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El Espanyol, ni un añito en el infierno: 304 días y a Primera

Diez meses exactos han transcurrido entre el descenso, en verano de 2020, y el retorno a la elite. Efímera y sin público, la Segunda no ha ‘existido’ para la afición perica.

La imagen del ascenso del Espanyol.
Carlos MiraRCDE

Aunque el esfuerzo que hay detrás de un ascenso a menudo es tan enorme como intangible, para la historia quedará cómo el Espanyol ha pasado de puntillas por la Segunda División. Cómo ha sellado matemáticamente a falta de cuatro jornadas un retorno a Primera que se veía venir desde hacía unos cuantos partidos. Incluso ha pulverizado aquella expresión que se popularizó hace dos décadas con el Atlético de Madrid –y que incumplieron los colchoneros– de “un añito en el infierno”. Ni siquiera ha necesitado tanto tiempo para regresar.

304 días son los que han pasado desde su descenso a los infiernos, el 8 de julio de 2020 tras caer por la mínima ante el Barcelona (1-0, gol de Luis Suárez) hasta este pasado sábado 8 de mayo, en La Romareda ante el Real Zaragoza, que ya ha quedado en el libro histórico de los pericos. 43 semanas y diez meses exactos  son los que han transcurrido, menos incluso de lo que duró la propia temporada 2019-20, que se iniciaba un 25 de julio de 2019 por la participación del Espanyol en las previas de la Europa League y no terminaba hasta el 19 de julio de 2020 a resultas de la pandemia por COVID-19.

En menos de un año, ha pasado el conjunto blanquiazul de certificar la peor puntuación de su historia, los 25 puntos del curso pasado, a triplicarla de largo para alcanzar la que ya es la mejor de todos los tiempos, contando tanto la Segunda como la Primera División. Un año repleto de contrastes, como que para el público esta temporada es casi como si no hubiera existido, ya que abandonó los estadios con el Espanyol en la máxima categoría del fútbol estatal y volverá con los pericos de nuevo en la elite.

La afición pasea el ascenso por el centro de Barcelona.
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La afición pasea el ascenso por el centro de Barcelona.GORKA LEIZADIARIO AS

Por menos de una semana, eso sí, no ha materializado el equipo perico su paso más fugaz por la Segunda División, que data de la temporada 1993-94, la anterior experiencia, cuando transcurrieron 298 días entre el descenso, en la promoción ante el Racing de Santander, y el ascenso, en Sarrià con una goleada frente al Cádiz (4-0).

Más tiempo, aunque siempre se resolvió a las primeras de cambio, pasaron en los anteriores descensos: 343 días en la campaña 1989-90, 404 días en la 1969-70 y 382 en la 1962-63. El objetivo primordial ahora es que no haya próxima experiencia, y que todos estos registros pasen a la historia, pero a los libros de historia.