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Atlético ATM
5
Correa 41', 43',Carrasco 48',Marcos Llorente 52', 67'
Finalizado

ATLÉTICO 5-EIBAR 0

Fiesta del Atlético para reivindicar su liderato

El Atlético endosó una goleada al Eibar en un gran partido colectivo y con Correa en plan estrella. Marcos Llorente también hizo doblete y Dembélé volvió a jugar.

El Atlético goleó al Eibar en un partido en el que reivindicó su condición de líder. Sumó los tres puntos, Correa hizo un partidazo y se sumaron a la fiesta del gol Marcos Llorente y Carrasco. El equipo madrileño necesitaba un partido así, un encuentro redondo para sumar energías de cara a lo que viene. Los del Cholo recuperaron la senda de los triunfos y respiran. El líder toma aire y se dio un festín a costa de un Eibar que empezó muy bien pero que sólo aguantó cuarenta minutos en el Wanda Metropolitano. A la espera de João Félix y Luis Suárez, el Atlético lanza el mensaje de que lo peor ya ha pasado. Si antes del choque el Atlético era un manojo de nervios, ahora mira la próxima semana con más optimismo que nunca, como al principio del campeonato.

Y eso que hasta la media hora no sucedió nada en el Wanda Metropolitano. Sopor. El Atlético apenas encontró huecos en el sistema defensivo del Eibar, bien plantado en el campo, presionando la salida de balón y haciéndolo con calma, tal y como reclamaba Dmitrovic a sus compañeros. El equipo madrileño jugó con ese trote cochinero que tanto malestar causa entre sus aficioandos. Es cierto que llegó un par de veces con peligro, pero también que la ocasión más clara la tuvo el Eibar, con colada de Pozo y posterior dejada que no alcanzó Kevin Rodrigues de milagro. El equipo de Mendilibar tampoco se complicó: balones aéreos a Kike García, quien se peleó con Savic, con Giménez, con Herrera, con quien le saliera al paso...

El choque empezó a cambiar a partir de la media hora cuando el Atlético entendió que no era un amistoso de pretemporada. Empezó a aparecer Carrasco por la izquierda, también Lodi, y Marcos Llorente lo hizo por la derecha. Herrera, falló e impreciso antes, tomó la batuta. Avisó Carrasco con un disparo cuyo rechace mandó alto Llorente y también el mexicano con un lanzamiento lejano. El partido comenzó a decidirse en los últimos minutos del primer tiempo. Primero a balón parado. Simeone y los suyos ensayan, ensayan y ensayan jugadas de estrategia en los días previos de los partidos. Que si sacas al alto de allí, que si prolongas allá.... Y por fin todo eso le dio premio al Atlético, con dejada de Herrera y remate de listo y pillo de Correa. Pero lo mejor estaba por llegar, con una jugada precisa y preciosa: balón largo de Herrera al espacio, por donde Lodi crea peligro con campo por delante; el lateral asistió a Carrasco quien metió el pase atrás para que Correa hiciera lo que muchas veces, controlar el balón y orientarse para el remate. Sucedió que en esta ocasión definió a lo grande, rasito, pegado al palo... Golazo. Buena jugada colectiva y enorme Correa. Se abrazaron todos en el Wanda Metropolitano. Todos sobre Angelito. Y los suplentes también en la grada. El argentino es un futbolista diferente, presto siempre a la pelea, siempre al frente, siempre intentándolo.... Si alguien merece en el Atlético el reconocimiento de los suyos es Correa.

El segundo tiempo se inició con unos minutos de gran juego rojiblanco, un equipo que ya se había soltado y jugó sin nervios, con confianza, deseoso de gustar y de gustarse. Todos participaron en la fiesta. Savic lideró el 3-0. En vez de pegar el patadón se la dio a Koke, quien habilitó a Saúl, cuyo pase al espacio para la carrera de Carrasco fue magistral. Poco después fue Correa quien habiltió al área y Marcos Llorente asistió rápido presto a encontarse de nuevo a su cita con el gol. El Eibar ya sólo corrió detrás de su rival, superado en todas sus líneas.

El Atlético había dejado atrás de un plumazo todos sus problemas de cara a portería. Con el 4-0, Simeone ya pensó en el Huesca y dejaron el campo Correa y Koke. Entraron Dembélé y Vitolo, jugadores que deben dar un paso al frente. También lo hicieron Torreira, Kondogbia y Felipe. Marcos Llorente selló una tarde redonda.