El Atlético recupera el ataque de posesión con Herrera al mando
El equipo rojiblanco vuelve a mandar con balón, con el mexicano liberando a Koke y Saúl para pisar más el área rival. Más goles y menos ocasiones en contra.
EI Atlético ha recuperado en los últimos partidos su mejor cara y la contundencia que había mostrado en el fantástico inicio de temporada que le asentó en el liderato. Muchas más ocasiones de gol generadas con ventaja para los delanteros y encuentros bastante plácidos para Oblak, que ante el Eibar prácticamente no tuvo que intervenir y contra el Huesca dejó una buena mano en la primera jugada del partido y otra en el tiempo de descuento, con calma por las pocas llegadas en el resto del duelo.
Y todo ello a partir de un fútbol elaborado y conducido a partir de la posesión. Algo que se había ido perdiendo y que está de vuelta con el principal nombre de Héctor Herrera como motor de esta nueva reconversión. El mexicano tuvo un papel fundamental en el inicio de curso, pero entre lesiones y el coronavirus apenas sumaba ocho minutos en el año 2021 hasta que Simeone le devolvió a la titularidad contra el Betis. Herrera disputó 64 minutos en el Benito Villamarín, en los que completó 45 pases de 50 que intentó (90% de acierto), el segundo que más del equipo, y añadió brega, ganando el 63,4% de los once duelos cuerpo. Pese a que el Betis es un equipo que basa su juego en el balón y suele superar con creces al Atlético en esa faceta, el encuentro fue muy disputado (los rojiblancos tuvieron el 45,7% del balón).
Frente al Eibar, Herrera mantuvo su hueco en el pivote, iniciando las jugadas desde atrás y convirtiéndose en una salida por abajo para los centrales. El Atlético ganó 5-0, tuvo el 61,1% de la posesión y el mexicano acabó el partido con 75 pases completados (con un 91,5% de acierto), la asistencia del primer gol, un pase clave en el segundo y siete recuperaciones, el que más del equipo. Por último, ante el Huesca el Atlético se impuso con el 52,8% del balón y de nuevo Herrera generando fútbol con 81 envíos (el que más del partido y con el 91% de acierto) y cinco recuperaciones.
Con Herrera, Koke es libre para acercarse a las líneas de ataque y Saúl no se ve obligado a bajar a recibir y sacar la pelota con muchas dificultades, apareciendo cada vez más en el área rival en una de sus mejores cualidades. Los dos canteranos rojiblancos se ven favorecidos por su presencia, que aporta pausa, colocación y seguridad con balón y entran en juego en posiciones más favorables y con una ayuda constante en corto (Koke hizo 73 pases ante el Huesca con el 94,8% de acierto y Saúl 64 con el 92,8%). Así, el centro del campo rojiblanco ha vuelto a manejar los partidos, a mandar a partir del balón y a no permitir concesiones atrás. San Mamés será una prueba de fuego para la evolución de la fortaleza colchonera en el medio.