El Leipzig deja al Bayern la Bundesliga en bandeja
El equipo de Nagelsmann podía ponerse a dos puntos del líder, que juega este sábado ante el Wolfsburgo, tercero, pero empató a cero con el Hoffenheim.
Se enfrentaba Nagelsmann a su pasado con la mira puesta en su futuro. Su Leipzig aspira a terminar con la dictadura del Bayern en la Bundesliga y para ello, debía imponerse a su exequipo, el Hoffenheim, para presionar a un Bayern con la moral por los suelos tras su eliminación en Champions y que se enfrenta este sábado al tercero de la Bundesliga, el Wolfsburgo, a domicilio.
La situación pareció superar al equipo de la Red Bull. En toda la primera parte no hubo ningún sólo disparo a puerta por parte de ninguno de los dos equipos. El peor escenario posible para cualquier cronista. Mucho en juego y poco que contar.
Era tal el esperpento que al descanso Nagelsmann se vio obligado a hacer dos sustituciones y a cambiar su habitual sistema de tres centrales para pasar un clásico 4-3-3 que tuviera más afilado el colmillo en ataque. Angeliño fue el gran damnificado a ser sustituido por Kampl y se vio obligado a ver todo el segundo tiempo desde banquillo.
No cambió mucho el panorama y el técnico alemán siguió moviendo el banquillo en detrimento de otro español. Dani Olmo dejó su sitio al gigantón Sorloth. El juego del Leipzig, tan acostumbrado a ser vertiginoso y de toque, mutó en el viejo y clásico estilo directo alemán: balones al delantero de casi dos metros y a seguir la jugada; el clásico 'push and run'.
El Leipzig encerró al Hoffenheim en su área pero nunca llegó a tener ese punto de finura para abrir los huecos necesarios para crear una ocasión de verdadero peligro. El Leipzig tocó la gloria en el descuento, con un gol de Poulsen de cabeza, pero el VAR lo anuló porque el delantero se ayudó con la mano. El empate final deja al Bayern la Bundesliga en bandeja: si gana este sábado se quedará a siete puntos de su perseguidor.