Otro año entre los grandes
El Cádiz, que necesitaba un punto para certificar la permanencia matemática, venció al Huesca en un partido solvente. Los oscenses seguirán en descenso.
Ya es oficial. El Cádiz jugará una temporada más entre los grandes de España. Los amarillos, que necesitaban un empate ante el Huesca, se llevaron el partido con un juego solvente y eficaz (2-1). Los tres goles llegaron en los últimos cuatro minutos de la primera mitad. Marcos Mauro, Rafa Mir y Gastón Silva, en propia puerta, fueron sus autores. Y lo que tiene el uno, lo busca el otro. Los altoaragoneses, tras la derrota, siguen en puestos de descenso y se la jugarán en las tres jornadas restantes.
El partido fue un calco de lo que ha sido la temporada del Cádiz. Los amarillos son el equipo incómodo al que no te quieres enfrentar. Cuando juegas contra ellos no terminas de saber si lo estás haciendo bien. Tienes la pelota, sí. Encuentras profundidad, no mucha. Cervera ha tejido en estos cinco años una tela de araña que es es casi impenetrable, incluso cuando cambia piezas como ante el Huesca. Para hacer daño a este Cádiz tienes que hacerlo todo bien y no desesperarte en línea de tres cuartos, cuando llevas más de 50 toques de balón y no consigues profundidad.
El Huesca, todo hay que decirlo, comenzó bien, con transiciones rápidas y con algunas llegadas de peligro. Rafa Mir lo intentó con alguna oportunidad pero nunca pudo rematar en buena posición. No es descabellado decir que no pasó nada durante la primera parte, hasta que llegó el 43', minuto en el que empezó la locura. Tres goles se pudieron ver en los últimos cuatro minutos. El Cádiz, que se mueve como pez en el agua cuando le dominan, golpeó primero, con un tanto de Marcos Mauro a la salida de un córner. Muy mansa la defensa oscense en la acción del argentino. Tres minutos después llegó la respuesta del Huesca con uno de los golazos de la temporada. Rafa Mir vio adelantado a Ledesma y la pegó con todo desde 37 metros. La parábola de la pelota fue perfecta. Y sin tiempo para asimilar el empate, llegó el segundo de los amarillos. En esta ocasión fue Gastón Silva el que se lo introdujo en la portería, tras un centro lateral. Si el balón no entraba por medio del uruguayo, allí estaba Lozano con la caña preparada.
La segunda parte comenzó más pausada como es lógico. Pacheta buscó la reacción con dos cambios tras el descanso (Pedro López y Sergio Gómez) y otros dos antes de los primeros 15 minutos (Escriche y Doumbia); y aunque el equipo mejoró, les costó un mundo crear algo de peligro. Siovas la tuvo clarísima en el 62', cuando se encontró un balón dividido en el área rival y su remate acabó en el palo. Y poco más que contar. El Cádiz pudo sentenciar el partido con varios contragolpes, pero no fue el caso. En Primera ya conocen como se las gasta el equipo de la Tacita de Plata y la temporada que viene (ojalá con su fiel afición), Carranza seguirá siendo de Primera.