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LEGANÉS

Cornellá, bipolar territorio enemigo

El Leganés ha jugado cuatro encuentros en el escenario de su próximo partido. Dos de esos duelos acabaron en tragedia y los otros dos, en euforia desatada. El domingo, el desempate.

Cornellá, bipolar territorio enemigo
Gorka LeizaDiario As

Guarda el Leganés una anómala relación bipolar con el RCDE Stadium, un espacio en el que ha pasado del dolor infinito a la euforia desatada en un vaivén equilibrado. Dos alegrías. Dos tristezas. Este domingo (21:00, Gol TV) se deshará el empate. La visita a Cornellá está marcada en rojo por los pepineros. Vencer significaría mantener viva la esperanza de lo imposible, del ascenso directo. Caer sería definitivamente romper el cordón umbilical con el sueño de subir como en 2016 y ya sólo quedaría la (también) ilusionante vía del play-off.

Precisamente fue aquel ascenso de hace cinco años el que abrió la puerta a los pepineros de debutar frente al Espanyol en su nuevo estadio. Porque el Leganés sí que llegó a jugar en el viejo Sarriá. Sucedió en el 93 (en Segunda) y en 1995 (en Copa del Rey). Aquella visita acabó con un abultado 5-1 pese a que el Lega se adelantó con gol de Javi López en el 9’. Pero ese conjunto perico, liderado por Camacho, era un vendaval y acabó pasando cual rodillo sobre el Leganés como luego hiciera con el Real Madrid de Valdano, aquel que venía de ser campeó de Liga y que acabó despeñado y sin clasificación para Europa.

Pero volvamos a Cornellá, donde el estreno pepinero fue doloroso hasta en lo físico y lo emocional. Perdió el Leganés 3-0, pero aquello fue lo de menos. Jon Ander Serantes comenzó su calvario de lesiones aquel 26 de noviembre de 2016, cuando un mal apoyo tras atrapar un balón sencillo acabó en una rodilla rota y el adiós a la temporada. La imagen de aquel héroe caído, roto en llanto, lastró el corazón del equipo, el club y sus aficionados.

Los miembros de aquella plantilla cuentan que el viaje de vuelta en AVE fue un funeral salvo para Brignoli, el portero italiano que suplió a Serantes y que se atrevió a celebrar en redes sociales su debut en LaLiga pese a que fue por la tragedia de un compañero. Aquel gesto (amén de su paupérrimo rendimiento) fueron la tumba de su despedida. Una semana después Herrerín ya estaba ocupando la vacante de Serantes.

La mejor clasificación del Lega

La siguiente visita a Cornellá, fue eufórica. El Leganés ganó 0-1 en la segunda jornada del campeonato y tras haber vencido al Alavés (1-0) alcanzó su mejor clasificación en las cuatro temporadas que ha militado en la élite. Tras aquella fecha, el Lega terminó 3º del campeonato, en unos puestos Champions anecdóticos que, sin embargo, señalaron que aquel Leganés estaba para gestas importantes. El gol de Mantovani fue aperitivo de lo que llegaría después: salvación holgada, eliminación del Real Madrid en Copa y semifinales del torneo del KO.

Al curso siguiente Garitano se marchó (su destino pudo haber sido precisamente Cornellá) y con Pellegrino al frente la visita al Espanyol devolvió el péndulo a la tragedia, con una dolorosa derrota infringida por Borja Iglesias y espoleada por un ex pepinero. Un latigazo desde mediocampo de David López fue el detonante de la segunda derrota madrileña (1-0) en el templo perico.

El inicio de la épica

La última visita data de la temporada pasada, cuando a cinco jornadas del final del campeonato el duelo entre Espanyol y Leganés era el choque de dos conjuntos destronados rumbo al abismo de Segunda. Sucede, sin embargo, que el Leganés se permitió el lujo de ganar (0-1, gol de Jonathan Silva) e iniciar el inicio de una remontada épica que acumuló dos victorias y dos empates más con los que cerrar el campeonato y quedarse a sólo un gol (o un penalti de haberse pitado aquella mano de Jovic) de la salvación más colosal jamás imaginada. Un sueño disuelto en lágrimas que comenzó a parecer real en Cornellá, territorio bipolar para las visitas del Leganés.