Diego Moreno: de vocación, velocista
El lateral del Juvenil A ha renovado esta semana hasta 2023 con el Real Valladolid. Con su rendimiento, oposita a formar parte del próximo Promesas.
El ascenso de facto del Real Valladolid Promesas a la Primera RFEF es, sin duda, una magnífica noticia, que, sin embargo, acarreará que la dirección deportiva deba tomar decisiones sensibles alrededor de la figura de algunos de sus canteranos. Una de ellas atañe a uno de los futbolistas de Juvenil A recién renovados, Diego Moreno, que está siendo una de las piezas más destacadas del equipo que dirige Julio Baptista.
Tanto es así que el club se ha garantizado su futuro hasta 2023, en un momento en el que comenzaba a llamar la atención de terceros, y mientras planea precisamente que pueda ser uno de esos promocionados. No en vano, el lateral de Villa del Río (Córdoba) es, si no decisivo, cuanto menos sí diferencial, o así se mostró en la primera fase de la División de Honor. Fruto de ello, es uno de los futbolistas de la cantera que están siendo observados por la Federación.
Arribado el pasado verano procedente del Córdoba, con cuyo filial llegó a debutar, despertaba ya entonces el interés de otros 'primeras', uno que no ha cesado gracias, fundamentalmente, a su vocación de velocista. Se trata de un carrilero largo adaptado a la posición de lateral, aunque con claro interés ofensivo. Aunque técnico, destaca principalmente por su potencia y velocidad, mediante la cual se deshace de rivales (al menos hasta ahora) con suma facilidad.
Solvente en el retorno, favorecido por sus condiciones físicas, brilla sobre todo empinando el campo hacia el área rival, alcanzando línea de fondo. De hecho, una de las principales armas del Real Valladolid juvenil pasa precisamente por estos límites; porque bien Iker, el lateral derecho, o bien él lleguen hasta ahí para asistir desde esa zona. Cuando arranca, es frecuente escuchar entre quienes lo conoce que ha arrancado la moto. Cuando centra, además, lo hace con calidad.
Si hasta la fecha existía el concepto de que un salto de categoría hacia la Segunda División B era imponente, esta creencia ahora irá a más con el filial, como mínimo, en la Primera RFEF, pues el Promesas (con el que ya se ha ejercitado en más de una ocasión) todavía tiene opciones de subir a Segunda. Entretanto, a la moto cordobesa le quedan retos importantes como mantener su buen nivel ante Real Madrid o Atlético de Madrid.