero yo no estoy de acuerdo. He jugado y entrenado en esas categorías. Está claro que ahora hay más distracciones en el fútbol base respecto al pasado. Antes íbamos a entrenar con nuestra mochila y era nuestra ilusión del día; ahora el niño que juega en el fútbol base tiene otras distracciones. Pero lo que yo quiero dejar claro es que los entrenadores cada vez están más preparados, los preparadores físicos igual, los clubs tienen cada vez mejores instalaciones y medios... Si las herramientas y recursos son mejores, el trabajo que se hace será bueno.
- Empezó desde abajo y se lo ha ido ganando. Otros directamente por haber jugado en el fútbol profesional lo tienen más fácil. ¿Se siente un privilegiado o considera que el camino hubiese podido ser más corto?
Ser futbolista profesional te da unas oportunidades que cuando no lo eres no las tienes al principio. Pero al final lo que se cuenta es la preparación. Para entrar en este mundo alguien que no ha sido futbolista lo tiene más difícil, pero una vez que entras, se te va a valorar por tu conocimiento. La confianza te la van a dar por ello. Hay entrenadores en categorías inferiores que están muy bien preparados. Yo tuve que aprovechar hasta cuatro oportunidades. Ni a la primera ni a la segunda, que las había aprovechado, me dieron la oportunidad, sino a la cuarta [para llegar al primer equipo del Almería]. Tuve que pelear más, pero una vez que estás dentro, estás igual de preparado que un exfutbolista. Éste tiene unas ventajas: conoce gente, ha vivido un vestuario como futbolista... Pero no lo ha vivido como entrenador. Gente como nosotros, que viene de abajo y llevamos 21-22 años entrenando, tenemos quizás más experiencia en esa dirección de abajo.
- Necesitó cuatro oportunidades para asentarse en el fútbol profesional. A eso me refería antes también cuando le preguntaba si los que mandan saben suficiente de fútbol.
Igual que hemos hablado que cada vez hay entrenadores más preparados, también creo que cada vez los directores deportivos y presidentes lo están también más. Siempre hay de todo porque a veces el nombre pesa más. Pero ya buscan otras cosas. Cuando tenemos entrevistas de trabajo te piden tu metodología, en qué te basas para formar una plantilla, qué es lo que más trabajas. Ya hacen preguntas que antes las formulaban.
- A ese secretario técnico le explica su estilo de juego. Cuando llega a un equipo nuevo, ¿prevalecen esas ideas o hay que adaptarse a la plantilla?
Es importantísimo ante todo para llevar a cabo el modelo de juego tener claro que tú tienes unos principios básicos del juego, que te van a identificar como entrenador (quien te firma sabe a quién firma), pero mi modelo de juego lo debo adaptar al contexto, al club donde voy, la idiosincrasia, qué tipo de director deportivo tengo, qué le gusta y qué no, y lo fundamental, que es qué plantilla tienes. Pongo algún ejemplo: si tú quieres realizar un ataque directo y no tienes un delantero que vaya bien al juego aéreo, a lo mejor tienes que buscar otros recursos. Si tú quieres jugar al contraataque y ser vertical, necesitas jugadores rápidos, que vayan al espacio; si no los tienes, tienes que modificar y hacer un juego más posicional. ¿Qué quiero decir? Yo tengo unos principios básicos como entrenador, pero me tengo que adaptar al club donde vaya.
- ¿Cuál es la perspectiva de Fran Fernández y su cuerpo técnico para el próximo curso?
Estamos abierto a todo, pero la prioridad es seguir entrenando en esta categoría. Para ello tenemos que encontrar un proyecto que nos convenza y nos dé confianza. Tengo un sueño: entrenar en la única categoría que no lo he hecho aún, que es Primera División. Sé que a corto plazo va a ser complicado, pero para lograrlo a medio-largo plazo, hay que hacer un buen año en Segunda. Nos sentimos preparados para ello.