El proyecto deportivo de Qatar en León vuelve a fracasar
La Cultural Leonesa, en manos de la Aspire Academy, ha vuelto a quedarse sin opciones de ascenso a Segunda por tercer año consecutivo.
La Cultural y Deportiva Leonesa fue adquirida en el año 2015 por la Aspire Academy de Qatar, dándole un cambio de rumbo. La entidad estaba al borde de la desaparición por los cerca de 2 millones de euros de deuda que acumulaba. La nueva propiedad, que ya controlaba el Eupen belga o el Lask Linz austríaco, llegó con el objetivo de desarrollar en el club a los jóvenes talentos cataríes que se formaban académica y deportivamente en su institución para elevar el nivel futbolístico de su país de cara al Mundial de 2022 en el que Qatar será anfitrión.
Al margen de esa prioridad, no iba a renunciar a intentar hacer crecer al club en todos los sentidos, incluyendo el deportivo. Así, en su segunda campaña, lograron el ascenso a Segunda División, en la 2016-2017, pero el equipo no se pudo mantener en la categoría de plata y ya encadenan tres años consecutivos en Segunda B sin lograr de nuevo el ascenso.
La afición está cargando duramente contra Felipe Llamazares, director general, y Ricar Pozo, director deportivo. “Tu Liga Pro, nuestra tumba”, “Con Ricardo, al Pozo. Llamazares dimisión”, “Nuestros mejores años, tus mejores negocio$. Felipe vete ya” o “Ni tus mercenarios, ni tu escudo. Mi Cultural”, son algunos de los mensajes aparecidos en pancartas colocadas por aficionados de la Cultural en las últimas horas.
Cambio de modelo deportivo de la Aspire Academy en León
El plan diseñado por la poderosa Aspire Academy, con sede en Doha, financiada y perteneciente a la familia real de Qatar, y con embajadores como Xavi o Raúl en los últimos años, era el comentado: llevar a jóvenes jugadores del país a sus equipos europeos para fomentar su crecimiento.
En el primer año, en 2015, llegaron a la primera plantilla Al Brake, Almoez, Almuhaza, Madibo y Husam Hassunin. Cinco jugadores de 19 años sin demasiada presencia. En 2016, el año del ascenso a Segunda, solo hubo dos, Salman y Abdullah, también de 19 años y sin participación. En 2017, ya en Segunda, Ahmad Yasser (23 años) y Ahmed Moein (22 años), con presencia testimonial. Y desde entonces ninguno más, tras el descenso los tres últimos años en Segunda B han sido sin jugadores cataríes.
Demuestra que, si bien al principio la inversión fue modesta con el objetivo de formar a sus futbolistas nacionales, poco a poco fue variando, desapareciendo la presencia de cataríes y aumentando la exigencia en lo deportivo hasta convertirse en uno de los equipos más potentes de la categoría, motivo por el cual el ascenso se ha convertido en casi una obligación, tras lograrlo en 2017 unos 43 años después.
En Bélgica y en Austria pasó lo mismo, dejaron de llegar jugadores, pero de momento no les ha ido mal. En 2019 lograron su primera Copa de Asia con un equipo con 23 años de media de edad, un refuerzo para el próximo Mundial de 2022, de la mano del técnico español Félix Sánchez Bas. Y este verano participarán en la Copa de Oro de la CONCACAF.
Tres años consecutivos de fracaso deportivo
Con el descenso a Segunda B tras un breve paso por Segunda, el objetivo en estos tres años ha sido siempre volver a la categoría de plata y siempre se ha quedado cerca. En la 2018-2019 quedó quinto empatado con el cuarto y fuera por el golaverage, en la pasada 2019-2020 fue eliminado en la fase de ascenso, y en esta logró clasificarse para la Primera RFEF pero ha realizado una nefasta segunda fase de campaña y se ha quedado a las puertas de los playoff.
Ha tenido hasta cinco entrenadores en tres años, y la afición está cargando contra el proyecto deportivo, solo maquillado por las buenas actuaciones en Copa del Rey enfrentándose a Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia o Sevilla. Ahora hay dudas sobre qué hacer distinto para conseguir subir de categoría. Todo hace indicar que la inversión ya no será la misma de anteriores temporadas y dependerá más de los recursos generados.
¿Qué ha hecho bien Aspire a nivel institucional?
Su aportación en lo institucional ha sido incuestionable. Hace unos días anunció, por ejemplo, que ha puesto fin al concurso de acreedores que se inició el 17 de junio de 2009 tras tener una deuda de más de 8,7 millones de euros.
Aquella situación condujo al equipo al descenso administrativo a Tercera, y en 2015 se especulaba con la liquidación de la SAD, hasta que apareció Aspire haciéndose cargo de la deuda y convirtiéndose en accionista mayoritario. Y poco a poco ha ido reduciendo el pasivo y acabando con la deuda hasta la actualidad, cuando se ha podido eliminar de manera definitiva.
Otro acierto ha llegado en lo institucional, aumentando la masa social de los 1.500 espectadores que solían acudir a los partidos a los más de 5.000 habituales. También se ha dado un giro a la cantera, profesionalizando la estructura, y logrando éxitos deportivos en categorías inferiores. Igualmente se han firmado convenios con muchos clubes de la provincia.
También pasó a gestionar las instalaciones municipales, evitando gasto al ayuntamiento y renunciando a subvenciones públicas, dándoles un lavado de cara en cuanto a renovación de zonas interiores, gradas, el videomarcador y demás espacios.