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ESPANYOL

El señor de los ascensos

El líder indiscutible del retorno del Espanyol a Primera es Vicente Moreno, que ha cambiado la mentalidad de perdedora a ganadora. Es la sexta vez que sube de categoría.

Vicente Moreno, entrenador del Espanyol.
Carlos MiraRCDE

Cómo un hombre de apariencia tranquilo, imperturbable públicamente durante una temporada, sereno y de discurso lineal, ha agitado a un vestuario de mentalidad perdedora –la que arrastraba desde su histórico descenso a Segunda, con 25 puntos el curso pasado– hasta convertirlo en una máquina de ganar partidos. En Segunda, sí, pero arrollador. Es la historia de Vicente Moreno, el líder que ha puesto patas arriba al Espanyol hasta devolverlo a la Primera División. En su éxito quizá tenga algo que ver su palmarés: es el señor de los ascensos.

El que acaba de materializar al frente del conjunto perico es, no en vano, el sexto de su carrera. El cuarto como entrenador en las ocho últimas temporadas. Una fama que empezó a labrarse hace justo dos décadas cuando, en su debut como jugador del Xerez, participó del ascenso a Segunda A. Decisivo sería para retornar, en la 2008-09, al conjunto andaluz a Primera tras 62 años de ausencia: suyo fue el gol de cabeza que allanó el camino hacia el ascenso ante el Huesca (2-1).

También ante el Huesca (en una promoción que acabó 0-0 en El Alcoraz y 3-1 en el Nou Estadi) subiría por primera vez de categoría ya como preparador, en la campaña 2014-15 al mando del Gimnàstic de Tarragona. Desde Segunda B. El mismo camino que en la 2017-18 ya comandando al Mallorca y superando al Mirandés (3-1 en Son Moix y 0-0 en Anduva). Y su primer ascenso a Primera sería épico, en la temporada siguiente: acabó quinto con los bermellones en LaLiga Smartbank, apeó primero al Albacete en la promoción (3-0 y 1-0) y remontó ante el Deportivo el 2-0 que traía de Riazor para acabar 3-0 y alcanzar la gloria.

Por si cuatro ascensos en ocho años parecen pocos, a punto estuvo Vicente Moreno de conseguir otros dos. En la temporada 2013-14, con el Nàstic, se quedó a las puertas de Segunda A tras una polémica promoción ante el Llagostera (2-1 en Tarragona y 3-1, con prórroga, en tierras gerundenses).

Y en la 2015-16, igualmente como entrenador del conjunto grana, acabó tercero la fase regular en Segunda y sucumbió solo en la promoción frente a Osasuna (3-1 en El Sadar y 2-3 en casa). Solo el descenso del curso pasado, en un Mallorca muy limitado, empaña un historial que ahora, con el Espanyol, no ha hecho sino agrandar. Le espera la reválida en Primera.