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Atlético ATM
2
Correa 38',Carrasco 79'
Finalizado

ATLÉTICO 2-HUESCA 0

El nuevo tridente de Simeone quiere el título

Marcos Llorente dio dos asistencias. Correa marcó el primero y Carrasco el segundo. El Atlético sigue líder y muy enchufado para lo que queda.

El Atlético derrotó al Huesca en un partido donde el tridente volvió a ser protagonista. Marcos Llorente dio dos asistencias, primero a Correa, para que marcara en una buena jugada individual. Y posteriormente a Carrasco para que marcara a puerta vacía. Con estos tres jugadores en plena forma el Atlético sigue soñando por todo. Y el Cholo recuperará en breve a Luis Suárez y João Félix. El Huesca compitió, aunque no tuvo opciones serias de puntuar. Su mejor ocasión llegó al inicio. Los del Cholo siguen líderes, arriba y el domingo viajan a Bilbao, en una prueba de fuego. Pero el equipo parece preparado para esa cita.

El partido ante el Huesca comenzó de manera diferente al anterior, puesto que ante el Eibar el equipo rojiblanco no comenzó a jugar hasta la media hora. Frente al conjunto oscense la cosa fue distinta, quizá por el susto inicial que se llevó el equipo del Cholo. El Huesca pudo marcar nada más empezar, pero el remate de Siovas, sólo delante de Oblak, fue a parar a las manos del cancerbero rojiblanco. Una oportunidad muy clara, de esas que se presentan pocas veces. El Atlético, que salió con los mismos del último encuentro, no se anduvo esta vez con contemplaciones y se lanzó a la portería de Álvaro. Lo hizo más y mejor por la banda izquierda, por donde entraron muy bien y con peligro Lodi y Carrasco. El brasileño ha mejorado con respecto a la primera vuelta y el belga sigue estando a un gran nivel. Cuando los dos contactaron, hubo peligro.

El Huesca salió con defensa de cinco, con tres por delante y con Rafa Mir y Okazaki más adelantados. El conjunto visitante se vio superado por el Atlético y fue su portero quien le mantuvo con vida durante casi toda la primera mitad con intervenciones de categoría. El Atlético tuvo una doble ocasión con remates de Carrasco y Saúl y el cancerbero en plan estrella. Los de Simeone fueron de más a menos, quizá confiados en que el gol tendría que llegar en algún momento. A partir de la media hora el Huesca empezó a sacudirse el claro dominio rojiblanco, comenzó a manejar la pelota, a salir un poco, y justo cuando mejor estaba llegó el tanto del Atlético, en una gran jugada individual de Correa. Le asistió Marcos Llorente y el argentino realizó una gran acción individual, con suerte en el remate final que desvió Pulido. El doblete de Correa ante el Eibar le ha dado una gran confianza y con ella es un jugador muy importante, dispuesto a asociarse, a driblar, a rematar... Con confianza Correa se atreve a hacer cosas que sólo realizan los cracks. El 1-0, poco antes del descanso, puso el partido donde el Atlético quería, por delante, ahora con opciones de jugar al ataque y también a la contra.

El segundo tiempo comenzó con nuevas ocasiones rojiblancas. Koke tuvo el 2-0 en una asistencia de Correa. Pero Álvaro volvió a sacar el remate a bocajarro. Poco después lo intentó Lodi, en versión extremo, con una colada que acabó en lanzamiento a portería. El partido fue del Atlético, aunque el conjunto madrileño no le terminó de meter una marcha más al choque. Pacheta realizó un triple cambio con 25 minutos por delante y dio entrada a jugadores en teoría titulares. El partido entró en una fase anodina, con el Atlético sin ver amenazada su portería, pero sin crear ocasiones en la del Huesca. Uno de esas fases de los encuentros donde a los del Cholo les importa tener todo controlado.

El partido lo volvió a despertar Marcos Llorente. Primero con una cabalgada por banda derecha cuyo centro lo remató Saúl al centro, a las manos del portero. No se pueden desperdiciar ocasiones así cuando hay tanto en juego. El hambre ante el gol que no mostró Saúl sí lo tuvo Marcos Llorente al robarle a Siovas un balón en el borde del área cuyo posterior pase fue el 2-0 de Carrasco. Llorente fue una vez más decisivo, tuvo fe en el robo, ganas de ir a por un balón perdido, tiene convicción en llevarse el título.