El éxito va contra Ramos
El buen rendimiento de Nacho y Militao convierten su renovación en menos prioritaria. Le quedan 76 días de contrato con el Madrid...
El tiempo juega en contra de Sergio Ramos. Sólo quedan 76 días para que finalice su contrato con el Real Madrid (el próximo 30 de junio) y sigue sin renovar. Desde que el pasado 30 de diciembre Florentino y el capitán se vieran cara a cara en Elche, nada ha cambiado. El club le hizo una oferta que no sedujo al sevillano y ninguno de los dos pensamientos ha variado desde esa reunión. El Madrid lo tenía muy claro entonces y lo sigue teniendo ahora: esas son las condiciones y no se va a mover de su postura, porque en la situación económica actual la prioridad es cuadrar las cuentas.
En aquel momento cada día que pasaba jugaba a favor de Ramos, porque cada ausencia suya hacía temblar al equipo. Las estadísticas respaldaban su importancia: en diciembre de 2020 el Madrid sumaba ocho derrotas en los últimos diez partidos que se había perdido Ramos en Champions. El equipo blanco era débil sin él, especialmente en Europa.
Sin embargo, mucho ha cambiado el panorama en los últimos meses. Sergio ha acumulado infortunios: primero fue una intervención en su rodilla (se operó a principios de febrero) y después una lesión muscular a la que se ha sumado su reciente positivo por coronavirus. A ello hay que añadirle la ausencia, también por culpa del COVID, de Varane. El equipo, lejos de resentirse, ha dado un paso al frente apoyado en dos futbolistas que han sido fundamentales en los éxitos recientes: Nacho y Militao.
Los últimos buenos resultados refuerzan a Militao, una apuesta fuerte del club (50 millones pagaron por él en 2019) que hasta el momento había muy por debajo de lo que se esperaba. Además, añade a la ecuación a Nacho, un elemento con el que no se contaba a este nivel. El rendimiento del canterano siempre ha sido ejemplar, pero ha sido ahora, a sus 31 años, cuando ha demostrado el mejor nivel de su carrera. La madurez le ha hecho elevar sus prestaciones hasta convertirse en el líder de la defensa en un momento clave de la temporada. Un paso al frente que siempre se le había reclamado, puesto que hasta el momento su rol había sido impecable pero habitualmente como actor secundario y no con el papel protagonista que ha tenido en los últimos encuentros.
Todo esto demuestra que el Madrid sabe vivir sin Ramos. La intención del club es que siga, pero debe ser el capitán quien acepte la oferta. Sus recambios han demostrado personalidad suficiente en días de máxima exigencia y el próximo verano la demarcación se reforzará aún más con la probable llegada de Alaba. Un escenario que ha provocado que ahora mismo el andaluz no tenga la posición de fuerza en la que se encontraba hace pocos meses…