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REAL ZARAGOZA 0-SPORTING, 0

Un empate que no aclara nada

El Real Zaragoza y el Sporting de Gijón firman una igualada sin goles que no termina de solucionar la situación de ninguno de los dos. Cristian Álvarez le hizo dos grandes paradas a Djurdjevic.

Zaragoza

Reparto de puntos en La Romareda. El Real Zaragoza y el Sporting de Gijón firmaron un empate sin goles que no termina de aclarar la situación de ninguno de los dos. El equipo aragonés no logra despegarse del peligro y le espera dentro de una semana un partido a cara de perro en Lugo, mientras el conjunto asturiano puso fin a una racha de tres derrotas consecutivas, pero una victoria del Rayo le arrebataría la quinta plaza.

Francés y Álex Alegría por Jair y el lesionado Toro Fernández fueron las dos únicas novedades en el once de Juan Ignacio Martínez, que volvió a situar a Narváez en la banda izquierda y a Adrián por detrás del delantero centro. Una doble maniobra que no rinde beneficios. Por su parte, David Gallego introdujo hasta cuatro cambios en su alineación: Guille Rosas, Borja López, Gragera y Nacho Méndez suplieron a Bogdan, Marc Valiente, Pedro Díaz y Campuzano, éste por lesión.

La primera parte fue un forcejeo con un ritmo cansino y sin apenas oportunidades. El Zaragoza, estático y previsible, pretendió llevar la iniciativa, pero fue el Sporting el que primero se acercó al gol, en una acción personal de contragolpe de Djurdjevic que conjuró Cristian Álvarez con una gran parada. Toda la producción ofensiva del equipo aragonés se quedó en tres faltas lejanas que Zapater colgó sin demasiada convicción al área de Mariño, mientras que Djurdjevic, activísimo, mantuvo siempre en vilo a Francés y Peybernes.

JIM movió el banquillo en el descanso y dio entrada a Bermejo por un desaparecido Sanabria en un claro intento por agitar la creatividad de su equipo, pero fue el Sporting el que dio un paso adelante y se lanzó con decisión a por la victoria. Y otra vez Djurdjevic, una amenaza constante, pudo inaugurar el marcador en el minuto 50, pero de nuevo Cristian Álvarez conjuró su disparo con la parada de la noche.

El Zaragoza pasó por una fase de verdadera zozobra en el centro del campo y Eguaras y James no tardaron en relevar a los superados Adrián y Zapater, lo que permitió al equipo aragonés componer por fin su figura y empezar a amenazar a un Sporting que hasta entonces se había sentido muy cómodo. Bermejo y James rompieron líneas con sus conducciones y Eguaras dio pases verticales y con intención, además de recuperar media docena de balones. Nada que ver con el fútbol plano e inoperante de toda la primera mitad.

También Gallego movió su banquillo y se jugó la baza de Cumic por Aitor minutos antes de que JIM sustituyera a un irrelevante Álex Alegría por Iván Azón, que nada más salir cabeceó primero por encima del larguero y después se fabricó un potente remate desde fuera del área. La verdad es que lo de JIM con Azón alcanza ya lo inexplicable. Siempre le toca jugar a la desesperada y siempre da la cara.